En México, los trabajadores que comenzaron a cotizar en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) antes del 1 de julio de 1997 pueden acceder a una pensión bajo el régimen de la Ley del Seguro Social de 1973, mejor conocida como Ley 73.
En ese sentido, es importante destacar que esta modalidad se distingue por garantizar una pensión vitalicia financiada por el Estado, el patrón y el trabajador. Sin embargo, para obtenerla es necesario cumplir con requisitos específicos y seguir un proceso ante el IMSS, el cual no siempre es claro para todos los solicitantes.
Cabe mencionar que el monto de la pensión depende de tres factores clave: el número total de semanas cotizadas, el salario base promedio de los últimos cinco años laborales y la edad con la que se solicita la pensión. En general, a mayor número de semanas y mayor edad, el porcentaje del salario que se recibe como pensión también es más alto. El IMSS ofrece una tabla de referencia que permite estimar el porcentaje aplicable, que puede ir desde el 35% hasta el 100% del salario promedio.
Te podría interesar
¿Por qué es importante tener una pensión social para los trabajadores en México?
Contar con una pensión social permite a las personas trabajadoras tener seguridad económica al llegar a la vejez, cuando sus ingresos laborales disminuyen o desaparecen.
En un país donde más de la mitad de la población económicamente activa no cuenta con un ahorro formal para el retiro, una pensión financiada a lo largo de la vida laboral representa no sólo un ingreso, sino también una forma de protección social ante enfermedades, dependencia o vulnerabilidad económica.
Te podría interesar
Además del apoyo económico que el trabajador o trabajadora recibe luego de años de trabajo y cotizaciones ante el IMSS, la pensión garantiza el acceso a servicios médicos y prestaciones del IMSS, algo clave en un contexto de desigualdad y precariedad laboral persistente.
También puedes leer: Morena suspende derechos como militante a exfundador de “La Barredora” en Tabasco
Edad de retiro en México: estas personas ya pueden comenzar con su trámite de pensión en el IMSS
Contexto: En México, el acceso a una pensión marca un momento decisivo en la vida de millones de trabajadores. Si bien, las condiciones varían según el régimen de seguridad social al que se haya cotizado, año con año miles de personas ya preparan su retiro, especialmente si ya alcanzaron la edad mínima requerida y cumplen con las semanas de cotización establecidas por ley.
Para los afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el régimen bajo el cual comenzaron a cotizar determina los requisitos y la edad de retiro. Quienes comenzaron a trabajar antes del 1 de julio de 1997 están amparados por la llamada Ley 73. En este esquema, es posible jubilarse a partir de los 60 años bajo la modalidad de cesantía en edad avanzada. Por otro lado, quienes deseen esperar a los 65 años pueden acceder a la pensión por vejez, que suele ser más alta, manteniéndose el mismo requisito de semanas.
En cambio, las personas registradas bajo el régimen de la Ley 97, es decir, quienes comenzaron a cotizar a partir del segundo semestre de 1997, deben tener al menos 65 años cumplidos.
También puedes leer: Vecinos de San Blas exigen respuesta tras severas inundaciones en Cuautitlán
Síguenos en el showcase de La Silla Rota en Google News
Únete a nuestro canal de WhatsApp. El poder de la información en la palma de tu mano
¿Cómo solicitar la pensión IMSS Ley 73?
El primer paso para iniciar el trámite de pensión bajo la Ley 73 del IMSS es verificar que se cumplan los requisitos principales. El más importante es haber cotizado antes del 1 de julio de 1997 y contar con al menos 500 semanas registradas ante el IMSS. También se debe tener la edad mínima establecida por ley: 60 años para pensión por cesantía en edad avanzada o 65 años para pensión por vejez.
Una vez verificados los requisitos, el interesado debe acudir a la Unidad de Medicina Familiar del IMSS que le corresponda, con cita previa, y presentar documentos como identificación oficial, CURP, acta de nacimiento, comprobante de domicilio, estado de cuenta bancario a nombre del solicitante y la constancia de semanas cotizadas. Este último documento se puede obtener en línea desde el portal del IMSS o directamente en ventanilla.
Posteriormente, el IMSS revisará el historial laboral y calculará el monto de pensión según el salario base de cotización promedio de las últimas 250 semanas de trabajo. A partir de ahí, el trabajador puede optar por aceptar el monto propuesto o, si lo considera bajo, solicitar una negativa de pensión para retirar sus recursos de la Afore, aunque esto implica renunciar a la pensión vitalicia.
El proceso puede durar entre 4 y 6 semanas desde el inicio del trámite hasta la primera entrega del pago, y una vez otorgada, la pensión se paga de forma mensual.
Uno de los problemas más comunes al solicitar una pensión es detectar inconsistencias en el número de semanas cotizadas. En estos casos, el IMSS permite iniciar un proceso de aclaración que puede incluir la entrega de recibos de nómina, constancias laborales y otros documentos que prueben el tiempo trabajado. Este trámite debe hacerse antes de iniciar la solicitud formal de pensión, ya que cualquier error puede afectar el cálculo final del monto mensual a recibir.
GP