SINDICATOS

Sindicalismo en México: La historia de sus tácticas, vicios y corrupción

El término "charro sindical" se refiere a líderes sindicales corruptos, cuya trayectoria ha estado marcada por el enriquecimiento personal, la falta de democracia interna y la lealtad al Estado en lugar de a los trabajadores

Créditos: LaSillaRota
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Para entender mejor el término del sindicalismo mexicano el historiador Víctor Valera Romero, de la UAM, a través de su texto "La historia de los líderes charros: una radiografía de la corrupción sindical", no da luz en un tema que es escabroso para la historia y política mexicana y que, sin duda, poco se habla de ello. De acuerdo con el historiador, en el contexto mexicano, el término "charro sindical" se refiere a líderes sindicales corruptos, cuya trayectoria ha estado marcada por el enriquecimiento personal, la falta de democracia interna y la lealtad al Estado en lugar de a los trabajadores. Estos líderes sindicales han dejado a un lado las causas obreras y han utilizado los sindicatos como trampolín para obtener poder y beneficios personales.

El inicio del sindicalismo mexicano se remonta a las luchas de los trabajadores mineros y textiles de Cananea y Río Blanco en los primeros años del siglo XX. Sin embargo, con el tiempo, el movimiento obrero mexicano se vio afectado por la corrupción y la alianza con el Estado, lo que dio origen a la figura del charro sindical. El historiador Víctor menciona algunos ejemplos destacados de líderes charros que incluyen a Luis Napoleón Morones, Fidel Velázquez y Alfonso Ochoa Partida. Estos líderes utilizaron su posición para obtener poder político y enriquecerse a expensas de los trabajadores.

En la actualidad, de acuerdo con Víctor Valera Romo,  el sindicalismo mexicano sigue enfrentándose a la corrupción y a la perpetuación de líderes charros en puestos de poder. Entre los casos más notorios, recordados por el historiador, por los medios de comunicación así como por la política mexicana se encuentran Elba Esther Gordillo, líder del sindicato de maestros; Carlos Romero Deschamps, líder de los trabajadores de Pemex; Víctor Flores Morales, líder ferrocarrilero; y Francisco Hernández Juárez, líder de telefonistas.

Elba Esther Gordillo estuvo al mando del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) durante 23 años y utilizó su posición para fundar el Partido Nueva Alianza (Panal) y enriquecerse personalmente. A pesar de haber sido encarcelada por lavado de dinero y otros delitos, Gordillo fue liberada por falta de pruebas y ha intentado retomar el control del sindicato sin éxito.

Carlos Romero Deschamps, por su parte, lideró el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) durante 26 años, siendo acusado de desvío de fondos y enriquecimiento ilícito. A pesar de las leyes de transparencia y las reformas laborales, el STPRM sigue enfrentándose a la falta de rendición de cuentas y al manejo opaco de recursos.

Víctor Flores Morales, líder del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana (STFRM), ha sido acusado de fraude, delincuencia organizada, extorsión y enriquecimiento ilícito. A pesar de las acusaciones, sigue en el poder y ha ocupado cargos públicos en varias ocasiones. Francisco Hernández Juárez, líder del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), ha estado en su cargo desde 1976 y ha participado activamente en las negociaciones con el Estado, incluida la privatización de Telmex en los años noventa.

La persistencia de la corrupción sindical en el país  es un problema que afecta a los trabajadores. Durante su mandato, Francisco Hernández Juárez ha sido criticado por la falta de transparencia en el manejo de los recursos del sindicato y la escasa democratización en su estructura. Algunos miembros del STRM han denunciado prácticas antidemocráticas y autoritarias, así como nepotismo en la designación de puestos.

A pesar de estas acusaciones, Hernández Juárez ha sido capaz de mantener el apoyo de una parte importante de los telefonistas, gracias en parte a su habilidad negociadora y a la defensa de los derechos laborales de sus agremiados en momentos críticos, como la mencionada huelga de 2022.

La lucha contra la corrupción sindical

El actual gobierno federal ha impulsado varias medidas para combatir la corrupción sindical y promover la democratización en estas organizaciones, sin embargo en palabras del historiador, las cuentas aún siguen sin cuadrar, es decir, la corrupción sigue siendo parte de ellos. Entre las iniciativas más relevantes se encuentra la Reforma Laboral de 2019, que busca garantizar la libertad sindical, la transparencia en la gestión de recursos y la elección de líderes mediante voto directo, libre y secreto.

Sin embargo, la lucha contra la corrupción sindical no es tarea fácil. A pesar de los avances en materia legal, las prácticas clientelares, el enriquecimiento ilícito y la falta de rendición de cuentas continúan siendo problemas que aquejan a muchos sindicatos mexicanos.

La corrupción sindical no solo afecta a los trabajadores, que ven mermados sus derechos y beneficios, sino que también perjudica al conjunto de la sociedad, al limitar el desarrollo económico y fomentar la desigualdad. Por ello, es fundamental que se sigan implementando acciones para erradicar estas prácticas nocivas y garantizar un sindicalismo transparente y democrático en México.

La maraña de palabras y tácticas políticas en México; lo que nos dejó el sindicalismo

Muchas de las prácticas en la política mexicana se remontan a tiempos de la revolución, en aquellos tiempo, de acuerdo a historiadores y politólogos se fundaron los vicios del país en mucho sentidos. A la par del crecimiento de una "cultura política mexicana" existían las negociaciones con sindicatos, población y demás gremios que, a la postre, tarde o temprano se doblegaban hacía el poder con tal de existir o recibir dadivas. Como otra muestra de estos "vicios" se encuentra la forma en que los políticos hablan y sus "tácticas", en ese sentido, el periodista Ramón Zurita Sahagún realiza una reflexión en su texto titulado "El Enredo las palabras". 

Allí, Zurita Sahagún menciona que la política en México ha cambiado mucho en las últimas tres décadas, pero hay tácticas que siguen vigentes en el ámbito político. Recuerda, una vez más, a Fidel Velázquez Sánchez, dirigente obrero que tuvo una enorme influencia en la política nacional desde la década de los 40 hasta principios de los 90, siendo líder de la poderosa CTM y un pilar del PRI.

Recordó que Velázquez Sánchez solía ofrecer conferencias de prensa semanales, donde mostraba gran habilidad para manejarlas a su favor. Cuando no quería responder a preguntas incómodas, balbuceaba o negaba haber dicho algo. Otra estrategia era acusar de manipulación del audio en las grabadoras o malinterpretación de sus palabras.

A manera de reflexión, agrega, es necesario que la ciudadanía y los medios de comunicación se mantengan alerta y exijan claridad en las acciones de los políticos. Solo así será posible avanzar hacia una política más transparente y responsable, en la que los líderes respondan a las necesidades de la población y no solo a sus intereses personales o partidistas.

DJC