De cara al cónclave en el que se elegirá al próximo líder de la Iglesia Católica, se intensifica la lucha de poder entre las distintas ideologías que compiten por el control del Vaticano. Incluso, arremetiendo en contra del recién fallecido papa Francisco con la intención de desacreditar su gestión e impulsar a un candidato ideológicamente distinto.
Este miércoles llamó la atención la declaración del cardenal Beniamino Stella durante las congregaciones generales o reuniones pre-cónclave, en las que atacó al papa Francisco, acusándolo de haber "pasado por alto la larga tradición de la Iglesia" que vincula el poder de gobierno con los órdenes sagrados.
Y afirmó que Francisco "impuso sus ideas" al permitir por primera vez que laicos y mujeres tuvieran cargos de gobierno en la curia romana. Con esta declaración Stella se pronuncia en contra del nombramiento de una monja como "prefecto" de un dicasterio.
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Un cardenal anónimo describió el discurso de Stella como "el más duro" de las críticas escuchadas en contra del papado de Francisco.
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Stella, de 81 años de edad, no participará en el cónclave por no cumplir con el requisito mínimo de edad, pero funge como uno de los "grandes electores", "kingmakers" o "influencers" en las reuniones pre-cónclave, por lo que puede influir sobre otros cardenales que sí estarán en el cónclave, a favor de su candidato a papa.
Stella está detrás de la candidatura a papa del cardenal Pietro Parolin. El argumento detrás de esta campaña es que, después del papado de Francisco, que "creó desorden y confusión" en la Iglesia, se necesita una figura "moderada y diplomática, como la del secretario de Estado, para volver a poner las cosas en su lugar".
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Ideologías en la Iglesia Católica
Más allá de la crítica específica de Stella, diferentes ideologías presentes en el Colegio Cardenalicio se disputan el poder y el futuro de la Iglesia.
El cónclave estará compuesto por 137 cardenales con derecho a voto (aunque otra fuente menciona 133 electores), y la composición ideológica sugiere una posible continuidad con el legado de Francisco, aunque el papel de los moderados podría generar nuevas dinámicas.
Las principales facciones ideológicas identificadas son:
- Bergoglianos: El grupo más numeroso, con 53 miembros, que siguen la doctrina y enfoque pastoral de Francisco. Se les describe como de visión relativamente liberal y moderada, y podrían ser clave en la elección.
- Moderados: Un grupo de 39 cardenales, más difícil de prever. Mantienen posturas conservadoras en algunos temas sociales pero fluctúan en otros. Su voto podría ser decisivo si se alían con los bergoglianos.
- Conservadores: Suman 25 miembros y se alinean con la moral tradicional de la Iglesia, defendiendo posiciones doctrinales más rígidas y una interpretación clásica del catolicismo.
- Progresistas: Son 15 cardenales que promueven mayor inclusión en la Iglesia y posiciones socialmente liberales.
- Tradicionalistas: El grupo más pequeño, con apenas 5 miembros, que critican la dirección actual de la Iglesia por considerarla "demasiado progresista" y alejada de sus raíces.
La composición actual del Colegio Cardenalicio, con una mayoría de cardenales creados por Francisco (quien descentralizó la iglesia nombrando purpurados "de las periferias"), inclina la balanza hacia la posibilidad de una continuidad.
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No obstante, la influencia de los moderados podría ser significativa. El cónclave elegirá al pontífice mediante escrutinio secreto, requiriendo dos tercios de los votos para una elección válida.
