NUEVO LEÓN

Herederos del poder, alcaldes de Nuevo León entregan legado a sus hijos

Este primero de octubre las alcaldía de Nuevo León serán renovadas, pero algunas se quedan en familia pasando de padres a hijos, esposas y demás familiares

El politólogo y analista Romeo Flores Caballero describe como “una especie de suerte o cacicazgo político” el traspaso de poder
El politólogo y analista Romeo Flores Caballero describe como “una especie de suerte o cacicazgo político” el traspaso de poderCréditos: LSR | Parque Fundidora y Cuartoscuro
Escrito en ESTADOS el

MONTERREY. - Cuando el primero de octubre se renueven las alcaldías en Nuevo León, algunas de ellas quedarán en familia, pasando de padres a hijos, a esposas y demás familiares, lo que el politólogo y analista Romeo Flores Caballero describe como “una especie de suerte o cacicazgo político”.

Un ejemplo de esto es la sucesión en Apodaca, donde César Garza Villarreal, quien concluye su gestión como alcalde el último de septiembre, cederá el cargo a su hijo César Garza Arredondo.

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César Garza Villarreal e hijo César Garza Arredondo | Cortesía redes sociales

A 93 kilómetros al oriente de Monterrey, en el municipio de Cerralvo, Baltazar Martínez Montemayor se reelige como alcalde; previamente, de 2015 a 2021, su hijo Baltazar Martínez Ríos fue el edil. Ambos, padre e hijo, militaban en el PAN, pero vieron futuro en Samuel García y cambiaron a Movimiento Ciudadano.

Baltazar Martínez Montemayor e hijo Baltazar Martínez Ríos | Cortesía redes sociales

En Hualahuises, municipio a unos 90 kilómetros al sur de Monterrey, Jesús Guillermo Aguilar González ya fue alcalde (2012-2015); luego le siguió de 2015 a 2021 su sobrino Jesús Homero Aguilar Hernández, quien ahora iniciará un tercer periodo al frente de la administración de esa pequeña localidad.

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Cambio de poder en municipios rurales

En General Bravo, el panista Édgar Cantú Fernández dejó la alcaldía a su esposa, Patricia Cantú. En Rayones, la también panista Sandra Torres hereda el cargo a su marido, Rolando Montoya, de quien lo heredó en 2018.

En Iturbide, la priista Cristina Rodríguez deja la estafeta en manos de su esposo, Arnoldo Carreón.

En Parás, el caso más significativo, Ana Iza Oliveira Treviño iniciará su segundo periodo al reelegirse en el cargo que heredó de su padre, Crescencio Oliveira, quien ha sido edil en seis ocasiones de esa pequeña municipalidad de mil habitantes, ubicada a unos 140 kilómetros al oriente de Monterrey.

Cresencio Oliveira e hija Ana Iza Oliveira | Cortesía redes sociales

En General Treviño, Maribel Hinojosa va por un segundo periodo consecutivo como edil, una herencia que recibió de su hermana Elia.

En el sur del estado, en Aramberri, María Francisca Argüello Quiñones ocupó el cargo de edil en 2021-2024, el mismo que le dejó su esposo, Gaspar del Toro; después perdió este año en su intento de reelección.

Nepotismo en la política de Nuevo León

La herencia política no es nueva. En 1997, en Bustamante, al norte del estado, Jorge Santos Gutiérrez del PAN le quitó el poder al PRI y, al concluir su mandato, le siguió su esposa Norma Robles Rosales. Luego, ella fue diputada local y su marido nuevamente edil.

En Juárez, al oriente de la zona metropolitana, los hermanos Treviño, Heriberto y Francisco, del PRI, gobernaron el ayuntamiento, hasta que en 2024 sorpresivamente los desplazó Félix Arratia, de Movimiento Ciudadano.

Félix Arratia | Cortesía

Otros casos similares de herencia familiar se han dado, sobre todo, en los municipios llamados rurales, pequeños. El analista Humberto Moreno atribuye esto a que es poca la población, no más allá de dos mil habitantes y, en muchos casos, menos del millar, además de que nadie quiere involucrarse y no hay candidatos más que los mismos.

Hace años, promover a una esposa o un hijo o hermano era muy mal visto en términos de imagen pública; después comenzó a hacerse costumbre. Es una forma de dejar establecido un nepotismo político; esto no debería de darse, pero en la política mexicana es muy común”, opinó la activista Liliana Flores Benavides.

“Jurídicamente, es posible, pero moralmente es inadmisible, porque prácticamente están delegando una responsabilidad y puede haber un acuerdo de complicidades que, en un momento dado, tapen conductas ilícitas de la administración saliente y todos se van tapando con la misma cobija”, añadió.

Aspiraciones fallidas

En Pesquería, al noreste de la zona metropolitana, en 2021 Patricio Lozano Ramos ganó la alcaldía y ahora decidió no buscar la reelección, dejando la candidatura a su padre, Miguel Ángel Lozano Munguía, quien había sido edil en dos ocasiones anteriores, pero en 2024 perdió.

En Guadalupe, Tomás Montoya Díaz, hijo de la alcaldesa priista Cristina Díaz Salazar, decidió abandonar las filas del PRI porque no fue candidato a suceder a su madre y se sumó a Morena, donde le dieron una diputación plurinominal local.

Aunque no fue una herencia, en Monterrey, el gobernador Samuel García decidió imponer a su esposa Mariana Rodríguez como candidata a la alcaldía, la cual perdió ante Adrián de la Garza.

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Mariana y Samuel García | Cuartoscuro