La vida de Luis Cruz, un chef de origen oaxaqueño que desde hace casi una década vive en Jerusalén, dio un giro inesperado el pasado 7 de octubre con los ataques terroristas del grupo Hamás.
Él y su esposa Leah Stoffer de origen israelí son dueños de la taquería “Tacos Luis”, restaurante único en su tipo en aquella parte del mundo que hoy se encuentra en guerra, su negocio es de los más famosos y concurridos. Al día al menos 200 personas acuden a disfrutar de la sazón mexicana. Actualmente el negocio, como muchos otros, se encuentra cerrados desde el estallamiento del reciente conflicto que los mantiene en zozobra.
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Aquel día, relata Luis en entrevista vía telefónica para La Silla Rota, que su día comenzó como cualquier otro en Jerusalén. A pesar de la tensión que a veces se vive en la región, las rutinas diarias de Luis y su familia solían estar aisladas de la violencia.
Sin embargo, aquella paz se vio abruptamente interrumpida cuando las imágenes extremadamente violentas y aterradoras comenzaron a inundar la televisión y las redes sociales. “Parecía como sacado de una película”, expresa.
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“Lo mío fue como de película. Yo me levanté muy temprano el sábado por la mañana. Es como un día muy especial, es de familiar, comer con amigos, ir al parque, es un día ritual, que no se trabaja. Yo desperté temprano porque dos días antes había llegado de México, entonces empiezo a ver las noticias a ver qué estaba pasando en Instagram y Facebook. De repente empiezo a ver que mucha gente sube videos de que algo raro estaba pasando”, relató.
Aunque Luis habla un poco de hebreo, no entendía muchas cosas de lo que decían en las noticias. Ella le iba traduciendo. “En ese momento fue algo realmente triste y muy preocupante”.
“Mi vida está hecha aquí”, no planea regresar a México
Durante el transcurso del día permanecieron en casa expectantes a lo que ocurría. En tres ocasiones tuvieron que refugiarse en el mamad o bunker desde donde Luis y su familia podían escuchar las sirenas y los estruendos de los misiles a lo lejos. “Fue como si nos dieran un golpe, tambaleas y no sabes qué hacer”.
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Durante aquellas horas Luis perdió bajo el fuego de las balas a amigos con los que trabajó y otros tantos aún se encuentran desaparecidos. Uno de sus colaboradores en el restaurante pudo salvarse de milagro. Se encontraba en el Festival de Música por la Paz que fue irrumpida por Hamás.
Para él y su familia, refugiarse en México no es opción. “Mi vida está hecha aquí”, afirma. Ahora sólo espera que la situación mejore, pues poco a poco comienza a ver que, al menos en la zona en donde él habita, es posible recobrar un poco de la normalidad.
"Lo único que deseo es que haya paz"
Cruz también compartió sus reflexiones sobre el conflicto entre Israel y Palestina. Señaló que no todos los palestinos son terroristas y que muchos de ellos son utilizados como escudos por grupos extremistas. La preocupación de Luis está centrada en las personas que están siendo retenidas como rehenes en medio de este conflicto.
"Realmente me preocupa la gente que está siendo utilizada como rehenes y los que están atrapados en esta situación", dijo Cruz. "Es algo fuera de lo común, y es difícil de entender".
A pesar de la incertidumbre y el temor, Luis Cruz destacó la importancia de la unidad y la solidaridad en la comunidad de Jerusalén. Muchos vecinos se han apoyado mutuamente durante estos momentos difíciles.
COBERTURA COMPLETA GUERRA ISRAEL - HAMÁS
"Lo único que deseo es que haya paz", expresó reflejando el anhelo compartido por muchos residentes en la región. La incertidumbre y el temor han llenado sus días, pero a pesar de todo, su deseo principal es que el conflicto se resuelva de manera pacífica y que la vida vuelva a la normalidad en Jerusalén.