VERACRUZ, VER.- Gibran Rojas se hizo taquero por accidente y tiktoker por necesidad. Ataques de ansiedad como secuela del Covid-19 y la repentina presión alta –igual a la de una persona que sufre un infarto– le impidieron continuar su carrera en la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Desde entonces apostó todo en TaQkis, su taquería familiar.
Ubicada sobre la calle J.M Arriega, entre las avenidas Cuauhtémoc y María Auxiliadora, TaQcukis es una empresa familiar con 4 años de historia.
Antes de preparar él mismo las carnitas y el chicharrón con carne, Gibran era sólo uno de los accionistas en un negocio que vendía por sí solo. Sin embargo, el cambio de personal, de ubicación y de otras fuentes de empleo, hicieron que el emprendedor se convirtiera en todólogo.
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Primero tuvo que consumir el producto que vendía y que no le gustaba, después, aprender a hacerlo. Fueron meses de preparación, de carne cruda, salada y seca hasta que encontró la receta perfecta.
El cambio fue total. Gibran pasó de ser un hombre que odiaba cocinar a un hombre que, a su gusto, prepara las mejores carnitas de todo el puerto de Veracruz.
TikTok para vender
Hace tres años comenzó a realizar vídeos en TikTok. Observar cómo negocios e influencers crecieron debido a esta plataforma, lo motivaron a intentar lo mismo. Sus primeros vídeos eran totalmente vestidos de Iroman y con una Karely Ruiz de plafón que ofrecía los tacos de carnitas.
Las vistas llegaban, pero no eran suficientes. Inspirado en otros influencers, Gibran decidió quitarse la máscara de a poco y comenzó a ser aún más transparente con su audiencia.
“Día 1 haciendo viral mi taquería para así poder sacar de chambear a mi esposa”, grabó hace semanas. A partir de ahí, todo fue distinto. Comentarios que apoyan su contenido y que preguntan la dirección de su establecimiento, comenzaron a ser cada vez más comunes.
Cada mañana se levanta, toma su teléfono y antes de iniciar su jornada laboral, dice ante la cámara. Con el tiempo, Gibran ha construido una comunidad que le desea suerte y que pregunta la dirección de su establecimiento para conocerlo.
“Mira, es el de TikTok, el que se pone el casco de Iroman”, le han dicho últimamente las personas que lo reconocen por las calles y centros comerciales de Veracruz. Actualmente, su plataforma cuenta con más de 12 mil seguidores que cada vez lo acercan más a su sueño: tener un restaurante lleno.
“Ser emprendedor no es fácil”
Gibran Rojas tiene 31 años y una sonrisa que le ofrece a cada cliente que llega desde TikTok. Se describe a sí mismo como una persona altruista que sueña con una plataforma que le permita ayudar a los demás y como un aficionado a Los Vengadores.
En su restaurante, ubicado en la esquina de María Auxiliadora y J.M Arriaga, hay un pequeño altar a su abuela materna “Cuquis”, a quien honra el nombre de su establecimiento que cumple 4 años.
Este espacio, que cuenta con seis mesas y una luz tenue, es donde su hijo de 6 meses pasa las horas a su lado. También es donde Gibran, desde 2025, ha recibido al menos tres llamadas telefónicas de extorsión.
“Luego luego me huelo que son llamadas telefónicas que vienen de penales. ‘Oye, hablo de tal asociación delictiva...’ y comienzan a meterte miedo. Te dicen: ‘estamos haciendo el cobro de la seguridad y le hicimos llegar una carta de invitación a su negocio’, pero es mentira”, explica.
Sin embargo, sostiene: “si en algún momento me caen, voy a tener que cerrar, desafortunadamente”. En días recientes, el gobierno federal y el gobierno estatal, encabezado por Rocío Nahle, reconocieron que la extorsión es un delito que aún no ha podido erradicarse. En Veracruz, incluso, se han registrado secuestros por el cobro de piso.
A pesar de esto, Gibran intenta no pensar en eso y prefiere soñar con un futuro que le permita sostener la economía de su hogar, ver más a su esposa, pasar más tiempo de calidad con su hijo y ver más a su familia.
Todólogo, el precio del emprendimiento
Gibran tiene muchas razones para hacer vídeos en redes sociales. Una de ellas, cuenta, es que los vídeos en TikTok ha sido la estrategia que mejor le ha funcionado para atraer nuevos clientes.
“Hoy en día sí hay que invertir en redes sociales, en marketing, en hacer contenido, en contratar influencers para que tu restaurante todos los días esté lleno”, explica. Sin embargo, admite que contratar a creadores de contenido para promocionar su taquería es algo que aún le parece costoso. Por eso, insiste, prefiere hacerlo él.
Debido a que su día inicia a las 6:00 de la mañana y termina hasta las 8:00 de la noche, es que Gibran realiza contenido sobre su día a día en la taquería. Qué vende, cómo le fue y las razones de por qué se dedica a lo que hoy es una pasión para él, son los principales temas de su contenido.
lm