La falta de una buena planeación en materia de salud, así como de recursos económicos impidió que el proyecto del Instituto Nacional de Salud y Bienestar (Insabi) funcionara, coincidieron la especialista en Salud del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, Judith Méndez y catedrático de la Facultad de Medicina, de la UNAM, David Sánchez Mejía.
Advirtieron además que el funcionamiento adecuado para la cobertura de población sin seguridad social, que fue el objetivo del Insabi y ahora del IMSS-Bienestar, pasa por el aumento de la inversión en el sistema de salud. Sin inversión mínima necesaria, es imposible avanzar en la cobertura de servicios de salud. Se corre el riesgo de volver a fracasar.
El Insabi, cabe recordar, arrancó con una bolsa de 74 mil 556 millones 294 mil 861 pesos.
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De acuerdo con fuentes de Salud, si bien el decreto mediante el cual se anunció la desaparición del Insabi fue del 29 de mayo de 2023, éste debió haber quedado liquidado el 27 de noviembre del mismo año. Sin embargo, no ha terminado de ocurrir en su totalidad porque no ha existido la celeridad que se requiere.
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AMLO reconoce que el Insabi falló
El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que el Insabi fracasó como proyecto para sustituir al Seguro Popular. El mandatario justificó en la conferencia matutina en Palacio Nacional, que se debió a “resistencias” e “inercias”, aunque no aclaró qué ocurrió con el fideicomiso Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi), del cual desaparecieron 44 mil 392 millones de pesos, tal como reportó La Silla Rota el 27 de abril del 2023.
Judith Méndez recordó que cuando el Insabi se anunció, también se informó que el programa no tendría limitación de tratamientos médicos y que iba a atender todo, excepto enfermedades de tercer nivel, a diferencia del Seguro Popular que solo cubrió a cierta población y ciertos tratamientos.
Así como se estaba ampliando el objetivo del Insabi, también se requería ampliar el presupuesto para cumplir con sus objetivos, lo cual no ocurrió, explicó la experta.
Por su parte, David Sánchez Mejía dijo que mientras el Seguro Popular se basaba en un sistema de financiamiento, el Insabi sólo pretendía ser un prestador de servicios, entonces el cambio normativo y de diseño institucional era coloquialmente con calzador y hubo un desconocimiento y falta de experiencia del gobierno federal en el tema.
El Insabi entró en vigor el 29 de noviembre de 2019 y el 29 de mayo de 2023 fue extinguido. Sus funciones pasaron al Organismo Público Descentralizado IMSS Bienestar.
La explicación de AMLO sobre la creación del Insabi
En la conferencia de este 10 de julio, el presidente López Obrador fue cuestionado sobre el desempeño del Insabi y reconoció que no sirvió para lo que originalmente estaba diseñado. Pero dio su explicación de cuáles fueron las causas.
“Hubo muchas resistencias y entonces cometimos… Decidimos crear el Insabi buscando así resolver, pero había inercias, llevaban a que al final hiciéramos lo mismo: entregarles los fondos a los estados”, dijo en Palacio Nacional.
El presidente afirmó que pese al fracaso del Insabi, gracias a este programa se cambió la ley para poder comprar medicamentos en el extranjero, aunque en diciembre pasado el gobierno cedió la compra de medicamentos para el IMSS, IMSS-Bienestar e ISSSSTE a la empresa Birmex.
El mandatario concluyó el tema y reconoció el fracaso del Insabi.
“Ahí tuvimos un tropiezo administrativo; se corrigió y ahí vamos hacia adelante”, respondió.
La explicación de expertos sobre el fracaso del Insabi
Judith Méndez, del área de salud del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, mencionó en entrevista con La Silla Rota que si bien hubo varios factores que abonaron a que el Insabi no terminara de funcionar como son la gobernanza, la distribución de medicamentos o la operación de los estados, el funcionamiento pasaba por aumentar la inversión que se hace en general en el sistema de salud y de manera particular al instituto.
“Ahora incluso con el Organismo Público Descentralizado IMSS Bienestar, lo que hemos insistido es en esta necesidad de una mayor inversión en el sector salud y en particular en la población sin seguridad social. Esto es porque a nivel nacional invertimos de gasto público menos de 3 puntos del PIB, cuando la recomendación internacional son 6 puntos”, explicó.
Sin ese mínimo, se genera una brecha presupuestaria que limita los recursos y la atención que podría recibir la población objetivo. Afirmó que, si se pasa ese presupuesto a datos per cápita, lo que se encuentra es una desigualdad importante que indica que una persona con IMSS o ISSSTE, tiene el doble de recursos que una persona sin seguridad social, con lo que fue el Insabi o ahora el OPD IMSS Bienestar.
“Si bien hay otros temas que también son relevantes, de nuestra trinchera lo que creemos es que una de las razones por las cuales no termina de funcionar o de consolidarse este sistema, sea IMSS Bienestar o Insabi para la población sin seguridad social, es que no cuenta con la inversión mínima requerida para avanzar en la cobertura universal”, remarcó.
Méndez recordó que cuando comenzó a discutirse la creación del Insabi en 2019, se mencionó que su objetivo era universalizar la salud, un objetivo válido y relevante, pero que debía hacerse de manera seria y poniéndole números.
“En ese entonces publicamos lo que era el impacto presupuestario del Insabi, porque el Centro de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados publicó que el impacto presupuestario del Insabi sería cero, que no se requerirían recursos adicionales para que funcionara. Nosotros lo que mencionamos es que sí se requería ampliar el presupuesto, así como se estaba ampliando el objetivo de la cobertura con el Insabi”.
Reconocimiento de fracaso llega tarde
Al abogado David Sánchez Mejía, le sorprendió el reconocimiento del fracaso del Insabi por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque consideró que es tardío. Porque el reconocimiento ya se había dado desde 2022 cuando el mandatario anunció la federalización de los sistemas de salud a través del IMSS y después en 2023 con la desaparición del Insabi y la creación del OPD IMSS Bienestar.
Sánchez Mejía también vio como una justificación que López Obrador dijera que hubo resistencias e inercias que no ayudaron al programa. La implementación del programa fue una mala articulación de algo que ya funcionaba, bien o mal -el Seguro Popular- pero incorporar el nuevo modelo sin tomar en cuenta la realidad falló.
“El presidente más bien trató de corregir su dicho, apuntó a los actores a los que siempre apunta”, señaló Sánchez Mejía.
¿Qué se perdió con el fallido Insabi?
Ambos expertos coinciden en que se perdió tiempo con la fallida implementación del Insabi y no haber creado el OPD IMSS Bienestar desde inicios de la actual administración.
Méndez enfatizó que mientras no se ponga el acento en los recursos para el sistema de salud para quienes no tienen seguridad social, se corre el riesgo de volver a fracasar.
“Hay tal vez ciertas lecciones, como esto de hacer los convenios adaptados con los estados y que en algunos casos se incluyan ciertos niveles de atención y en otros no. Sin embargo, tampoco es un tema fácil, el asunto presupuestario sigue quedando pendiente también, porque aquí tenemos la restricción de recursos, no solo del sector salud.
“En general es el sistema fiscal como tal. Que por ejemplo aquí es donde ya volvemos a insistir en las razones por las cuales requerimos una reforma, una modificación en el tema fiscal, si es que queremos invertir en estas otras prioridades como la salud”, recalcó Méndez.
Por su parte Sánchez Mejía reiteró que es sorprendente y es noticia que el presidente haya reconocido que el Insabi fue un fracaso.
Pero también el abogado vio que el presidente buscó achacar culpas a otros actores, cuando además había un mal diseño normativo. Eso causó una pérdida de tiempo, aunque es optimista que se recupere y que con la estructura que llegue en el próximo gobierno de Claudia Sheinbaum mejore la situación.
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