Dentro del Centro Histórico podemos encontrar una gran variedad de establecimientos antiguos, donde las historias que guardan sus cuatro paredes no solamente sorprenden a sus clientes nacionales, sino que, además, han ganado bastante popularidad a nivel internacional, provocando que muchos lleguen específicamente ahí para tener una experiencia completa.
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Uno de estos lugares se encuentra en la calle más antigua de México, donde a lo largo de los años se ha convertido en uno de los espacios favoritos de los capitalinos, un negocio ideal para los amantes de lo vintage, debido a que es como tener una ventana en el pasado.
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De hecho, ha gozado de bastante popularidad en las últimas décadas, ya que es uno de los establecimientos favoritos de políticos, artistas e intelectuales, además de ser un sobreviviente de los cambios que han sucedido en la capital mexicana.
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¿Cuál es la historia detrás de la cafetería mexicana llena de leyendas urbanas?
Ubicado en la calle de Tacuba (una de las más antiguas de la capital), se encuentra el Café de Tacuba, uno de los establecimientos más viejos de la Ciudad de México y en donde en sus cuatro paredes abundan miles de historias que van desde el origen de una canción de Agustín Lara hasta el asesinato de un político veracruzano.
Su leyenda comenzó en 1908, cuando era una lechería tradicional de la época; ahí únicamente servían desayunos básicos (leche, pan y fruta). No fue hasta la llegada de Dionisio Mollinedo, también conocido como “Papá Nicho”, en 1912 cuando adquirió el inmueble y así nació este histórico lugar.
Poco a poco el lugar comenzó una ardua batalla de remodelación; algunos espacios fueron ampliados, los techos y las paredes comenzaron a tener decoración mexicana y, gracias a las cercanías de instituciones educativas, fue como el reconocimiento llegó de boca de los jóvenes estudiantes.
Para la década de los 30, el Café de Tacuba ya se había convertido en un lugar indispensable en el Centro Histórico, donde convivían desde universitarios, artistas, intelectuales y políticos de la época, quienes no dudaban en acudir al establecimiento a degustar un cafecito caliente acompañado de un pan dulce.
Pero, aparte de la comida, el Café de Tacuba también se ha caracterizado por ser el escenario de innumerables sucesos que lo han marcado para siempre; algunos de ellos fueron el asesinato del candidato para el gobierno de Veracruz, Manlio Fabio Altamirano, en 1934; la grabación de la película “Los hijos de Sánchez”, protagonizada por Dolores del Río y Anthony Queen, en 1978; la recepción de la boda entre Diego Rivera y Guadalupe Marín en 1922 y la composición de “La Señora Tentación” de Agustín Lara.
Sin embargo, además de protagonizar eventos de la cultura popular mexicana, también guarda un oscuro secreto: Se dice que entre sus mesas deambula el fantasma de la monja Clarissa, una mujer devota que perteneció al convento de Santa Clara, quien era ampliamente conocida por ser enfermera de un hospital antiguo localizado a las espaldas de la cafetería.
Algunos empleados y comensales veteranos del Café de Tacuba afirman haber visto este espectro, quien usualmente se sienta en una de las mesas esperando a que le tomen la orden para, posteriormente, desvanecerse sin dejar rastro.
Actualmente, el Café de Tacuba es administrado por la tercera generación de los Mollinedo: Rafael Ballesteros y Gabriela Canales, quienes han decidido que las leyendas de este enigmático lugar queden intactas.