Michoacán.- Con el asesinato este fin de semana, de un productor de limón, suman ya dos los empresarios citrícolas muertos a tiros en la región de la Tierra Caliente en Michoacán, a pesar de los supuestos operativos de fuerzas federales en esa zona de la entidad.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
SÍGUENOS EN EL SHOWCASE DE GOOGLE NEWS
Te podría interesar
Rogelio Escobedo Peñaloza, era uno de los principales productores de limón, en los municipios de Parácuaro y Múgica.
El citricultor, fue víctima de un ataque perpetrado por sujetos armados, sobre la carretera Apatzingán-Cuatro Caminos.
Te podría interesar
Los primeros reportes indican que Rogelio Escobedo viajaba en su vehículo particular, cuando fue alcanzado por los criminales.
Al bajar de su automóvil, Escobedo Peñaloza, recibió varios impactos de proyectil de arma de fuego en la cabeza y otras partes del cuerpo.
Hasta este momento se desconoce el motivo por el cual fue asesinado el citricultor, pero las autoridades descartaron la hipótesis en primera instancia, que se haya tratado de un tema de extorsión, ya que en esos municipios, no hay cobro de piso a ese sector.
Los extorsionadores de los citricultores
Este homicidio ocurre, entre la algarabía mediática del gobierno federal, de los supuestos operativos que desplegó la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano esa zona de la entidad, para según, acabar con las extorsiones, en los municipios de Apatzingán y Buenavista, lo cual no han logrado frenar.
Las mismas autoridades federales de seguridad, tienen identificados como los responsables de extorsionar a toda la cadena productiva de limón en esos municipios, al Cártel de Los Viagras.
Señalan como principal operador de Los Viagras, para ese fin, a César Arellano Sepúlveda, El Botox, quien fija el pago tributario criminal a los limoneros y de ser de los principales generadores de violencia.
También ubican como otro líder delictivo, involucrado en las extorsiones y generador de violencia a Ricardo Madrigal Ávalos, "El Barbas".
Desde el mes de julio del año pasado, cuando paralizó sus actividades la industria del limón, porque ya no podían pagar las extorsiones y por el asedio criminal, el gobierno federal implementó operativos.
Si no pagan la extorsión los matan
Para este año, continuaron las extorsiones y las amenazas en contra de los citricultores, por lo que volvieron a frenar la cosecha, empaque y comercialización de limón.
Los Viagras, hicieron efectiva una de sus amenazas y el pasado 12 de septiembre, José Luis Aguiñaga Escalera, uno de los principales productores y empacadores de limón, de la región de Tierra Caliente, fue asesinado a tiros en el municipio de Buenavista.
Los homicidas fueron dos sujetos que viajaban en motocicleta, sobre una vía de comunicación de la periferia de la cabecera municipal.
Los reportes indican que el empresario murió luego de recibir varios disparos en distintas partes del cuerpo.
Los asesinos fueron identificados por las autoridades de seguridad, como integrantes del bloque criminal autodenominado Cártel Michoacán Nueva Generación (CMNG).
Los homicidas, bajo las órdenes de César Alejandro Sepúlveda huyeron de ese punto y se refugiaron en una zona de operación de El Botox.
Familiares, autoridades locales y personas cercanas a la víctima, denunciaron que Aguiñaga Escalera, fue asesinado por no poder pagar ya la extorsión que le exigía el grupo criminal.
“Ya había recibido amenazas de El Botox y de La Peggy, porque ya no pudo pagar las cuotas y le dijeron que si nos les pagaba un millón de pesos de multa, lo iban a matar. Lamentable por miedo no presentó denuncia y cuando ya se había animado para ir, mire, alguien le avisó a la maña y nos lo mataron“, dijo un familiar de José Luis Aguiñaga, que pidió el anonimato por su seguridad.
Queman huertas como amenaza
A este par de crímenes, se suman otros hechos de violencia perpetrados en contra de empresarios citricultores.
El 20 de noviembre, por no poder pagar la extorsión al Cártel de Michoacán Nueva Generación, otro citricultor fue víctima de esa alianza delictiva: sujetos armados, incendiaron su empaque y centro de acopio de limón, en Apatzingán.
Los informes señalan que la represalia fue contra una empresa ubicada a las afueras de la localidad de Cenobio Moreno, sitio en el que opera El Botox.
Videos grabados por automovilistas, dieron cuenta de cómo se consumían entre las llamas, la empresa limonera localizada muy cerca de un destacamento de la Guardia Nacional.
Citricultores de esa región de Tierra Caliente, revelaron que el siniestro fue provocado por sicarios bajo las órdenes de César Alejandro Sepúlveda Arellano, El Botox, lugarteniente de esa organización criminal.
Confirmaron que el empresario, al igual que todos los de esa zona de la entidad, ya no pudo pagar el impuesto tributario criminal y la represalia fue el incendio en el empaque.
El impuesto "criminal" al limón
Expusieron que además de que ese bloque, liderado ahora por el CJNG, les quita dos pesos por kilo de limón cortado y dos más por kilo comercializado, el desplome en el precio del limón, ha hecho que muchos empacadores y productores, no tengan recursos para sostener sus huertas o sus empresas.
Explicaron que eso originó que se vuelva insostenible la producción, empaque y comercialización, pero también, que no tengan recursos para pagar “la cuota” a la delincuencia.
Consultadas al respecto, autoridades federales de seguridad, señalaron como responsable de las extorsiones y este tipo de represalias criminales, a El Botox.
Días antes, esas organizaciones criminales, ordenaron la destrucción completa de otra huerta de limón en esa misma zona de la región de Apatzingán.
"Hay que ponernos chaleco antibalas“, citricultores
De igual manera, Los Viagras cumplieron la amenaza a un productor y empacador, al que ya tampoco pudo pagar el dinero de la extorsión.
En videos y fotografías que circulan entre los empresarios limoneros, se muestra cómo fueron destrozados los árboles de esa huerta ubicada en los límites de los municipios de Apatzingán y Buenavista.
En uno de los clips, además, se escucha cuando los cortadores murmullan, e incluso, una jornalera dice: “que poca… hay que ponernos ya chaleco antibalas“.
Citricultores, revelaron que el productor y empacador, ya huyó de esa zona cercana a la localidad de Cenobio Moreno, para no ser asesinado.
Dijeron que el empresario limonero, no pudo ya pagar el impuesto tributario criminal, de 2 pesos por kilo cortado y 2 más, por kilo comercializado, que es la cuota que le tienen que pagar a César Alejandro Sepúlveda Arellano.
Entregar la huerta o la vida
Un citricultor -que pidió el anonimato- explicó que la destrucción de la huerta, fue la primera represalia de ese grupo criminal, contra quienes ya no tienen dinero.
“Ya de ahí se agarran para ofrecer cualquier bagatela por las huertas y apoderarse de ellas, pero si nos negamos, nos secuestran o nos matan a alguien de la familia y de todos modos nos despojan de nuestros campitos. Ya no lo han advertido y ya vimos que lo cumplen“, reveló.
En el caso de los empaques, el empresario sostuvo que la amenaza es que quien no pague la extorsión, les van a quemar con todo y trabajadores, las instalaciones.
“Y pues ya sin huertas o empaques, de todos modos nos quedamos endeudados con ellos (Viagras-CJNG), así que su último castigo, pues es matarnos“, reiteró.
VGB