"Me siento superhonrada, muy apapachada, aunque también muy reconocida, de muchísimo esfuerzo, mucho trabajo, que han sido varios años en este proyecto", así fue como Adriana Llabrés describió la emoción de haberse alzado con el Premio Ariel a mejor actriz principal por su papel de Miriam en la cinta Todo el Silencio, en la pasada edición de reconocimientos que premia a lo mejor del séptimo arte nacional.
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En la categoría, Adriana Llabrés se encontraba nominada junto con Mónica Huarte (Señora Influencier), Ilse Salas (Familia), Adriana Barraza (El último vagón) y Cassandra Ciangherotti (Familia), grandes intérpretes que demostraron su talento en sus respectivas cintas, algo que dejó muy emocionada a Llabrés, pues revela que, aunque en un principio creía que no sería capaz de ganar, eso no la detuvo, sino al contrario, la impulsó a dar lo mejor en sus próximos proyectos.
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"Haber estado nominada con ellas es impresionante, son actrices que admiro, con algunas tengo la oportunidad de decir que son mis amigas y que les tengo muchísimo cariño, con otras pude también platicar, con Adriana Barraza no había platicado y gracias a las entrevistas en donde nos juntaron, pude aprender también de aspectos de vida. Son mujeres que admiro".
Un viaje de 10 años para ganar el Premio Ariel
Para poder obtener este reconocido premio, la actriz se enfrascó en un viaje de 10 años, mismos que empezaron en Nueva York y en Londres donde estudió actuación e incursionó en el teatro, pero, al regresar a México y descubrir nuevas historias, tan comunes y reales, decidió quedarse aquí, formando parte de los escenarios, las plataformas de streaming y, ahora, de la pantalla grande.
"Si siento que hay una idea de fuera de que ya llegué, y yo no lo siento así, siento que apenas es el comienzo. He estado en un sendero de repente, a veces muy obscuro, y hubo muchísima luz y mucho apapacho y hubo una fiesta. Y ahora me voy con más herramientas para seguir caminando. No siento que ya llegué, siento que es el comienzo de muchas cosas".
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Todo el silencio: Una situación que le puede pasar a cualquiera
Fue con Todo el Silencio, largometraje dirigido por Diego del Río, que Adriana Llabrés levantó el Ariel a mejor actriz, pero, no solo eso, contó una historia común, fuera de los clichés mexicanos, de los temas de comedia, migración o narcotráfico. La historia nos adentra a la vida de Miriam, una mujer que enfrenta la pérdida del oído.
"Fue muy retador en hablar en lengua de señas mexicanas… Las señas tenían que ser muy específicas de una persona hops. Si un hops crece con la lengua materna siendo la lengua de señas mexicanas y es que sus padres la hablan, tiene que ser con una agilidad, una elegibilidad muy en los huesos".
Aunque el rodaje fue de unas cuantas semanas, Adriana señala que debido a la pandemia por el COVID-19, se tuvo que posponer el proyecto por varias ocasiones. Eso sí, siempre mantuvo su esencia: la naturalidad de la situación, misma que podemos ver al abordar temas complejos como lo es la comunidad de sordos en México y la visibilidad LGBTQ+.
"Yo creo que todos nos beneficiamos de la integración, no solo los sordos integrándose al mundo de los oyentes, sino nosotros también. Entonces, romper esas barreras y hacer lo que se necesite para podernos comunicar y que haya más inclusión".
Adriana estuvo más de un año y medio aprendiendo la Lengua de Señas Mexicana, gracias a la compañía de teatro Seña y Verbo, quienes no solamente se encargaron de que aprendiera la gesticulación correcta en sus manos, sino que estuvieron en el rodaje para verificar que las señas estuvieran bien hechas. "Yo no aprendí una coreografía, aprendí a expresarme en señas".
De hecho, Todo el Silencio es la primera película bilingüe mexicana, donde tanto tiene idioma español como la Lengua de Señas Mexicana, teniendo los subtítulos adecuados para que todos los asistentes pudieran disfrutar de esta cinta.
- ¿Consideras que el haber ganado el Ariel representa una responsabilidad en tu trayectoria profesional?
No. Me intento alejar de ahí. Yo siento que no me debo a nadie más que a la conexión, sí al mundo, pero desde mi punto de vista, yo lo que quiero como actriz es colaborar y conectar con quien resuene conmigo… Cargarme cosas de ahora, ‘tengo que o tengo que superar este proyecto’. Justo no, incluso me quiero ir como al opuesto; ahora quiero hacer comedia y así y seguir explorando y viviendo esta vida que me tocó y a ver con quién resueno, y todo bien si de repente no resueno con alguien.