El pan dulce forma parte de nuestros desayunos, cenas y a veces, a la hora del postre. Aquí te contamos la historia detrás de 6 clásicos panes dulces. Sabemos que es un elemento esencial en la cultura culinaria de México, consumido en diferentes momentos del día. Su historia se remonta a la llegada de Hernán Cortés en 1525, cuando se dio inicio a la producción y distribución de pan. En aquel entonces, Cortés estableció tres requisitos: el peso adecuado, el precio regulado y la cocción perfecta.
Los panaderos de la época comenzaron a llevar sus productos por las calles en cestos sobre sus cabezas, ofreciendo una variedad de panes a los transeúntes. Con el tiempo, surgieron panaderías en el centro y luego pastelerías de renombre, como El Globo en 1884 y El Molino en 1930.
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El pan dulce mexicano es muy diverso, ofreciendo tanto opciones saladas como el bolillo, la telera y el pambazo, como también alternativas dulces, entre las que destacan los ojos de pancha, poblanas, trenzados, orejas, magdalenas y conchas. La influencia francesa durante el Porfiriato también dejó su huella en la pastelería mexicana.
Aunque la pastelería francesa ganó popularidad, el pan dulce mexicano tiene profundas raíces, como el pan de pulque, que se elabora con harina de trigo, manteca vegetal, azúcar, huevos, levadura y pulque. Además, no podemos olvidar los panes de fiesta, como la rosca de Reyes, de origen romano, y el delicioso pan de muerto, presente en las ofrendas del Día de los Muertos.
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Los clásicos panes dulces de México
Dentro de la amplia variedad de panes dulces mexicanos, existen algunos clásicos que merecen especial atención:
- Concha - Este pan recibe su nombre por su parecido a una concha de mar. La mezcla de azúcar que adorna la parte superior ya se usaba antes de llegar a México, pero aquí, la masa adquirió sabores y aromas únicos que deleitan a todos.
- Oreja - El pan de hojaldre, de origen griego, llegó a México con los españoles, quienes enseñaron a los indígenas a elaborarlo. Con el tiempo, se enriqueció con mantequilla y azúcar, lo que le dio un sabor delicioso al tostarse en el horno.
- Rebanada de Mantequilla - Inspirado en la tradición de hacer pan con mantequilla y azúcar para acompañar el chocolate caliente, este pan se convirtió en un manjar casero muy querido en México.
- Moño - Los panaderos mexicanos se inspiraron en los panes franceses para crear el moño. Originalmente relleno de chocolate o mermelada, los mexicanos adaptaron el pan con azúcar, dando como resultado un sabor único y delicioso.
- Beso - Este pan es una creación romántica en la panadería mexicana, ya que une dos partes con mermelada. Es dulce por el azúcar, ligeramente ácido debido a la mermelada y, en exceso, puede resultar empalagoso, como un beso apasionado.
- Ojo de Pancha - También conocido como "ojo de buey," este pan es parte del popular "pan de chinos" en México. Su origen se remonta a un cocinero chino que se inspiró en la forma del ojo de un buey, y con el tiempo, muchas panaderías comenzaron a elaborarlo, dándole el nombre de "ojo de Pancha" en esa época.
El pan dulce mexicano es un verdadero tesoro culinario que fusiona tradición, historia y sabor en cada bocado. Estos clásicos panes dulces son mucho más que alimentos, son parte de la identidad y el gusto por la repostería en México.