El cantante español Diego Ramón Jiménez Salazar, también conocido como Diego "El Cigala", fue sentenciado a dos años y un mes de prisión por abusos físicos y mentales contra su exesposa, según comunicó el Tribunal Superior de Justicia de la región de Andalucía (sur).
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El fallo, que no es definitivo y puede ser apelado, sentencia al cantaor por tres crímenes de maltrato relacionados con las agresiones sufridas a la víctima. Además de la pena de cárcel, establece la prohibición de comunicarse y acercarse a menos de 200 metros de ella durante un periodo de dos años.
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De igual manera, lo sentencia por un delito leve y persistente de vejaciones en el hogar por 25 días de residencia permanente, siempre en un lugar distinto y lejos del de la víctima.
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La evidencia con la que fue sentenciado
La magistrada añade que, a lo largo de la relación amorosa con su esposa, la mujer "ha sido dependiente financieramente del imputado". Cuando la afectada quedó embarazada de su primer hijo, el vínculo amoroso entre ambos "empezó a deteriorarse y los conflictos entre ellos (...) se volvieron habituales".
Dentro de las pruebas que se presentaron dentro del juicio, se pudo observar que ambos se insultaban mutuamente y que Diego “El Cigala” en muchas ocasiones lanzaba insultos en contra de su ex mujer como “put*”, “maldita perr*”, además de expulsarla de la habitación que compartían o de la casa.
Episodios de violencia en contra de su exesposa
Uno de estos episodios sucedió en 2017, cuando en un enfrentamiento verbal, Diego “El Cigala” le dio “una bofetada en el rostro” a la víctima, de acuerdo con el veredicto.
Otro suceso ocurrió en 2019, donde, tras ofrecer un concierto y pelearse verbalmente, el cantante “le propinó un empujón que la hizo caer al suelo, y estando tirada en el suelo, el acusado le siguió dando golpes y patadas por el cuerpo".
Fueron decenas de episodios de violencia que fueron comprobados ante la jueza; uno de ellos fue en 2020, cuando ambos estaban conviviendo y, tras una discusión, el acusado la agarró del cuello para decirle “me cago en tus muertos”.
Durante la sentencia, la jueza explicó que, al ser un caso con una figura pública internacional, la valoración de pruebas fue “extraordinariamente compleja”, ya que existía el interés de varios testigos para conocer el resultado del caso, mismo que llegó a su final gracias a la declaración de la víctima, que fue “la principal prueba de cargo practicada contra el acusado y sobre la que se asientan de forma principal los hechos que han sido declarados probados”.
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El momento más difícil en la vida de Diego "El Cigala"
A más de 9 años del “no puedo, no puedo”, de “El Cigala”. En agosto de 2015, el diario El País cronicó en pluma de la periodista Rosa Jiménez Cano el momento más doloroso en la historia del “cantaor”. Previo a un concierto en Los Ángeles, California, escribió Rosa Jiménez Cano, llegó al camerino con los ojos rojos de tanto llorar diciendo “No puedo, no puedo”, decía “El Cigala” quien se negaba a presentarse ante su público.
“Y pudo”, escribió la periodista, porque “El Cigala” se presentó a cantar y ante su público que lo ovacionaba dijo: “Buenas noches, Los Ángeles. Feliz de poder compartir con tanta gente buena y afición a la buena música. Tanto yo como mis compañeros estamos contentos y felices y, nada, darles las gracias por estar aquí. Thank you, very much”, y comenzaron los compases de Simples Cosas.
No hizo referencia al suceso, pero en el fondo no estaba feliz, una noche antes había quedado viudo. Su esposa, Amparo Fernández, había muerto en Punta Cana, República Dominicana, víctima de una larga enfermedad. Llevaban más de 25 años de casados.
Con información de EFE