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Angélica Prats, hija de histórico general chileno: "Duele que se piense que el golpe tuvo sentido"

Angélica Prats, hija del general Carlos Prats, critica que aún se justifique el golpe de Pinochet en Chile 50 años después

Créditos: EFE
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Angélica Prats, descendiente del general Carlos Prats, ex comandante jefe de las Fuerzas Armadas durante la administración de Salvador Allende (1970-1973), expresó su desconcierto ante la idea de que, cinco décadas después del golpe liderado por Augusto Pinochet en Chile, hay quienes justifican el acto. Señaló en una charla en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Santiago que parecía que la sociedad no había progresado.

Carlos Prats, un importante aliado de Allende y ex Ministro de Interior y Defensa, permaneció leal al orden constitucional hasta los últimos momentos del mandato presidencial. El clima político del país estaba cargado, con fuertes tensiones entre el gobierno y una oposición encabezada por la Democracia Cristiana. Este contexto llevó a Prats a dejar su puesto bajo presión de militares en contra de Allende.

El general Prats enfrentó protestas públicas en su contra, organizadas por esposas de otros generales. Angélica comentó sobre la sorpresa de su padre ante este acto, ya que esas personas nunca mostraron abiertamente su descontento.

Cuando se vio rodeado de desconfianza, Prats optó por renunciar. Curiosamente, sugirió como su posible sucesor a Augusto Pinochet, en un intento de calmar las aguas turbulentas. Angélica refirió a esta decisión como un signo de la ingenuidad de su padre. En sus memorias, el general menciona que esperaba que Pinochet llevara una solución política a la situación de Chile, evitando un golpe militar.

El fatídico 11 de septiembre de 1973 encontró a Carlos Prats en la residencia de su hija Angélica, donde ambos observaron con incredulidad el golpe militar liderado por Pinochet.

Prats, antes de partir al exilio en Argentina, envió una carta a Pinochet, donde reflexionaba sobre las decisiones tomadas y el futuro de Chile. Durante su tiempo en Argentina, el general se dedicó a escribir sus memorias, finalizándolas poco antes de su trágica muerte.

Un vehículo en el que viajaban Prats y su esposa, Sofía Cuthbert, fue blanco de un atentado en septiembre de 1974, dejando a ambos sin vida. Tras años de investigación, la Corte Suprema en 2010 identificó a los responsables. Angélica destacó la cercanía de los perpetradores con su padre y lamentó que no se haya establecido la implicación de Pinochet.

Años pasaron antes de que la familia Prats-Cuthbert encontrara justicia y reconocimiento. Angélica compartió cómo estas décadas estuvieron marcadas por la anormalidad y la lucha constante por la verdad. Al reflexionar sobre el pasado, Angélica subrayó la necesidad de aprender de la historia para asegurar que ciertos eventos no se repitan. Con pasión, concluyó que la sociedad debería unirse en el acuerdo de que tales hechos no deben volver a ocurrir.

Contexto: El golpe de Estado en Chile

En Chile, la fecha 11 de septiembre es significativa debido a los eventos que marcaron el rumbo político y cultural del país. Según datos de Memoria Chilena, entidad gubernamental, el precursor a estos eventos comenzó el 8 de septiembre de 1973. Fue en esa fecha cuando el general Arellano Stark buscó el apoyo del general Pinochet, quien evadió dar una respuesta concreta. Posteriormente, el presidente Salvador Allende anunció su plan de realizar un referéndum para abordar la crisis política del momento. Sin embargo, todo cambiaría rápidamente.

El 11 de septiembre de 1973, desde tempranas horas de la mañana, los eventos tomaron un giro inesperado. Allende, al ser alertado de un motín, llegó al Castillo de La Moneda. Poco después, un anuncio de la junta militar se transmitió y menos de una hora después, La Moneda se encontraba bajo ataque. Salvador Allende, en medio del caos, transmitió su último mensaje al país, reiterando su compromiso con Chile.

El bombardeo de La Moneda comenzó cerca del mediodía, durando aproximadamente 15 minutos. Un avión Hawker de la Fuerza Aérea Chilena lanzó misiles, causando destrucción y fuego. Finalmente, La Moneda cayó y el presidente Allende fue hallado muerto.

La imagen del Castillo de la Moneda destruido se convirtió en un símbolo potente. Un edificio con tres siglos de historia, hogar de veintitrés presidentes chilenos, nunca había sido destruido antes. Ese día, además de la destrucción física, la democracia en Chile también sufrió un golpe.

Las repercusiones del golpe de Estado se sienten aún en el presente. Es esencial que las futuras generaciones entiendan estos eventos y trabajen para garantizar que nunca vuelvan a ocurrir. La historia, en este caso, debe servir como una lección y un recordatorio.

Algunos expertos y politólogos sostienen que un golpe de Estado se refiere a la toma y derrocamiento de un gobierno y su poder, en su mayoría de forma ilegal. La connotación usualmente apunta a la intervención militar. Muchos sostienen que para considerarlo exitoso, el usurpador debe mantener el poder al menos siete días. No es raro relacionar este concepto con la fuerza militar, ya que en el siglo XX, los golpes de Estado a menudo contaron con el respaldo de las fuerzas armadas.

Con información de EFE.

DJC