VERACRUZ, VER.— Daniel Monroy estaba desesperado y no sabía qué hacer. Llevaba semanas sin trabajo y aún le faltaban cientos de pesos para cubrir los gastos de transporte y alimentación de su familia; en cinco días su hijo tenía que estar en la Torre Pediátrica de Veracruz para una valoración médica.
Con esta, ya son seis veces en los últimos tres meses que acuden desde Cosoleacaque hasta el puerto de Veracruz en busca de una segunda cirugía de reconstrucción facial por el paladar hendido de su hijo de 1 año con 8 meses de edad.
Decidido a intentarlo todo, y sintiéndose acorralado, una madrugada Daniel hizo una publicación en Facebook para ofrecer sus servicios en la remodelación y mantenimiento de casas o negocios. Donde compartió su número +52 922 173 6750 para que lo puedan contactar
Te podría interesar
“Me dirijo a ustedes con mucha humildad y esperanza. En los próximos días, mi hijo tiene una cita médica muy importante en el hospital de altas especialidades en Veracruz (...) Si alguien necesita apoyo con estos trabajos, o si está en posibilidad de ayudarme con una pequeña aportación económica, se los agradeceré con el alma”.
Al día siguiente, Daniel de Jesús Monroy tenía cientos de comentarios. Algunos le ofrecían donaciones, otros, cubrir el traslado y sus comidas. Otros, pedían informes sobre sus trabajos en tabla roca y mantenimiento. En esa semana, la publicación se compartió 3 mil 500 veces. No lo podían creer. Él y su esposa lloraron de alegría porque eso significó que sí viajarían a Veracruz este viernes 26 de septiembre.
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
“Lo daría todo por él”
Daniel hijo fue diagnosticado con el labio y paladar hendido bilateral mientras se gestaba en el vientre de Jovana. Los médicos fueron claros: les dijeron que su bebé tenía una malformación congénita que afecta la formación de los labios y la parte superior de la boca durante el desarrollo embrionario.
A pesar de que su hijo no padecería de ningún síndrome, les dieron la opción de abortar, pero ambos la rechazaron.
“Verlo ahí, en el ultrasonido tan pequeño, no sé, me dio sentimiento. Simplemente sentí mucha felicidad de que iba a ser papá, y ese día que lo conocí en una pantallita, me propuse y me hice a la idea de que iba a hacer todo lo posible e imposible por verlo bien”, recuerda Daniel.
El padre explica que la condición de su hijo es solamente estética, y con cirugías, puede tener la vida de cualquier infante. Sin embargo, estos casi dos años han sido difíciles.
Desde que Daniel hijo nació, la familia ha visitado muchas clínicas y hospitales para mejorar su calidad de vida. Incluso, en agosto de 2024, tuvo su primera cirugía maxilofacial. Sin embargo, debido a complicaciones postoperatorias, esta se revertió y la familia fue canalizada a la Torre Pediátrica de Veracruz en donde cuentan con los equipos necesarios para realizar una segunda cirugía.
Para los padres, lo más complicado del labio y paladar hendido bilateral es alimentar a Daniel.
“Hasta el día de hoy el reto siempre ha sido alimentarlo, tratar de mantenerlo con vida. Al nacer con esta condición no hay un sello hermético entre los labios, por lo cual no podía amamantarse de pecho”, recuerda. Por ello, gran parte de los gastos médicos se destinan hacia mamilas y chupones especiales que se rompen fácilmente debido a que Daniel ya tiene algunos dientes.
Además de esto, una complicación secundaria es la facilidad con la que Daniel adquiere gripa y tos. Los cambios de temperatura suelen jugarle en contra al niño risueño, dadivoso y amable, por lo que necesita de nebulizaciones constantes.
Asimismo, debido a que su labio y encías están expuestas, estas suelen resecarse y sangrar. Por eso mismo, puntualizan, deben evitar a toda costa las caídas de Daniel, quien ya comienza a caminar.
“Lo difícil no me frena, me motiva”
Los gastos médicos, mensualmente, ascienden a los 3 mil pesos según estima Daniel.
“Estoy consciente de que va a ser un proceso largo y que probablemente parte del resto de mi vida, y parte de la de él, nos la vamos a pasar de hospital en hospital hasta que él logre tener 100 por ciento su salud. Soy consciente de eso y no me frena, no me desanima, me motiva a seguir buscando un ingreso mejor”, explica.
Desde que Daniel supo que sería padre, y que su hijo nacería con una complicación médica que requiere de más ingresos económicos, se esforzó el doble en su trabajo.
Él, desde los 18 años (ahora tiene 24), aprendió el oficio de tablaroquero. La construcción de muebles y de materializar lo trazado en un plano despertó en él la pasión por el diseño y decoración de interiores.
Descubrió nuevos lugares y que esta es una buena fuente de trabajo. No obstante, en su camino como emprendedor de Multiservicios DYNO (https://www.facebook.com/daniel.s.mry.rosas) se encontró también con el desempleo constante.
La necesidad, según explica, lo llevó a realizar trabajos como impermeabilización, pintura, texturizado, plomería, fontanería, pisos y barras epóxica, instalación de soportes para televisión y la limpieza de patios o terrenos además de la realización de diseños en tablaroca.
Cuenta que ha tenido meses difíciles. Desde hace por lo menos cinco meses, el trabajo de diseños de interiores ha ido a la baja. En busca de alimentar a su familia, Daniel ha recurrido a tocar puerta por puerta en Cosoleacaque para ofrecer sus servicios de mantenimiento.
También, dijo, han recibido ayuda de parte de sus padres, con quienes vendieron antojitos los últimos días y quienes, en momento difíciles, les ofrecen un plato de comida.
Por eso dice que, de no haber recibido ayuda y algunos trabajos conseguidos a través de su publicación en Facebook, el viaje a la Torre Pediátrica no hubiera sido posible.
“Por la situación de mi bebé opté por estar acompañando a mi esposa, aunque a veces me va bien, otras veces no tanto, como pasó en esta ocasión (...) Mi último recurso es pedir ayuda, pero yo no quiero nada regalado, por eso ofrecí mis servicios”, explica.
Daniel sostiene que todo lo hace por su hijo. El trabajo honrado, dice, servirá de ejemplo para cuando él crezca. “En cuanto mi situación mejore le voy a regresar el favor a la vida, porque soy muy creyente del karma, y todo esto bueno que hizo la gente por mí, lo voy a regresar algún día también. Primeramente Dios.”
Mientras tanto, aún tienen un gran camino por recorrer. Próximamente Daniel, su esposa e hijo tienen que regresar a la Torre Pediátrica de Veracruz el 3, 13 y 16 de octubre para las siguientes valoraciones médicas y la operación maxilofacial.
Aunque les preocupa la forma en que conseguirán el dinero para los viáticos y los exámenes clínicos, Daniel dice que hallará la forma de solucionarlo.Pero para esta primera visita agradeció a las personas que lo han apoyado para su viaje.
lm