AÑO NUEVO

Santa tiene 15 años elaborando El Viejo, tradición única en Veracruz para Año Nuevo

El Viejo es una tradición que nació en el puerto de Veracruz hace 144 años, luego de una protesta de trabajadores del muelle; actualmente es una tradición imperdible para destejar eñ año nuevo

Es una tradición con más de 100 años que nació en una protesta de trabajadores del muelle.
Santa elabora figuras del tradicional Viejo, que vende para festejar el fin de año.Es una tradición con más de 100 años que nació en una protesta de trabajadores del muelle.Créditos: Inés Tabal G.
Escrito en VERACRUZ el

VERACRUZ, VER.- Desde octubre los negocios de piñatas en la ciudad de Veracruz comienzan a preparar las piezas para armar una de las más antiguas tradiciones para festejar el fin de año y que con arraigo se conserva entre la población veracruzana. Santa Cruz es una de las artesanas encargadas de mantener viva la tradición de El Viejo”.

Este festejo, que comenzó como una protesta de trabajadores hace más de 144 años en el puerto de Veracruz, ahora forma parte de un oficio que las familias veracruzanas mantienen vivo cada fin de año y que representa para ellas una fuente de ingreso extra aparte de las fiestas decembrinas.

Dentro del taller Piñatas Mi Negra, además de haber toda clase de piñatas, también se elaboran los Viejos, que son figuras realizadas con trapo, papel y ropa usada que realizan los artesanos para que el 31 de diciembre las familias o grupos de amigos los saquen a bailar al ritmo de chunchaca por las calles de la ciudad de Veracruz, mientras piden una limosna que servirá para organizar la fiesta para recibir el año nuevo. A la media noche, El Viejo se quema, en medio de un ambiente de fiesta.

Santa Cruz Martínez lleva 15 años dentro del oficio de hacer piñatas y de realizar los Viejos, cada temporada ella y su familia hacen alrededor de 300. Pero desde octubre comienzan a preparar todas las piezas para que, una vez llegada la temporada de fin de año, solo se dediquen a armarlos.

“Tenemos dos tipos de Viejos. Es el que es de piñata y el que es para quemar. El de quemar se hace con trapo, con ropa que ya tenemos, que vamos juntando todo el año. Se rellena de papel, de cartón y aserrín. Se le decora la cabeza de piñata. Y el de piñata se hace con papel periódico, archivo. Le ponemos patitas, sombrero, todo a base de papel”, describe Santa.

El taller de Santa Cruz es familiar, ahí trabajan sus hijos y esposo. En esta temporada hubo menos producción que en la anterior, debido a que en noviembre el establecimiento se quemó y perdieron todo el avance que tenían para fabricar las piñatas y los viejos; sin embargo, aseguran que pese a este obstáculo continuaron trabajando, incluso, hasta la madrugada con tal de seguir vendiendo.

“Nosotros hacemos nuestro trabajo con mucho cariño y nuestra finalidad es que a través de una piñata o de los Viejos, emitir una tradición que es cada año y que no se pierda. Porque son tradiciones muy bonitas, ya no son como antes, pero ojalá se recuperara un poco de cómo era antes”.

Los viejos que vende Santa tienen un costo de 200 pesos, los que son ocupados para quemar, mientras que las piñatas el costo es variado de acuerdo con el tamaño, de 100 hasta 150 pesos. Algunos pueden tener un mayor costo, en caso de que las personas requieran características más detalladas.

¿Cómo inició la tradición?

El Viejo es una tradición que realizan los jarochos para despedir el año. El 31 de diciembre hombres salen a las calles, semáforos, vecindades o colonias portando un muñeco de trapo y caracterizados de ancianos con barba blanca y sombrero a bailar ritmos tropicales para despedir al “año viejo”, mientras que a la medianoche esta figura es quemada.

El historiador de la ciudad, Ricardo Cañas Montalvo, agrega que este festejo inició en 1875 como una protesta laboral de los trabajadores del antiguo muelle. Según cuenta el especialista, los empleados al ver que los dueños y directivos de la aduana con más poder adquisitivo, se repartían entre ellos mercancía que quedaba olvidada en las bodegas, sin darles nada, pidieron ser considerados y tener una gratificación por su trabajo al final del año.

En aquella época no existían prestaciones de fin de año como el aguinaldo, actualmente establecido en la Ley Federal del Trabajo. Por lo que un grupo de trabajadores, liderados por Manuel Bovril, se organizaron par manifestarse en las casas de los antiguos directivos.

Manuel Bovril fue encarcelado por este movimiento que había hecho y lo que hacen sus compañeros es salir por las calles a pedir dinero, haciendo ruido con cacerolas, sartenes y otros utensilios y con esto lograron juntar dinero para sacarlo de la cárcel”, contó el historiador.

Los trabajadores portuarios al ver que habían obtenido dinero, decidieron realizarlo cada año. Mientras que la figura de “El Viejo” como actualmente lo conocemos surgió años más tarde. También por el muelle, ya que entre la mercancía que llegaba al puerto llegó la imagen de unos almanaques chinos con el rostro de un anciano de barba blanca y rasgos asiáticos. 

Fue así como uno de los trabajadores decidió caracterizarse con ropa vieja, desgastada y una barba blanca, acto que quedó para la posteridad. Desde entonces la tradición de El Viejo ha ido cambiando, ahora las personas realizan esta festividad con otros atuendos y música, pero con la misma esencia, mientras cantan el tradicional verso que dice: "Una limosna para este pobre viejo..."

vtr