PUEBLA

“Me vine a vivir al campo y está más contaminado” Fraccionamiento Las Garzas vive alado de un basurero

En 2016 abrieron el Relleno Sanitario Intermunicipal, al día recibe 300 toneladas de desechos de 21 municipios pero a los vecinos les provoca enfermedades, malos olores y problemas de plagas

Créditos: LSR/ Francisco Herrera (Corresponsal LSR)
Escrito en ESTADOS el

PUEBLA. – El fraccionamiento de Las Garzas 3, es un conjunto habitacional cerrado, se calcula que hay en total 300 casas, sin embargo, la denominación de fraccionamiento le queda corto, pues viven a un lado del Relleno Sanitario Intermunicipal, que se encuentra en la carretera a Calpan 4702, Fraccionamiento Maravillas de San Pedro Cholula, este basurero recibía 300 toneladas diarias de desechos sólidos de 21 municipios.

“Estaba lleno de moscas, esto ya no es nada”, dice Claudia sentada en una mesa de madera con otros vecinos mientras espanta moscas que rondan los alimentos. “También había ratas, y eran grandes (…) y perros que llegan a buscar comida, se quedan aquí y se vuelven muy agresivos”, agrega Luisa otra pobladora.

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Los integrantes de los Unión de Pueblos y Fraccionamientos contra el Basurero y en Defensa del Agua de Cholula forzaron el cierre del relleno sanitario tras conseguir evidencias de que los lixiviados (las sustancias líquidas que emana la basura orgánica cuando se descompone) estaban contaminando arroyos subterráneos que cruzan por debajo del basurero.

Las personas entrevistadas pidieron cambiar sus nombres por miedo a represalias después de los hechos violentos registrados el 30 de abril de 2024 tras el cierre del Relleno Intermunicipal de San Pedro Cholula.

Entrada al basurero | Fotografía de Francisco Herrera (Corresponsal LSR)

Vivir alado de un basurero, el calvario de todos los días  

Los vecinos que llegaron a vivir a Las Garzas hace unos años nunca se imaginaron tener que lidiar con un problema de contaminación.

“Me vine a vivir al campo y está más contaminado que la ciudad, desde las ocho de la noche no se puede abrir las ventanas por el olor, es insoportable”, dice Raquel, quien vive en el fondo del fraccionamiento, desde la ventana de una de sus recámaras se ve directamente la montaña de basura que se erige a un par de kilómetros.

Otro caso es el de Jorge, quien llegó al conjunto habitacional en 2013 no había relleno sanitario. En 2016 abrieron la planta, pero no era un basurero, era un centro de reciclaje; de pronto, comenzó a llegar todo tipo de residuos sólidos y “la montaña empezó a crecer”, agregó.

Los habitantes del fraccionamiento aseguran que durante años ha llegado basura no sólo de los 21 municipios que tienen convenio con la empresa que opera el relleno, sino de otros estados vecinos.

Coinciden en que desde hace años el basurero es un problema para su salud. Las casas se veían negras, dicen al recordar las nubes de moscas que se pegaban a las paredes. También sufrieron por plagas de ratas y cucarachas.

“Se empezaron a hacer más notorias las alergias en los niños, empezaron a enfermar más seguido del estómago. Hubo personas que aparecieron con bacterias o se enfermaron del pulmón y nadie pudo determinar exactamente qué pasó”, dice Laura, quien ha organizado a varios vecinos para apoyar la clausura del relleno. “Yo soy una de ellas, ya estaba con la nariz que ya no podía”, dijo antes de apuntar que desde el 21 de marzo que lo clausuraron las molestias han disminuido un poco.

Lo que narran los vecinos es fácil de comprobar. Pese a los más de 30 grados de temperatura, el parque está vacío y las ventanas de las casas están cerradas, aunque en varias se ve gente en su interior. “No tenemos una casa propia, sino que la seguimos paga y paga por 30 años y tampoco es justo vivir a unas calles del basurero”, agregó Jorge.

Vecinos se organizan entre ellos para hacer guardias | Fotografía de Francisco Herrera (Corresponsal LSR)

La montaña de “basura”

El basurero es operado por PRO-FAJ Hidro Limpieza, SA de CV, una empresa dedicada a la recolección, transporte y disposición final de residuos, donde aparecen como representantes legales Isabel Sánchez y Pablo León.

Un estudio de Nodho Derechos Humanos liga a esta empresa con Grupo CIPA, dedicado a la gestión integral de residuos y la generación de energía eléctrica a partir de residuos orgánicos, que tiene como socio a Cuauhtémoc Ochoa Fernández, un militante del Partido Verde que era funcionario de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en 2016, cuando inauguró el Relleno Sanitario Intermunicipal con el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas, y el alcalde de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa Torres, hoy candidato del PRI a una diputación federal.

Ya en Tepatlaxco, Estado de México, a PRO-FAJ le cerraron un relleno sanitario por contaminar una presa y por una explosión de gases acumulados que provocó cuatro muertes.

Cuauhtémoc Ochoa Fernández es actualmente candidato del Verde a una senaduría por el estado de Hidalgo.

Basura | Fotografía de Francisco Herrera (Corresponsal LSR)

La ampliación del relleno

Junto al relleno sanitario hay un agujero rectangular de más de 50 metros de ancho y la profundidad de un edificio de al menos cuatro pisos, con una rampa de tierra para permitir que bajen los camiones de basura a descargar.

En la pared de arena que separa la barda del basurero con el agujero se pueden ver las manchas de humedad producto de los lixiviados. Durante el recorrido en el basurero se observan estanques de agua contaminada con burbujas y un olor fétido. Al asomarse tras la reja, se ve que está rasgada la celda que protege al subsuelo de las filtraciones de la basura.

Tras conocer el plan de ampliación del basurero, los miembros de la Unión de Pueblos contactaron a los habitantes de Las Garzas y explicaron la situación. Los llevaron al relleno para recabar la evidencia gráfica y al final los invitaron a la primera asamblea, en el poblado de San Juan Tlautla.

Vecinos de Las Garzas afirmaron que no hicieron ningún movimiento sin acercarse primero a las autoridades, “pero desde el principio dijeron que el relleno estaba bien, que no había problema, que si queríamos nos traían un perito, pero que todo estaba bien”.

“Cuando se hace la clausura (el 21 de marzo) y decidimos cerrar la carretera, fuimos con las autoridades, se tuvo una mesa de diálogo que duró desde las 18:30 hasta las 3:30 de la mañana. Ninguna autoridad defendió al pueblo, todas estuvieron a favor de la empresa y dijeron que tenía los permisos, que todo era bajo protocolo. Entonces en el primer intento no se pudo y ahorita se tuvieron que unir todos los pueblos porque como ellos dicen: el pueblo pone, el pueblo quita”, afirmaron.

A principios de abril la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró de forma temporal el Relleno Intermunicipal de San Pedro Cholula por poner en riesgo al medio ambiente, los ecosistemas, la salud pública y el bienestar de la población y violar la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Ley de Protección al Ambiente.

“Profepa viene y clausura parcialmente en la idea de que hiciera todo lo acordado. Viene y cierra para que se corrigiera algunas irregularidades que sí, medio corrigieron, como la cerca que estaba tirada del otro lado y se metían infinidad de perros”.

“Después nos enteramos que Profepa ya había autorizado la reapertura, aunque con la intención de que vuelvan a sanear ciertas partes, entre ellas el tema de los lixiviados. Si nuevamente incumple con las medidas ya viene el cierre definitivo. Nosotros es lo que esperamos, el cierre definitivo”, manifestó Laura.

Fraccionamiento Las Garzas | Fotografía de Francisco Herrera (Corresponsal LSR)

El 30 de abril, una noche tensa

La noche del 30 de abril, patrullas de la Policía Municipal de San Pedro Cholula intentaron ingresar a la fuerza a reabrir el basurero. La carretera hacia Calpan permanecía bloqueada, por lo que los elementos de seguridad intentaron ingresar por otros caminos.

Los miembros de la Unión de Pueblos y Fraccionamientos contra el Basurero y en Defensa del Agua les avisaron de la incursión policiaca y cerraron el camino que lleva de la puerta del fraccionamiento al relleno. Algunos habitantes de Las Garzas estaban en el campamento frente a la entrada del relleno sanitario y fueron testigos directos del actuar de la policía.

Desde horas antes comenzaron a enterarse por el chat que hostigaban a los compañeros que cubrían las guardias, porque desde que cerró el relleno se turnan ciertos días para que no entre ningún camión de basura.

“El 30 de abril lo chistoso fue que quitaron la lona de 'clausurado' y dejaron abiertas las puertas, cosa que nunca hacían. Nosotros sí permitíamos la entrada de los camiones para que retiraran todo lo que tenían adentro que se lo llevaban molido. Las comunidades se dieron cuenta de que la policía se estaba acercando: eran demasiados camiones de basura por un lado y por el otro, policías. Eso nos alertó de que algo iba a pasar. Entonces las comunidades se unen y no permitimos que hubiera ningún acceso.

“Estuvimos ahí en el relleno el día que sucedió y la verdad era atemorizante porque había niños, había mujeres cuando se empezaron a oír los disparos. Era una desesperación tremenda y luego la gente empezó a llegar de Coapa muy asustados porque les habían disparado cuando nosotros no teníamos armas”.

Los vecinos narraron que dos hombres con el rostro cubierto y bidones de gasolina entraron al basurero con la intención de prenderle fuego a la montaña de basura. Los detuvieron y al destapar sus rostros se dieron cuenta de que no eran parte de la Unión. A partir de ese momento, las puertas del relleno se cerraron de manera definitiva, recordaron los vecinos de Las Garzas.

Este conflicto trajo unión dentro del fraccionamiento. Buscaron información y tuvieron un encuentro con académicos en la Universidad Politécnica de Puebla, que tiene su campus a un lado de Las Garzas.

También solicitaron vía transparencia el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA), pero no han recibido respuesta; pidieron el estudio de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) que han citado funcionarios de gobierno estatal, y tampoco han recibido respuesta.

Los vecinos de Las Garzas aprendieron de esta experiencia. Tras el cierre, dejaron de pasar los camiones de basura, y una vez que se restableció la recolección se vieron obligados a reciclar, algo que no estaban acostumbrados a hacer.

“Estamos en contra del basurero, pero se nos olvida que nosotros generamos mucha basura”, apuntaron. Sus bolsas de basura pesan menos porque separan lo que se puede reutilizar. Uno de sus problemas es que hay gran cantidad de mascotas dentro del fraccionamiento, por lo que solicitaron al ayuntamiento que instale un biodigestor para deshacerse de esos desechos, mientras esperan una noticia sobre el futuro del Relleno Sanitario Intermunicipal, la gran montaña de basura con la que están obligados a cohabitar.

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Fotografía de Francisco Herrera (Corresponsal LSR)