A cinco días del reporte de desaparición de Kymberly Hilary Moya González, estudiante de 16 años del CCH Naucalpan, familiares, amigos y compañeros mantienen manifestaciones en distintos puntos del Estado de México para exigir su búsqueda y localización, así como avances claros en la investigación de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM).
Este martes, alumnos del CCH Naucalpan se sumaron a la exigencia con un bloqueo en la Avenida del Bosque, frente a la institución educativa, mientras la madre de la menor, Jaky González, denunció hostigamiento policial y presiona a las autoridades por resultados.
“Las manifestaciones seguirán hasta encontrarla”: madre de Kymberly
En redes sociales, Jaky González reiteró que las movilizaciones continuarán hasta hallar a su hija, vista por última vez el 2 de octubre en la zona de San Rafael Chamapa, en Naucalpan.
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La madre denunció que el lunes, mientras participaba en un bloqueo en Periférico Norte, elementos de la Guardia Municipal intentaron amedrentar a su familia en su domicilio.
Paralelamente, estudiantes del CCH Naucalpan realizaron una protesta pacífica para exigir justicia y sumarse al reclamo de localización de la menor.
FGJEM sin avances oficiales; reportan un detenido bajo sospecha
Hasta el momento, la FGJEM no ha emitido información oficial sobre avances en el caso. Sin embargo, la madre de Kymberly afirmó que un hombre fue detenido y que habría sido la última persona en tener contacto con su hija.
De acuerdo con su testimonio, esta persona podría estar vinculada con la sustracción de la joven, aunque la Fiscalía no ha confirmado la detención ni la información proporcionada por el presunto implicado.
¿Qué se sabe del día de su desaparición?
Kymberly es alumna del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Naucalpan. El pasado jueves 2 de octubre, salió de su casa en Chamapa rumbo a un café internet en La Aceitera para imprimir una tarea.
Cámaras del C4 de Naucalpan y de comercios locales registraron que salió sola a las 16:06 horas, vestida con sudadera verde, pantalón gris y mochila rosa.
Las grabaciones la muestran caminando por la calle Los Aceites, hasta un callejón cercano a su domicilio, donde se pierde su rastro.
La familia señaló que las autoridades identificaron tres vehículos sospechosos en ese lapso. Entre ellos, un automóvil Volkswagen compacto, cuyo conductor fue detenido e interrogado, según la versión de la madre.
Cronología de manifestaciones
Familiares, amigos y comunidad estudiantil han intensificado las protestas para exigir avances:
Viernes 3 de octubre: bloqueo en el Boulevard Luis Donaldo Colosio
Lunes 6 de octubre (mañana): manifestación frente al ministerio público de Naucalpan
Lunes 6 de octubre (tarde): bloqueo en Periférico Norte, dirección Ciudad de México
Esta última protesta duró cinco horas y se levantó tras el compromiso de la FGJEM de presentar un informe detallado el martes 7 de octubre a las 14:00 horas.
La familia advirtió que, de no obtener resultados concretos, volverán a bloquear Periférico Norte de forma indefinida.
En contexto: La desaparición de Kymberly Hilary Moya González se suma a la creciente lista de jóvenes desaparecidas en el Estado de México, entidad que mantiene Alerta de Violencia de Género en varios municipios, entre ellos Naucalpan.
El caso evidencia la desconfianza ciudadana hacia la capacidad institucional para responder con rapidez y transparencia. La falta de comunicación oficial sobre la presunta detención y los avances refuerzan la percepción de opacidad, obligando a las familias a mantener la presión social a través de protestas y bloqueos.
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Esta información es importante porque la desaparición de Kymberly Hilary Moya González no solo representa la angustia de una familia que busca a su hija, sino también el reflejo de una crisis persistente en el Estado de México, donde cientos de mujeres y adolescentes siguen siendo reportadas como desaparecidas cada año. El caso evidencia las fallas estructurales en la atención, la investigación y la comunicación institucional, así como la desconfianza social hacia las autoridades encargadas de garantizar justicia. Documentar y visibilizar esta historia es fundamental para mantener viva la exigencia de verdad, transparencia y rendición de cuentas, y para recordar que cada nombre y cada rostro cuentan.
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