Poner fin a los gasolinazos o alza del precio de los combustibles, fue una de las promesas de campaña con las que Andrés Manuel López Obrador llegó a la presidencia de México, sin embargo, a poco más de un mes de terminar su mandato, el precio de la gasolina no solo no dejo de subir, aumento, quedándose muy lejos de los 10 pesos que prometió que constaría.
En 2016, durante el II Congreso Nacional Extraordinario de Morena en la Ciudad de México, el hoy mandatario de México reafirmó su “compromiso de bajar el precio de las gasolinas, el diésel, el gas y la energía eléctrica en beneficio de consumidores, transportistas y pequeños y medianos empresarios”.
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“Si ya estuviésemos en el gobierno, si Morena estuviese gobernando México en estos momentos, la gasolina no costaría 14 pesos por litro. Costaría, cuando mucho, lo que cuesta en Estados Unidos: 10 pesos por litro”, declaró AMLO al presentar su Proyecto Alternativo de Nación 2018-2024. Pero la realidad ha sido otra.
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¿Qué pasó con la gasolina durante la administración de AMLO?
En 2018, AMLO inició su mandato como presidente de México con una tendencia a la alza en el precio de los combustibles. En ese entonces, la gasolina regular o Magna costaba 19.41 pesos, la Premium costaba 20.95 pesos y el diésel costaba 20.78 pesos, pero ahora, a poco más de un mes de terminar su mandato, los precios han subido considerablemente.
La gasolina regular o Magna subió 4.50 pesos, costando ahora 23.91 pesos, la gasolina Premium se elevó 4.53 pesos, costando ahora 25.48 pesos y el diésel subió 4.80 pesos, costando ahora 25.58 pesos, conforme a los datos oficiales de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Durante su sexenio, Andrés Manuel López Obrador, inyectó capital a la empresa estatal Petróleos Mexicanos (PEMEX), entre otras cosas, para la construcción y modernización de refinerías, como las de Dos Bocas, Tabasco, donde se producirán combustibles para el consumo interno del país y dejar de depender de la importación.
Pese a ello, el precio de los combustibles no ha visto reducciones significativas que lo acerquen a los 10 pesos que había prometido en tiempos electorales. Y aunque las refinerías se echen a andar próximamente, no se ha garantizado que esto baje el precio de la gasolina.
De acuerdo con Alejandro Montufar, director de PetroIntelligence, el alza en los precios de la gasolina se explica, entre otras cosas por:
- El aumento de los petroprecios
- La depreciación del peso frente al dólar
- El costo de la logística
- Los impuestos
- El margen de venta
- El ajuste de calidad
- Los costos de seguridad
- La competencia en el mercado
La importación de gasolina no es el problema del alto precio
La importación de gasolina ha sido la excusa constante del Gobierno Federal para justificar el alto precio de las gasolinas en México, una da las más caras de América Latina, sin embargo, hay un país que dependiendo de la importación ha conseguido lo que en México ha quedado en promesa de campaña, que la gasolina cueste 10 pesos.
Dicho país es Bolivia, en el cual, revelan datos del 5 de agosto del 2024 de Global Petrol Prices, el litro de gasolina se comercializa a 3.74 bolivianos, el equivalente aproximado a 10.49 pesos mexicanos. En comparación con otros país de América Latina, Bolivia es el segundo país con el precio más bajo por litro de gasolina, solo detrás de Venezuela.
Global Petrol Prices, una empresa dedicada a analizar el precio de los combustibles en más de 150 países, afirma que por regla general, los países ricos tienen gasolinas más caras, mientras que los que producen y exportan petróleo tienen gasolinas más baratas, salvo México, quien está entre los países con las gasolinas más caras del continente.
La aseveración de que países ricos tienen gasolinas caras se comprueba en ejemplos como Hong Kong, donde la gasolina cuesta 63.37 pesos mexicanos, mientras que países petroleros como Irán, Libia y Venezuela, mantienen precios por debajo de 1 peso mexicano.
¿Cómo hizo Bolivia para vender la gasolina a 10 pesos?
En 2004, el Gobierno de Bolivia promulgó el Decreto Supremo 27691, el cual, congeló el precio del barril de petróleo que se procesa en las refinerías en 27.11 dólares. Además, estableció márgenes máximos y mínimos para el precio de referencia de las gasolinas y otros productos refinados.
Desde entonces, y junto con el Decreto Supremo 27992 de 2005, se fijó la base legal de la política de subvención a los precios de los combustibles vendidos al consumidor final, manteniendo el precio de las gasolinas a 10 pesos por litro.
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VGB