“7 de septiembre” es una de las canciones más emblemáticas de Mecano, el influyente grupo pop español que dominó las listas musicales en los años 80 y 90. La canción, incluida en el álbum “Descanso dominical” de 1988, no solo es un testimonio del talento de la banda, sino también una pieza clave en la vida sentimental de Nacho Cano.
Mecano, formado por los hermanos Nacho y José María Cano, junto a Ana Torroja, se consolidó en la escena musical con su estilo innovador que fusionaba pop con elementos de música electrónica y letras que abordaban temáticas variadas, desde el amor hasta la crítica social. “Descanso dominical”, su tercer álbum de estudio marcó un hito en la carrera del grupo al incluir éxitos como “Hijo de la Luna” y “La fuerza del destino”.
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Esta es la verdadera historia que inspiró la canción el 7 de septiembre
La canción “7 de septiembre”, de Mecano surgió un día como hoy, pero de 1991 para celebrar el aniversario de un fracaso amoroso que tuvo Nacho Cano con la famosa escritora Coloma Fernández, quien fue el amor de su vida.
La historia real que inspiró a la canción comenzó cuando la pareja se conoció un 7 de septiembre de 1981, en un bar. En ese entonces, Coloma tenía 19 años, pero Nacho quedó flechado por ella, por lo que se acercó para conocerla y en la primera oportunidad que tuvo intentó robarle un beso.
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En ese momento, Coloma lo rechazó, pero Cano no se dio por vencido hasta que lograron tener una relación. El intento fracasado de esa noche lo trasladaron a la canción “La fuerza del destino”, que se convirtió en otro de los éxitos de Mecano.
La relación entre Nacho Cano y Coloma Fernández parecía ir muy bien, pero 10 años después decidieron separarse. Como cualquier otro fracaso, resultó ser una decisión triste para la pareja y Nacho aprovechó su dolor para escribir “7 de septiembre”, la cual se convirtió en un clásico, en la que cada año celebraban su aniversario de haberse conocido.
“7 de septiembre” no solo se convirtió en un éxito comercial, sino que también resonó profundamente con los oyentes por su capacidad de capturar la esencia de momentos introspectivos y emocionales. La canción alcanzó el puesto número uno en las listas de varios países de habla hispana y se mantuvo en la memoria colectiva como un ejemplo del talento de Mecano para combinar letras poéticas con música pegajosa.