RADIO AGUILITA EN LA MERCED

Radio Aguilita, haciendo radio en el corazón de La Merced

Nacido como un modelo de gestión cultural sobre el espacio público, Radio Aguilita salió a las calles del barrio de La Merced para tratar de llevar cultura a la zona, famosa por sus comercios, la prostitución y la marginación.

Radio Aguilita, haciendo radio en el corazón de La Merced
Radio Aguilita, haciendo radio en el corazón de La MercedCréditos: Especial
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Cada dos miércoles por la tarde, Joaquín y algunos colaboradores toman dos bocinas, una mesa, micrófonos y los suben a un diablito para trasladarse a La Plaza del Aguilita, en La Merced, y dar comienzo a una emisión más de Radio Bocina o Radio Aguilita, emisora cultural del famosos barrio, desde hace 17 años.  

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La Plaza del Aguilita toma ese nombre por el monumento que se encuentra en su centro, ya que cuenta la tradición, allí se encontraba el islote donde los aztecas vieron al águila parada en un nopal devorando la serpiente; ese también fue el lugar elegido por Joaquín Aguilar, gestor cultural, para comenzar los trabajos de su radio.

Nacido como un modelo de gestión cultural sobre el espacio público emergido del centro ‘Casa Talavera’ en el año 2006, Radio Bocina o Radio Aguilita salió a las calles del barrio de La Merced para tratar de llevar cultura a la zona, famosa por sus comercios, la prostitución y la marginación.

“En el 2006 la Plaza del Aguilita estaba devastada, llena de indigentes, mona, crack, no había paso, el olor desagradable, comercios en quiebra, pero también había una cultura de apatía de parte de la ciudadanía y de parte de las instituciones”, asegura Joaquín Aguilar, el hombre creador del concepto y de la radio.

Con un micrófono, talleristas, estudiantes, compañeros de Casa Talavera y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, Joaquín comenzó la que llama “la apropiación de la ciudadanía de su espacio público”.

Pero para lo anterior primero debió presentarse con los habitantes de la Plaza del Aguilita.

“Hablé con cada uno de los locatarios, son 41, aquí en frente vendían discos piratas, era un escándalo… Les expliqué lo que quería hacer y les dije que si no les gusta lo que están escuchando o está pasando, desde su local me chiflan o me dicen ‘ya buey, ya estuvo’, asegura el locutor de tan peculiar radio.

El gestor cultural y músico recuerda su primer día “transmitiendo” en Radio Bocina: se dio el espacio a los locatarios y vecinos, incluso a sexoservidoras, ladrones y personas en situación vulnerable, quienes a veces era difícil que devolvieran el micrófono, recuerda entre risas, porque “se pican”.  

“Lo que hicimos fue dar voz y espacio a la gente de La Merced, a diferencia de los modelos del Gobierno para la recuperación del espacio público donde, sí, van te rebosan espacios, macetas, pintan fachadas, pero nunca involucran al ciudadano, entonces el ciudadano se siente ajeno a esos procesos, entonces en dos tres meses el espacio cae otra vez”.

Así comenzó el cambio del espacio público, en el cual se ha realizado desde llevar obras, autores, conciertos y hasta limpiar la plaza. 

“La Radio Bocina ha aprovechado el poder de la palabra y la congruencia, la autoridad moral que da el buen ejemplo, porque cuando la gente vio que me puse a barrer las cacas de perro, dijeron ‘no manches, este cabrón ni trabaja aquí y viene a hacer lo que nosotros no hacemos’, entonces cada miércoles un local más barría su zona, en un año y medio esta plaza estaba limpia y ordenada”, recuerda el locutor de la Merced.

Actualmente, la Radio Aguilita parece estar en un ciclo de salida, asegura su creador, pero los vecinos y comerciantes siguen pidiendo que retomen el espacio público y se siga transformando.

El impacto en la plaza pública ha sido tal, que instituciones nacionales y extranjeras han acudido a revisar el caso de la radio de La Merced.

“La Plaza del Aguilita y La Radio Aguilita se volvieron un tema académico: han venido a estudiar qué pasó aquí que se transformó en este maravilloso lugar, y comenzó a lograr que la ciudadanía y medios empiecen a visibilizar La Merced de otra forma no como putas, sexo y rock n’ roll nada más”, dice antes de que un dúo de músicos callejeros interrumpan la entrevista en el lugar donde se dice se fundó la gran Tenochtitlán.

VGB