En la última década, México ha destinado cientos de millones de dólares a infraestructura para combustibles fósiles de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), etiquetándolos como gastos para enfrentar el cambio climático y promover la transición energética, según documentos analizados por Reuters.
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El presidente Andrés Manuel López Obrador, en el cargo desde 2018, ha impulsado la exploración y producción de combustibles fósiles, construido nuevas refinerías y adquirido otras, mientras paraliza proyectos de energía renovable y debilita reguladores independientes.
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Bajo su mandato, varias dependencias gubernamentales informaron haber gastado 27 mil millones de dólares en la lucha contra el cambio climático y 99 mil millones de pesos en la transición energética. No obstante, el análisis de las cuentas públicas revela que Pemex gastó 5.6 mil millones de pesos en cambio climático y 1.3 mil millones en transición energética en el mismo periodo, sin mencionar proyectos de energías renovables.
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Pemex, el lastre de la economía en sexenio de AMLO
A pesar de los millonarios recursos gubernamentales que se le inyectan, en los últimos 12 años, Pemex acumula pérdidas por 2.87 billones de pesos. Tan solo este 2023 arrancó con complicaciones, al registrar esta empresa del Estado una caída en la producción de petróleo de 107 mil barriles diarios en los tres primeros tres meses del año.
De 2015 a 2024, los apoyos acumulados a Pemex ascienden a 2 billones 229 mil millones de pesos. Este monto se debe principalmente por las aportaciones patrimoniales hechas por parte del gobierno federal y por la reducción de la tasa del DUC.
Las alertas en materia financiera de Pemex se mantienen prendidas, pues solo entre enero y marzo de 2023 la empresa petrolera recibió de parte del gobierno federal 17,700 millones de pesos vía aportaciones de capital. Este monto equivale a 75 veces el importe anual aprobado en el Presupuesto de Egresos 2023 para el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático –INECC– o casi 17 veces la partida presupuestal asignada al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales –INAI–.
En meses pasados, Moody´s y Fitch Ratings redujeron las notas crediticias de Pemex. Por un lado, Moody´s mantuvo en B1 la calificación pero con un cambio de perspectiva de estable a negativa. Por otro lado, Fitch Ratings bajó la calificación de BB- a B+ con perspectiva negativa. Ante ello, las mismas calificadoras han destacado el papel del gobierno federal como herramienta para la mejora en la calificación de Pemex. Sin embargo, también han resaltado el riesgo sobre el país respecto a una reducción en su nota crediticia, de acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
México falla en sus compromisos contra el cambio climático
A pesar de los compromisos internacionales, México y otras naciones están bajo presión para hacer más en la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, el gobierno de López Obrador ha centrado sus esfuerzos en proyectos que priorizan el impacto social sobre el ambiental, destacó la agencia internacional de noticias.
En 2012, México se convirtió en la primera gran economía emergente productora de petróleo en aprobar una ley para reducir emisiones, pero sin compromisos claros de gasto. Desde entonces, el país ha enfrentado desafíos en la implementación de medidas efectivas para abordar la crisis climática. En la antesala de la COP28 de Naciones Unidas, México se encuentra bajo escrutinio, y los cuestionamientos sobre la efectividad y la transparencia de sus acciones contra el cambio climático podrían afectar su reputación en el ámbito internacional.