La polémica entrevista concedida por Susie Wiles, jefa de gabinete de la Casa Blanca, a Vanity Fair ha provocado una fuerte reacción entre republicanos, asesores presidenciales y aliados de Donald Trump, que en público cerraron filas para defenderla, pero que en privado expresan desconcierto, frustración y preocupación por el impacto político del reportaje.
La publicación, un extenso artículo de más de 10.000 palabras basado en 11 entrevistas realizadas a lo largo de un año, incluyó declaraciones directas de Wiles en las que criticó al presidente Trump y a miembros clave del gabinete. El texto, acompañado de fotografías de alto perfil y comentarios oficiales del vicepresidente J.D. Vance y del secretario de Estado Marco Rubio, fue percibido por muchos republicanos como innecesario y políticamente dañino.
Un asesor cercano a la Casa Blanca describió la entrevista como “extremadamente desmoralizante”, mientras que otra fuente resumió el sentir interno con una frase contundente: “Hasta ahora… ¿qué carajo?”.
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Reacciones republicanas a la entrevista de Susie Wiles
Tras la publicación, asesores y aliados del Ala Oeste se apresuraron a minimizar el impacto del reportaje. Varias críticas fueron calificadas como “bromas internas” o como parte de un “artículo difamatorio” elaborado por los medios. Sin embargo, puertas adentro, el desconcierto fue evidente.
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“¿Por qué Vanity Fair?”, se preguntó un funcionario de la Casa Blanca que habló bajo condición de anonimato. “Nunca han sido ni remotamente buenos con nosotros. Fue muy, muy extraño”.
El propio Donald Trump buscó zanjar la controversia al declarar al New York Post que mantiene su plena confianza en Wiles, a quien definió como alguien que “ha hecho un trabajo fantástico”.
Un momento delicado para la administración Trump
Contexto: La entrevista llegó en un contexto complejo para la Casa Blanca. En las últimas semanas, la administración Trump ha enfrentado titulares negativos, entre ellos el aumento de la tasa de desempleo, la caída en los índices de aprobación presidencial y malos resultados electorales para el Partido Republicano. A esto se suman inquietudes sobre la política exterior, incluida la creciente tensión en torno a Venezuela.
Fuentes republicanas señalaron que el reportaje refuerza la percepción de que los acontecimientos están marcando la agenda del presidente, y no al revés. En paralelo, la Casa Blanca ha sufrido reveses como la votación del Congreso para obligar a la publicación de los archivos de Jeffrey Epstein y decisiones judiciales adversas relacionadas con Letitia James y James Comey.
“Hay mucha frustración porque la Casa Blanca parece indisciplinada cuando debería estar enfatizando sus logros económicos”, explicó una fuente cercana al Partido Republicano.
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Susie Wiles bajo la lupa
Wiles, reconocida por su perspicacia política y lealtad, fue descrita por aliados como una operadora experimentada que comprende a fondo las reglas del juego mediático. Precisamente por eso, muchos republicanos dicen no entender por qué aceptó cooperar tan plenamente con un medio históricamente crítico de Trump.
Una fuente de alto rango sostuvo que “la honestidad no siempre es la mejor política” y recordó el destino de otros jefes de gabinete que terminaron debilitados por una exposición excesiva. “Esto fue intencional. Ella sabe exactamente lo que significan ‘en segundo plano’ y ‘extraoficialmente’”, afirmó.
Tras la publicación, Wiles calificó el reportaje como un “artículo de ataque engañosamente elaborado”, aunque no negó haber realizado los comentarios citados.
Los principales referentes del trumpismo salieron rápidamente en defensa de la jefa de gabinete. Donald Trump Jr. la describió como “eficaz y confiable”, mientras que el director de la Oficina de Administración y Presupuesto, Russ Vought, aseguró que Wiles es “excepcional”.
El vicepresidente J.D. Vance, aludido en el artículo por supuestas inclinaciones conspirativas, restó dramatismo al asunto durante un acto en Pensilvania, bromeando con que solo cree en teorías conspirativas verdaderas. Una persona cercana a ambos calificó el comentario como una broma interna.
La fiscal general Pam Bondi, criticada en el reportaje por su manejo de los archivos de Epstein, afirmó en la red social X que Wiles es una “querida amiga” y que “cualquier intento de dividir a esta administración fracasará”.
AJA
