XALAPA, VER. – La capital del estado, Xalapa, es una ciudad llena de leyendas e historias “paranormales” que han vivido sus habitantes, incluso algunos foráneos. Una de ellas fue contada por un taxista para una cuenta de TikTok.
Relatos Nocturnos, un perfil de TikTok en la que se cuentan leyendas de Xalapa, compartió la historia de cuando asustaron a un taxista durante la madrugada en uno de sus viajes, hecho que lo dejó marcado.
De acuerdo con el relato, corría el año de 2007 cuando un taxista estaba de base con sus compañeros en un antro conocido como “El Balcón”, fue a dejar un viaje y al ir de regreso, se encontró con un par de adultas mayores que llevaban flores como las que usualmente se usan en velorios.
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Al ser casi media noche, le llamó la atención y les comentó a sus compañeros taxistas, a lo que le respondieron que no las habían llevado porque iban hasta Alto Lucero, ubicado a una hora de Xalapa, y que sólo ofrecían cien pesos por el viaje.
En aquel año, a pesar de que la “carrera” a Alto Lucero era cotizada en 200 pesos, el taxista decidió llevarlas, pues contó que ya había tenido buenas ganancias durante el día y se le hacía mal dejar solas a las señoras. Se acercó a ellas y le comentaron que iban a un velorio, por lo que el ruletero aceptó.
Durante el trayecto, el taxista y las señoras fueron platicando amigablemente, incluso, hicieron énfasis en la curva conocida como 6 de enero en donde varias personas han fallecido a causa de accidentes.
Llegaron hasta el lugar de destino, una casa amarilla de teja ubicada cerca de la avenida principal de Alto Lucero y le dijeron “Es aquí”. El ruletero alcanzó a observar que todas las luces de la casa estaban encendidas e incluso vio el féretro al fondo de un cuarto, pero sin gente que estuviera acompañando.
Se le hizo un poco extraño, pero no le tomó importancia. Las mujeres le insistieron repetitivamente al taxista que se quedara a dormir para que no le pasara algo, pero él se negó y, cuando iba de regreso, justo en la curva 6 de enero, el carro le empezó a fallar y se detuvo.
Sin bajarse del carro, el taxista comenzó a escuchar que jalaban las palancas de las cuatro puertas del carro y unos golpes fuertes debajo del mismo, todo esto mientras sentía un ambiente “raro”, por lo que comenzó a decir groserías para ahuyentar a lo que lo estaba espantando.
Así, durante los siete días siguientes, el taxista sufrió de fiebre, pesadillas e incluso alucinaciones que lo tenían asustado, tanto que a las 6 de la tarde regresaba a su casa y dejaba de trabajar, por lo que tuvo que acudir con un curandero.
Años más tarde, se enteró que las mujeres a las que había llevado a Alto Lucero eran hermanas y habían fallecido en los años 50 o 60, así también, que la casa estaba abandonada pues sus familiares vivían en Estados Unidos.
mb