Es imposible hablar de la música mexicana sin mencionar a José Alfredo Jiménez, uno de los cantantes y compositores más destacados de este arte a nivel nacional. Gracias a su creatividad, talento y experiencias fue como “El Rey de la Canción Ranchera” logró componer más de un centenar de éxitos, haciendo que sus canciones trascendieran generaciones y fronteras.
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Originario de Dolores Hidalgo, Guanajuato, José Alfredo Jiménez es reconocido y recordado por temas como “El Rey”, “Si nos dejan”, “La Media Vuelta”, “El Jinete”, entre muchos más, además de haber participado en varias películas pertenecientes a la época de cine de oro mexicano, compartiendo escenas con figuras importantes del momento como Javier Solís, Sara García, Antonio Aguilar, Flor Silvestre, por mencionar algunos.
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Sin embargo, mucha gente se ha preguntado de dónde han nacido tantas melodías que a lo largo de su vida compuso y que siguen vigentes en la memoria colectiva de la sociedad mexicana. Aquí te contamos la historia detrás de este negocio que, sin duda, marcó un antes y un después en la vida del cantautor.
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¿Cuál es la historia detrás de este negocio que fue inspiración para José Alfredo Jiménez?
Se trata de la cantina El Incendio, uno de los establecimientos más conocidos en Dolores Hidalgo, no solamente por tener más de 100 años de antigüedad, sino por, además, ser una de las cantinas que más frecuentaba José Alfredo Jiménez cuando buscaba la inspiración para componer canciones que, posteriormente, se volverían éxitos.
Fue fundada en 1920 por Tobías Aguayo a tan solo 450 metros de lo que hoy es la Casa Museo José Alfredo Jiménez, sitio que alberga ropa, objetos del cantante, así como curiosidades de “El Rey” que marcó un antes y un después en la música popular mexicana.
Detrás de la barra se pueden encontrar, además de una gran cantidad de botellas, tequilas, mezcales y vasos, fotografías y recuerdos que el compositor solía dejar en sus visitas, convirtiendo a la cantina El Incendio en un pequeño museo sobre la vida y el legado que dejó José Alfredo Jiménez.
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“No es que compusiera canciones enteras en esas servilletas. Él venía aquí a distraerse y tomarse sus tragos y cuando le venía una idea, rápido agarraba un trozo de papel para escribirla. Luego en su casa las desarrollaba y ponía música”, explica Erick Aguayo, el actual dueño, a través de una entrevista que concedió a Espacio Mex.
De acuerdo con las anécdotas que le contaban su abuelo y bisabuelo a Erick, el cantante solía acudir en las tardes a la cantina El Incendio, acompañado de su esposa Alicia Juárez, quien fue una de las primeras mujeres en entrar al establecimiento, cuando se abrió la posibilidad de que ellas pudieran acceder y disfrutaran de un buen trago.
Cada 23 de noviembre, con motivo del aniversario luctuoso de José Alfredo Jiménez, quien falleció a la edad de 74 años en 1973 por varios problemas hepáticos, grupos de mariachis, vecinos y uno que otro turista entran al local para cantar a todo pulmón los temas del cantante.
La cantina El Incendio actualmente se encuentra bajo la administración de Erick Aguayo, bisnieto de Tobías y nieto de Hermenegildo, quien se ha dedicado a conservar el legado de su familia y de José Alfredo Jiménez.