XALAPA, VER.- Los tacos de guisados son definitivamente un referente de la gastronomía xalapeña. Un banquete de desayuno, es la promesa de las mesas repletas de ollas con diversos guisados exquisitos, que en medio de una tortilla, se vuelven en la comida predilecta de quien vive en la ciudad capital de Veracruz.
Don Marcos y su familia es un negocio familiar que ha logrado mantenerse por 40 años. A bordo de una camioneta del 75 van los 30 guisados para ofrecer múltiples opciones a la fiel clientela que cada mañana espera saciar el hambre antes de comenzar sus actividades del día.
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El punto que comienza a concurrirse minutos antes de las 9:00 de la mañana es la cuchilla que se forma entre las calles de Clavijero y 20 de Noviembre. Taxistas, estudiantes, oficinistasy familias, llegan a comer al mismo lugar que ya es un referente en Xalapa.
Milanesa, bistec encebollado, longaniza, huevo, coliflor capeada, barbacoa, y por supuesto, costilla en salsa de chileseco, platillo típico de Xalapa. Estas son algunas de las opciones que encontrarás en Tacos Don Marcos, quien ofrece una variedad de 30 guisados, que combinaciones que parecieran infinitas con frijoles, arroz, aguacate o ensalada.
¿Quién es Don Marcos?
Don Marcos es Francisco Marcos Rojas, dueño de los tacos callejeros más famosos de Xalapa. El emprendimiento nació en 1985, y desde entonces él y su familia listos para atenderte de 9:00 a alrededor del mediodía que se acaban los alimentos.
Oriundo de Jalacingo, Veracruz, perdió a su padre a temprana edad. El joven ‘Marquitos’ junto a su abuela y su madre – María Alberta Rojas - llegaron a Xalapa en 1967, donde, para apoyar a la economía de su hogar vendía fruta en la calle, y tocaba de puerta en puerta hasta terminar su labor.
Desde su llegada a la ciudad de las flores, la familia pagó una renta mensual de 30 pesos de aquél entonces, a lo que hoy serían cerca de 30 mil pesos, en un aproximado de 25 años.
“El pasar de los años fue tormentoso”, comentó el señor Marcos en entrevista. Narra que de joven caminaba largas distancias con huaraches de llanta o descalzo y salía a vender tocando puerta por puerta.
Cuando fallece la madre de Marcos, en 1975, el señor Marcos, junto con el apoyo de los vecinos, salen adelante con el esfuerzo del trabajo diario.
Don Marcos antes de tener su existoso negocio pasó por un problema grave de alcoholismo, lo que le pasó factura en la salud de su cuerpo, narró y ahora tiene que medicarse de vez en cuando.
El señor emprendió cuando le alcanzó para comprar una pequeña camioneta, con la cual, desde 1982 empezó a vender comida típica como gorditas, enchiladas y tortas, siendo el personal de una gasolinera su principal clientela.
Unos años más tarde, un sazón particular y unos metros más adelante, la clientela no se hizo esperar y, en algunos casos fueron sugiriendo a la familia ampliar su menú, por lo cual el negocio vilvió popular entre los xalapeños hasta convertirse hoy en un lugar de referencia.
Para María Victoria Rodríguez Mateo, esposa de Don Marcos, y la familia, el día comienza a las 04:30 de la mañana para preparar los insumos y después la labor de para abrir el local a las 9:00 de la mañana.
En el lugar se atiende con una sonrisa y buen ambiente. Autoridades, estudiantes y profesionistas se reúnen alrededor de la camioneta para disfrutar la comida, buena compañía o una ‘platicadita’ con la familia de todos, la de Don Marcos.