La tasa de aprobación de iniciativas del presidente Andrés Manuel López Obrador, presentadas ante el Congreso de la Unión, es de 63.3 por ciento, es decir, la más baja desde 1917, de acuerdo con un estudio del Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado de la República.
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De acuerdo con Gustavo López Montiel, doctor en Ciencia Política, este retroceso que presentó el Congreso en el sexenio de AMLO se debe a la agenda presidencialista que marcó el ritmo de las discusiones y aprobaciones de las iniciativas presentadas.
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“A diferencia de otros presidentes que tenían agendas más amplias, AMLO se centró en dos aspectos: echar para atrás reformas que él consideraba simbólicas, aprobadas en el sexenio de Peña Nieto reformas muy específicas que generaban impactos en la agenda que el presidente había puesto: Guardia Nacional y las reformas al sector energético. El presidente no generó iniciativas nuevas en torno a educación, con excepción de las pensiones. Eso le restó eficiencia en otros temas relevantes, pero que mientras no se sacarán los temas que para él eran relevantes él mismo se estancó ahí”.
El especialista refirió que el desempeño del Congreso en el sexenio de AMLO es similar a lo ocurrido en los tiempos más oscuros del PRI.
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“Hubo un retroceso porque el Congreso había logrado generar, en los sexenios anteriores, grupos parlamentarios independientes del poder. Incluso en el de Peña Nieto, si bien tuvo la mayoría en su momento, fue muy complicado para él porque quienes coordinaban el Congreso eran grupos de poder importantes. El retroceso fue porque las iniciativas dejaron de negociarse y de leerse. Pasó lo que ocurría con el PRI en los momentos más oscuros: no se negociaba nada”.
López Montiel considera que el error de Morena fue no aprobar las iniciativas cuando tenían mayoría en el Congreso al inicio del sexenio.
“Cuando el presidente empezó a confrontar, muchas iniciativas se detuvieron. Me parece que sí hubo error por parte del presidente de Morena al no aprobar parte de sus leyes cuando ellos tenían mayoría al inicio del sexenio, sino que después cuando hubo confrontación ya fue complicado aprobar las iniciativas.
“Las que se aprobaron, fueron aprobadas violando el proceso legislativo y muchas están siendo revocadas por la Corte. Sí hubo un tema de ineficiencia en el Congreso en este caso”.
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El estudio
La falta de mayoría simple y una política de confrontación con la oposición convirtieron al gobierno de Andrés Manuel López Obrador en el periodo presidencial con una tasa de iniciativas aprobadas más bajo para el Ejecutivo desde 1917, de acuerdo con un estudio de la Dirección General de Difusión y Publicaciones del Instituto Belisario Domínguez (IBD).
En la investigación “La tasa de aprobación de las iniciativas del Ejecutivo Federal 2018-2024: entre el gobierno dividido y la falta de oficio político " se explica que, durante este sexenio, el Poder Legislativo aprobó el 63.36% de las iniciativas del presidente, cifra que representa 6 de cada 10.
De acuerdo con el análisis del investigador César Alejandro Giles Navarro, la tasa de aprobación de las iniciativas del presidente López Obrador fue del 63.36%; frente a un 79.84% de Peña Nieto; 79.55% de Calderón y 74.70% de Fox; mientras que de 1917 al año 2000, la tasa de aprobación de las iniciativas del Ejecutivo fue superior al 98%.
Del 1 de diciembre de 2018 y el 8 de mayo de 2024, el Poder Ejecutivo envió 101 iniciativas al Congreso de la Unión, de las cuales 64 fueron aprobadas y publicadas en el Diario Oficial de la Federación.
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Problemas para negociar
Según el estudio, la baja tasa de iniciativas aprobadas se debe a la falta de mayorías calificadas, situación que se reflejó cuando el presidente propuso reformas a la Constitución.
Sin embargo, otros factores que se reflejaron en la relación que el Ejecutivo tuvo con el Poder Legislativo fue la política de confrontación del presidente hacia los grupos parlamentarios de oposición.
Además, señalan que durante el periodo de su gobierno Andrés Manuel López Obrador demostró poca disposición para negociar.
De acuerdo con la investigación, esta manera de hacer política también se reflejó en las reformas invalidadas por el Poder Judicial.
En conclusión, César Alejandro Giles Navarro enfatiza que la agenda legislativa del Ejecutivo resulta efectiva cuando es de concertación a la de confrontación.
VGB