Tlacuilotepec, Puebla.– Un deslave ocurrido ayer 30 de noviembre, mantiene totalmente cerrada parcialmente la carretera Papaloctipan–Tlaxco, dejando prácticamente incomunicados a los municipios de Tlacuilotepec, Tlaxco y Jalpan, en la Sierra Norte de Puebla. La vía permanece bloqueada desde la tarde del domingo y este 1 de diciembre continúa sin ser reabierta, afectando a cientos de habitantes de la región.
Un derrumbe que paralizó a la sierra
El colapso de tierra y rocas cubrió por completo el camino principal que conecta a los tres municipios con el resto del estado. El tránsito quedó suspendido de inmediato, imposibilitando el paso de vehículos particulares, transporte público y unidades de emergencia.
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Pobladores que se encontraban cerca del punto afectado, relataron que el derrumbe se produjo después de varias horas de lluvia, lo que debilitó el talud. Algunos describieron un estruendo “como si la montaña se partiera”, antes de que la carretera quedara sepultada bajo toneladas de lodo.
Desde ese momento, las comunidades han quedado aisladas. No hay rutas alternas viables, pues los caminos secundarios también presentan afectaciones menores o no soportan el paso de vehículos pesados.
Impacto en la vida cotidiana
La incomunicación ha dificultado el abasto de alimentos, combustibles y otros insumos básicos. Comerciantes de Tlacuilotepec y Tlaxco señalaron que sus proveedores ya les advirtieron que no podrán ingresar hasta que las autoridades retiren el material del derrumbe.
También se han reportado complicaciones en el traslado de personas enfermas. Familiares de pacientes han señalado que deben caminar largos tramos hasta encontrar algún vehículo que pueda llevarlos a una clínica fuera de la zona afectada.
Las escuelas de la región informaron que varios estudiantes no pudieron llegar a clases este lunes debido al cierre parcial de la vía, mientras que trabajadores que laboran en municipios vecinos quedaron atrapados sin posibilidad de moverse.
Trabajos lentos y terreno inestable
Protección Civil municipal confirmó que brigadas ya laboran en la zona, pero el avance es lento debido a la magnitud del derrumbe. El material continúa húmedo y la ladera muestra signos de inestabilidad, por lo que se realizan maniobras con cautela para evitar nuevos desprendimientos.
Las autoridades señalaron que se requerirá maquinaria pesada adicional, misma que podría tardar en llegar precisamente por las dificultades de acceso. “Estamos haciendo todo lo posible, pero no podemos arriesgar al personal”, indicó un oficial en el lugar a los medios de comunicación.
Hasta el momento, no se han registrado personas lesionadas ni desaparecidas. Sin embargo, el cierre parcial de la carretera mantiene la preocupación entre los habitantes, quienes temen que el aislamiento se prolongue varios días más.
Protección Civil estatal aún no emite un estimado oficial para la reapertura de la vía. Mientras tanto, la Sierra Norte permanece con un único carril de acceso de forma parcial y a la espera de que las condiciones del terreno permitan acelerar los trabajos de remoción.