Seguramente si tienes un perro en casa, en alguna ocasión lo has abrazado y sino, entonces aquí te damos algunas de las razones para que lo hagas, y es que abrazar a nuestras mascotas es muy importante y dependerá la personalidad de tu perro, el momento en el que decidas hacerlo y que lo hagas lo más suave posible, pues no solo apoya a fortalecer el vínculo emocional con tu perro, sino también es una forma de demistrarla afecto y cariño.
Y es que es fundamental tener ciertos cariños con nuestras mascotas, para poder hacerlos sentir parte de la familia, y en ocasiones hay razas de perro que disfrutan que los abracen, pues les ayuda a reducir el estrés, al tener ese contacto físico con ellos como los abrazos, al mismo tiempo que libera hormonas que están relacionadas con el bienestar de nuestro perro, un ejemplo de ello sería la oxitocina.
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Además de ello, dar un abrazo a nuestro perro les beneficia en su salud mental, y es que hay varios estudios que demuestran que el tener este tipo de interacción física, ayuda a reducir su nivel de ansiedad, depresión, estrés y hasta de soledad, al proporcionarles seguridad o hasta consuelo, pues digamos que somos su lugar seguro que les brinda calma, en momento que para ellos son muy difíciles de afrontar.
Signos de que tu perro no está disfrutando su abrazo
El abrazar a tu perro también podría tener como beneficio, mejorar su comportamiento, es decir, que te tenga confianza a la hora que le hablas, y más si estás en momento de entrenarlo, pues funciona como una forma de socializar, y es que solo basta con intentarlo en alguna ocasión y verás cómo se relajarán, no obstante, hay ciertas características o señales que en ocasiones muestran nuestros perros de que esa sensación de abrazo no les gusta y algunas de ellas son:
- Orejas caídas
- Gira la cabeza
- No lo mira
- Ojos entreabiertos
- Se relame el hocico
- Responde con bostezos
- Abre demasiado los ojos
- Quiere escapar
- Responde con gruñidos
- Enseña los dientes
Pues recordemos que el amor de un perro nos lo demuestran de forma diferente de acuerdo a su genética, educación, personalidad y contexto en el que fue criado.