En un contexto de debate sobre el bienestar laboral y la productividad, la jornada laboral en México continúa siendo tema de discusión entre legisladores, trabajadores y empresas. Aunque la legislación establece un marco legal definido, las largas horas de trabajo y la falta de equilibrio vida-trabajo siguen marcando la realidad de millones de mexicanos.
De acuerdo con la Ley Federal del Trabajo (LFT), una jornada laboral ordinaria completa está compuesta por 48 horas semanales, distribuidas regularmente en 8 horas diarias por seis días a la semana, con al menos un día de descanso obligatorio (usualmente el domingo). Esta jornada se considera “legal”, aunque México es uno de los países con las jornadas más largas entre los miembros de la OCDE.
Tipos de jornadas reconocidas por la ley
Contexto: La LFT reconoce tres tipos de jornadas laborales: la jornada diurna que es de 6:00 a 20:00 horas, con un máximo de 8 horas diarias; la jornada nocturna, de 20:00 a 6:00 horas, con un máximo de 7 horas diarias y la jornada mixta, es decir la combinación de ambas, con un máximo de 7.5 horas diarias.
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Cualquier tiempo que exceda estos límites se considera horas extra, que deben ser pagadas con un 100% adicional por cada hora excedente, y en algunos casos hasta con el 200%, según el número de horas y condiciones.
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Estos son los trabajadores que sí tendrán reducción de jornada laboral
México ha dado un paso significativo en materia laboral con la propuesta de reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) que plantea reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales. La iniciativa, que se implementará de forma gradual y se proyecta concluir en 2030.
Actualmente, la LFT permite jornadas de hasta 48 horas semanales, distribuidas en seis días de trabajo con un día de descanso. Con la reforma, esta estructura cambiaría a cinco días laborables y dos de descanso obligatorio, sin reducir el salario ni afectar las condiciones contractuales, por lo que todas y todos los trabajadores que trabajan más de 40 horas a la semana serán las principales beneficiadas por este cambio en la jornada laboral.
Sin embargo, la propuesta no ha estado exenta de polémica. Diversos sectores del ámbito empresarial han manifestado su preocupación por los posibles efectos económicos que la reforma podría acarrear. Algunas voces han advertido sobre el riesgo de que empresas decidan trasladar sus operaciones fuera del país, así como un eventual incremento en la pérdida de empleos, especialmente en sectores con alta demanda de mano de obra.
AJA