VERACRUZ, VER.- Cuando Vanessa del Ángel Peniche regresó al puerto de Veracruz en febrero, no encontrar actividades culturales la extraño. “No puede ser que sólo haya plazas, el bulevar, el Zócalo y el Malecón para hacer algo”, pensó. Decidida, la flautista de 23 años emprendió un viaje por los centros culturales de la ciudad que, sin querer, la llevó a crear la “Cartelera cultural jarocha” de Pececitos.
Pececitos Veracruz inició como un bazar ecológico durante la pandemia del Covid-19. Ropa de segunda mano y toallas sanitarias de tela reflejaban quién era Vanessa: una activista de entonces sólo 19 años.
Hablaba de ecología y feminismo, pero principalmente, sobre la concientización del consumo. Los siguientes cuatro años Vanessa se enfocó en su carrera como flautista transversa en la ciudad de Xalapa, identificada por muchos como la capital del arte en Veracruz.
Te podría interesar
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
Ahí disfrutaba de orquestas, conciertos y exposiciones promovidas en cada parte de la ciudad. En Veracruz, en cambio, desconocía la escena local debido a su poca difusión. Incluso se dejó llevar por lo que escuchaba: “en Veracruz no hay nada”.
“¿Qué hacer en Veracruz?” Cartelera
Entonces se animó. Tomó su bolso y decidió recorrer los centros culturales con curiosidad. Aunque siempre ha sido artista, a Vanessa le tocó reconocer la ciudad en la que nació.
Conoció músicos, pintores, emprendedores, otros activistas y lo supo: en Veracruz sí hay algo que hacer. Desde el 3 de marzo, Vanessa inició con la publicación periódica “¿Qué hacer este finde en Veracruz? ¡Tu cartelera cultural de eventos artísticos y recreativos en la zona conurbada de Veracruz – Boca del Río!”.
El proyecto, de a poco, despegó. La recomendación de actividades en teatros, cafeterías y centros de talleres, marchas, lecturas, exposiciones y otras, hizo que naturalmente naciera el “Pecetario Cultural Jarocho”, una plataforma en internet que se estrena el próximo 31 de agosto.
Más de 100 artistas, músicos, creativos, productores, activistas, centros culturales, fotógrafos, diseñadores, talleristas, proyectos artísticos y espacios dinámicos se han inscrito hasta el momento con el objetivo de tener más difusión en la zona conurbada de Veracruz Boca del Río.
Pecetario cultural, la respuesta de una necesidad
“Más allá de la difusión, que falta bastante, es la falta de seriedad hacia la cultura y el arte, pero, sobre todo, la necesidad de darle las opciones a la gente, que vea, que se entere de lo que puede hacer, de cómo se puede nutrir culturalmente”, explica.
Además, dice, de la creación de círculos de apoyo y conocimiento entre la comunidad de artistas veracruzanos. “Es una cooperación, una necesidad que yo creo que les toca a todos. A los artistas, a los actores culturales, a los recintos y al gobierno”, sostiene.
Desde que inició la Cartelera jarocha y desde que lanzó la convocatoria del Pecetario que cuenta con cuatro categorías, el público que busca opciones de recreación y artistas que buscan difusión han acogido el proyecto.
También lee: La pintura como forma de vida para Enok, artista totonaco de la comunidad marginada de Cerro Grande, Veracruz
Recién llegados a la ciudad le han agradecido por decirles a dónde ir y qué hacer los jueves, viernes, sábados y domingos. El Pecetario, dice, nació bajo la necesidad de conectar a los artistas entre sí con sus actividades recurrentes, proyectos y enfoques.
Aunque se dirigió en un principio a la zona conurbada, el Pecetario Cultural ya recabó la información de artistas en Coatzacoalcos, Xalapa y Ángel R. Cabada, lo que hizo pensar a Vanessa en una futura convocatoria exclusiva dirigida a artistas de otros municipios de Veracruz.
“La intención es básicamente abrir los brazos, el acceso a la información cultural de la zona conurbada. Que uno pueda enterarse, que se crezca esta red colaborativa que forma parte del contexto cultural jarocho”, detalla.
Para Vanessa Peniche, Pececitos Veracruz es una plataforma que muestra el activismo y que llama hacia la conciencia del consumo propio. No sólo de lo que se compra, sino de lo que se realiza como parte de la recreación.
“No busco enseñar o inculcar”, insiste. Para ella, el Pecetario es una herramienta de exposición que puede beneficiar a jóvenes y adultos que no se dediquen al arte y/o cultura, así como a aquellos que sí lo hacen. “El arte es una necesidad”, sentencia.
lm
