LOS MONÓLOGOS DE LA VAGINA

La obra que nos enseñó a decir vagina y romper tabúes | Exclusiva

Escrita por V (antes Eve Ensler), "Los monólogos de la vagina" cumplen 25 años educando y visibilizando la salud femenina en México

La puesta en escena cumplen 25 años en México
Los monólogos de la vagina.La puesta en escena cumplen 25 años en MéxicoCréditos: IG: @monologosvagmex
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Hace más de 2 décadas, una obra de teatro cambió la conversación sobre el cuerpo femenino y la sexualidad: “Los monólogos de la vagina”, escrita por Eve Ensler —hoy conocida como V—. Lo que comenzó como una serie de entrevistas para entender cómo las mujeres se relacionaban con sus cuerpos, se transformó en un fenómeno global que rompió tabúes, enfrentó censuras y dio voz a millones de mujeres.

Hoy, a 25 años de su estreno en México, la escritora junto con las actrices Ana Karina Guevara y Pilar Bolíver recordaron en un conversatorio realizado por la UNAM y la empresa Mejor Teatro la fuerza, el impacto y la vigencia de una puesta en escena que hasta la fecha sigue siendo necesaria alrededor del mundo.

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Cuartoscuro

De la censura mediática al fenómeno mundial que ha roto tabúes

Cuando la obra llegó a México a inicios de los 2000’s, hablar de la vagina en público era considerado un escándalo. Ana Karina Guevara recuerda que, incluso antes del estreno, varias actrices se negaron a participar. “Nos decían: ‘¿Cómo crees que vamos a hablar de esas cosas?’. Había miedo e incertidumbre”, relató. Aun así, la curiosidad del público creció de manera exponencial: los teatros comenzaron a llenarse y las funciones se multiplicaron hasta tener presentaciones diarias en diferentes ciudades del país con un elenco diverso.

Sin embargo, el camino no fue fácil. La actriz recuerda que, en Mexicali, grupos conservadores exigieron cancelar las funciones y en Ensenada la marquesina no podía mostrar el título completo: “Ponían puntos suspensivos en lugar de la palabra vagina”. Aquella resistencia por parte del público, lejos de detener la obra, la impulsó. Se volvió un acto de resistencia artística y feminista. “Era un fenómeno. Nos dimos cuenta de que la gente necesitaba hablar de esto, necesitaba escucharse”, señala Guevara.

“Los monólogos de la vagina” marcó un antes y un después en el teatro mexicano. No solo porque permitió que las mujeres se vieran reflejadas, sino porque obligó a la sociedad a mirar de frente los temas que había preferido callar: el placer, la violencia, la vergüenza y la reconciliación con el propio cuerpo.

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La palabra que se volvió liberación

Pilar Boliver, quien ha interpretado más de 4,500 funciones, resume el impacto de este texto con claridad: “Al principio ni siquiera nosotras podíamos decir vagina con confianza. Ahora se pronuncia sin miedo, con naturalidad. Eso ya es un avance enorme”. La actriz recuerda que en los primeros años el público permanecía rígido, incómodo. Hoy, en cambio, las nuevas generaciones han crecido escuchando esa palabra sin culpa, con más libertad para hablar de su salud sexual y emocional.

La estructura escénica, minimalista y simbólica —mujeres vestidas de negro, descalzas, con un micrófono y una silla—, refuerza el poder de las palabras. No hay artificios: solo voces femeninas que narran experiencias de dolor, humor, gozo o descubrimiento. Desde la historia de una mujer que odia su cuerpo hasta el relato del parto o la alegría del placer, cada monólogo construye una conversación que el mundo necesitaba tener.

“El humor también ha sido clave”, explica Boliver. “Hace que el público baje la guardia, que entre al tema desde la risa y salga reflexionando sobre el cuerpo, el deseo y la violencia”.

Eve Ensler: del escenario al activismo

Eve Ensler nunca imaginó que escribir sobre la vagina la convertiría en una figura central del activismo feminista global. Durante el encuentro en México, la autora recordó que la obra surgió a partir de una pregunta simple: “¿Qué piensas de tu vagina?”. La respuesta de decenas de mujeres la llevó a descubrir un patrón de culpa, miedo y desconocimiento que atravesaba culturas y generaciones.

Ensler, que ahora se hace llamar V, habló sobre la importancia de seguir defendiendo el derecho de las mujeres a nombrar sus cuerpos, especialmente en un momento en que los derechos reproductivos y sexuales están bajo ataque. “Estamos viendo un regreso de los movimientos que quieren callar nuestras voces. Por eso tenemos que ser más valientes que nunca. Nuestras vaginas no volverán a la botella”, advirtió.

La dramaturga también reflexionó sobre el patriarcado y su relación con la violencia global. “El patriarcado nos ha llevado a guerras, a la destrucción de la Tierra y al control del cuerpo de las mujeres. La forma en que tratamos a la Tierra es la misma con la que tratamos a los cuerpos femeninos: sin respeto, sin adoración, sin conciencia de su generosidad”.

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Un legado que se renueva

A 25 años de su estreno, "Los monólogos de la vagina" no ha perdido vigencia. Su mensaje se ha expandido para incluir a mujeres trans y a la comunidad LGBTQ+. Ensler incluso incorporó nuevos textos, como Mi falda corta y Bajo la burca, que hablan de libertad y opresión desde diferentes realidades culturales.

Para las actrices mexicanas, el mayor legado de la obra es haber sembrado una semilla en la conciencia colectiva. “Hoy hay mujeres que no habían nacido cuando la estrenamos, y crecieron en un país donde ya se puede hablar del cuerpo con más naturalidad”, dice Boliver. Pero también reconocen que el camino no está completo. Los feminicidios, la violencia sexual y la desigualdad siguen presentes, y por eso la obra continúa siendo urgente.

Como dijo V en su intervención: “Ojalá lleguemos al día en que Los monólogos de la vagina sean irrelevantes, porque significará que las mujeres ya viven en libertad. Pero hasta entonces, seguiremos diciendo la palabra vagina en voz alta, con orgullo y sin miedo”.

EONM