Como en todo el mundo, el 14 de febrero es la fecha ideal para que los enamorados celebren su amor por todo lo alto, y la frontera entre Ciudad Juárez, Chihuahua, y El Paso, Texas, no es la excepción.
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En lo más alto del Puente Internacional Paso del Norte, el cruce terrestre que conecta México con Estados Unidos, se lleva a cabo una ceremonia matrimonial bastante peculiar, ya que no se realiza en una capilla ni en una oficina del Registro Civil, como dicta la tradición.
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Se trata de las “bodas en el puente”, ceremonias que necesariamente deben celebrarse en este lugar porque, aunque el dicho popular afirme que el amor no entiende de fronteras, las autoridades migratorias establecen que, para que un matrimonio entre una persona estadounidense y un mexicano que no puede cruzar la frontera sea legal, debe realizarse en el estado de Texas.
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Según explicó Rubén Escandón, ministro y oficiante de este tipo de bodas, legalmente el cruce internacional es considerado parte del territorio de Texas, por lo que un matrimonio celebrado allí cumple con los requisitos para que la persona mexicana pueda iniciar su trámite de residencia en Estados Unidos.
Actualmente, los mexicanos y migrantes de otras nacionalidades que deseen cruzar a los Estados Unidos enfrentan un proceso más complicado que de costumbre tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. El republicano ha prometido una política de cero tolerancia hacia la migración ilegal y deportaciones masivas.
Así fue la emotiva boda de Mónica y Ramiro en la frontera
Mientras cientos de personas cruzan el puente de manera cotidiana, Mónica Robles, vestida con una blusa roja y sosteniendo un ramo blanco, llega tomada de la mano de su novio, Ramiro Seañez, quien lleva un saco azul y no puede cruzar hacia Estados Unidos.
Tras una breve ceremonia, en la que estuvieron acompañados por la madre de la novia, confirmaron su amor ante Dios y las autoridades del estado de Texas. Intercambiaron los anillos que los acreditan como marido y mujer, sellando su compromiso con un beso a mitad de la frontera entre México y Estados Unidos.
De acuerdo con la novia, conoció a Ramiro hace más de cinco años mientras vivía en Chaparral, Nuevo México. Desde entonces, iniciaron un noviazgo que perduró a lo largo de los años, a pesar de que su pareja fue deportada a México.
La distancia no fue un impedimento para su relación, y Mónica cruzaba con frecuencia la frontera para estar con él.
Ahora asegura que ha cumplido uno de sus mayores sueños: no solo casarse con el hombre que ama, sino hacerlo un 14 de febrero, Día de San Valentín.
Ramiro fue deportado; ahora busca la residencia
Ramiro relató que su deportación ocurrió hace cinco años, cuando fue detenido por la policía en Phoenix, Arizona, por conducir en estado de ebriedad. Posteriormente, fue enviado de regreso a México, donde ha vivido desde entonces.
Respecto a su trámite migratorio, mencionó que no sabe con exactitud cuáles son los siguientes pasos que deberá seguir. No obstante, subrayó que les informaron que era estrictamente necesario que la boda se realizara en este lugar.
Aunque desconoce cuánto tiempo tomará obtener la residencia, se mostró feliz no solo por haberse casado con su pareja, sino también porque pronto volverá a pisar suelo estadounidense.