Emma Mayté Carballo Hernández, mejor conocida como Flor Amargo, no es una artista como cualquier otra. Se ha presentado en algunos de los recintos más importantes de México, pero también es una defensora de dar shows en plena calle. En México se le ha captado en diferentes ocasiones dando presentaciones mientras los transeúntes caminan rumbo a sus destinos.
En redes sociales la opinión es dividida. Mientras algunos le aplauden, otros la critican, pero eso no la ha detenido nunca. Sin embargo, ahora no fueron los internautas los que la intentaron frenar, sino unos policías en Madrid, en España.
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Por esta razón detuvieron a Flor Amargo en Madrid
La cantante oaxaqueña compartió que, a pesar de que ya había sido advertida por sus amigos de la prohibición de este tipo de espectáculos, se atrevió a salir con su piano a la calle. Por ello, policías del país ibérico la detuvieron.
“Yo vi que no se estaban poniendo, pero dije ‘yo lo tengo que hacer, o sea, tengo que vivirlo’. Se reunió un montón de gente, me estaban escuchando y llegó la policía así de la nada”, explicó en un video, mientras se le notaban los ojos hinchados por su llanto.
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Aunque todo terminó en una multa, la mujer de 38 años aseguró que insistirá en tocar en la calle, mientra vea que hay personas conmovidas con su música. “No puedo dejar de tocar. Es mi vida. No me puedo detener porque yo soy un instrumento muy poderoso”, aseveró.
“Mientras haya una persona que su vida, que su alma pueda iluminarse con mis notas musicales, ahí voy a seguir. no me voy a parar. Y quizá, algún día voy a transmitir desde la cárcel, por tocar, pero no importa”, expresó todavía con lágrimas en la cara.
Policía se arrepiente del arresto: “Lo hacías muy bien”
Flor Amargo contó que durante su experiencia en las calles de Madrid, una mujer que tenía un mal día le agradeció por alegar su tarde. Incluso, aseveró que uno de los policías mostró arrepentimiento por el arresto. “Me dijo ‘lo siento porque lo hacías muy bien’”, comentó.
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“No me quiero detener porque no quiero que tocar en la calle sea un delito, que los músicos puedan seguir tocando. Todo está carísimo, todo es más inalcanzable, pero hay una cosa que nadie puede quitarnos y es la fe y el amor de seguir adelante”, insistió.
Al final, ya libre, sentada en el piso de las calles madrileñas, Flor Amargo apuntó que enmarcará la multa que le fueron impuesta y la colocará en una pared de su casa. Sentenció que será un recordatorio de su meta en la vida.