Los centros comerciales han transformado la dinámica del comercio y el entretenimiento en la Ciudad de México, consolidándose como epicentros de consumo y encuentro social. Desde sus primeras incursiones hasta su expansión actual, estos complejos han marcado un hito en el desarrollo urbano de la capital mexicana.
Vale la pena mencionar que la historia de los centros comerciales en la Ciudad de México se remonta a la década de 1960, cuando el concepto de “centro comercial” comenzó a ganar popularidad en el país. El primer gran centro comercial, Plaza Satélite, abrió sus puertas en 1967 en el Estado de México, marcando el inicio de una nueva era en el comercio mexicano.
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Durante los años 80 y 90, el auge de la urbanización y el crecimiento económico impulsaron la construcción de centros comerciales más grandes y sofisticados en la ciudad. Perisur, inaugurado en 1979, y Plaza Universidad, en 1982, se convirtieron en hitos importantes, ofreciendo a los capitalinos una mezcla de tiendas, entretenimiento y gastronomía bajo un mismo techo.
En el siglo XXI, la expansión de los centros comerciales en la Ciudad de México ha sido vertiginosa. Los desarrolladores han respondido al creciente apetito de los consumidores por experiencias de compra integrales y centros de entretenimiento, ampliando significativamente la oferta en la capital, y buscando con insistencia predios que se presten para la construcción de estos centros comerciales, sin importar si los edificios que se tienen que demoler para construir las plazas comerciales tuvieran historias terroríficas.
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Conoce la historia de la plaza comercial en CDMX que se construyó encima de un manicomio
La historia de esta plaza comienza en 1948, cuando varios ejidatarios del pueblo de Santa Úrsula Xitla donaron un terreno de 25 mil metros cuadrados a la Orden Religiosa de San Juan de Dios. Este terreno, situado al lado de la recién inaugurada prolongación de la carretera México-Cuernavaca —ahora conocida como avenida Insurgentes Sur—, ofreció un lugar estratégico y accesible para la construcción de una institución médica.
Desde sus inicios, la clínica se destacó por ofrecer un amplio rango de servicios médicos, incluyendo atención psiquiátrica y rehabilitación para adicciones. Sin embargo, a mediados de 2009, la Clínica San Rafael enfrentó un declive significativo. Según testimonios de trabajadores consultados por el cronista Manuel, la disminución en el número de internamientos fue una de las principales razones del cierre.
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En diciembre de 2012, comenzó la demolición de las instalaciones, aunque se conservó la fachada de la entrada principal como un requisito impuesto por las autoridades locales.
Fue entonces cuando el proceso de demolición permitió dar paso a la construcción de una nueva plaza comercial llamada Patio Tlalpan. A mediados de febrero de 2018, la nueva plaza fue inaugurada oficialmente, marcando el final de una era y el inicio de una nueva fase en la evolución del área. El centro comercial que ahora ocupa el sitio de la antigua clínica es un símbolo del dinamismo y la modernización de la Ciudad de México.
AJA