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Azucena Valderrábano Cano: víctima de Yanet N, falsa psiquiatra en Veracruz

Azucena Valderrábano Cano murió en una clínica psiquiátrica dirigida por una falsa médica. Su familia exige justicia, mientras la Fiscalía no ha esclarecido el caso a siete meses del fallecimiento

Azucena Valderrábano Cano: víctima de Yanet N, falsa psiquiatra en Veracruz
Denuncia.Azucena Valderrábano Cano: víctima de Yanet N, falsa psiquiatra en VeracruzCréditos: Especial LSR Veracruz
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VERACRUZ, VER.- “¡¿Qué le pasó a mi hermana?! ¿¡Qué le dieron?! ¡¿Por qué está así?!” Preguntó una de las hermanas de Azucena Valderrábano Cano cuando vio su cuerpo inerte y rígido en el piso de la clínica de Yanet “N”, una falsa psiquiatra que medicaba a pacientes sin tener título profesional. 

“No sé, yo no sé nada, yo entré a las 7 de la mañana”, respondió una de dos enfermeras que atendían en la clínica. “¿Entonces ya estaba muerta?” Reviró la familiar de Azucena, a quien, hacía media hora, le habían informado que solo tenía la presión baja. 

Azucena Valderrábano Cano, paciente psiquiátrica de esquizofrenia paranoide, falleció el 29 de diciembre de 2024 en la Clínica de Salud Integral luego de permanecer internada tres días. Era manejada por Yanet “N”, quien se ostentaba como médica cirujana y especialista en psiquiatría. Hasta el año pasado ejercía en la ciudad de Boca del Río con títulos falsos de la Universidad Veracruzana (UV) y de la Universidad Autónoma de León (UANL).

Al exponerse públicamente el caso de Yanet “N”, Juan Ortiz Escamilla, secretario académico de la UV, confirmó a La Silla Rota que el título de médico cirujano, supuestamente expedido por la institución el 2 de julio de 2021, es falso. 

Aclaró que Yanet “N” estuvo inscrita a la Facultad de Medicina en la región Veracruz en 2015, pero que fue dada de baja porque abandonó la carrera con calificaciones irregulares.

Sus recetas, al menos hasta 2023, eran firmadas bajo la cédula profesional 08273391 perteneciente a una licenciatura en derecho. En la última receta emitida a la familia Valderrábano Cano —del 28 de diciembre de 2024—, Yanet "N" omitió colocar su número de identificación ante el Registro Nacional de Profesionistas.

La mujer de 65 años llevaba sólo dos noches en la clínica —ubicada en el fraccionamiento Jardines de Virginia— cuando murió de un infarto agudo al miocardio. Yanet “N” dijo que falleció alrededor de las 10 de la mañana, pero el certificado de defunción consta que Azucena murió entre las 4 y 6 de la mañana. 

“¿No sabías? ¿No viste la nota de esta persona (Yanet “N”)? ¿No sabías que esta doctora no es doctora?” preguntó un elemento del Ministerio Público a una de las hermanas de Azucena Valderrábano. “¿Por qué no lo viste? ¿Por qué no entraste a redes sociales a revisar?”, insistió el agente de forma revictimizante.  

“Hablamos de frente, nosotros creímos en ella. ¿Por qué tendría yo que investigarla? (...) Ella (Yanet “N”) me dijo que no podía tener una clínica si hubiera tenido algún problema legal. Ninguna clínica puede funcionar si no tiene un registro, y ella nos dijo que estaba todo en orden. Nosotros confiamos en ella”, dice hoy a La Silla Rota uno de los familiares de Azucena

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Además, para la familia Valderrábano, Yanet “N” no era una persona desconocida. Un año antes, en octubre de 2023, Azucena fue internada por tres meses en la clínica que entonces era manejada junto a su madre Margarita. “Nosotros confiamos en ella porque ya antes había sacado a mi hermana adelante, ya la había sacado de su padecimiento y de su crisis”, sostienen. 

¿Qué le pasó a Azucena?

“Se le está bajando mucho la presión”, escribió Yanet “N” por WhatsApp a una de las hermanas Valderrábano a las 10:12 de la mañana. Media hora después, la familia y una ambulancia de América del Futuro llegaron a la clínica ubicada en la calle Bugambilia 649 de la ciudad de Boca del Río, hoy abandonada. 

Al entrar, una de las hermanas vio el cuerpo inerte de Azucena en el piso de uno de los baños. Tenía una posición extraña y rígida, “como si se hubiera querido defender de algo o como si la hubieran agarrado”. 

La explicación de lo ocurrido la intentó dar José Luis “N”, esposo de Yanet “N”, que, según familiares, se hizo pasar por enfermero hasta ese 29 de diciembre, cuando dijo desconocer lo ocurrido ya que él era ingeniero. 

“Fue al baño y le dio un infarto (...) pasaron 20 minutos y no salía (...) le tratamos de dar primeros auxilios, pero no pudimos hacer nada”, explicaron. Sin embargo, para la hermana Valderrábano nada tenía sentido. ¿Por qué dejaron a Azucena sola en el baño siendo un paciente psiquiátrico? ¿Por qué no tenía las pantaletas abajo? ¿Por qué su cuerpo no estaba al lado de la taza, sino casi al final del baño y con las piernas estiradas? ¿Dónde estaban las cámaras de seguridad? ¿Dónde estaban las cosas de de su hermana? ¿Dónde estaba "la doctora" Yanet? ¿Quién cuidaba de Azucena? preguntó sin obtener respuesta. 

La clínica, una casa de dos pisos, lucía distinta a como la habían visto los hermanos de Azucena. Ya no había cámaras de seguridad, parecían haber sido arrancadas. Tampoco estaba llena de pacientes ni había una cocinera como les había dicho Yanet “N”. Por su mente llegó a pasar la idea de que Azucena estaba sola debido a la época decembrina, ya que tampoco tenía la habitación compartida debido a la supuesta falta de espacio. 

Finalmente la familia Valderrábano Cano llamó al 911 para reportar el fallecimiento de Azucena. Fue así como elementos “de todas las corporaciones habidas y por haber” llegaron a la Clínica Integral de Salud Mental y recogieron su cuerpo. 

Un accidente

Azucena Valderrábano Cano fue diagnosticada con esquizofrenia paranoide en 1994, luego de que una cobertura periodística le detonara el trastorno mental que le ocasionaba delirios de persecución.  

En ese momento tenía 35 años y trabajaba para el Diario El Universal en la sala de redacción; su carrera iba en ascenso. Azucena, debido a su tenacidad, era apreciada por sus colegas. Cuatro años antes, en 1990, la periodista publicó el libro “Historias del poder: el caso de Baja California” de la editorial Grijalbo, en el que plasmó su cobertura periodística de la campaña electoral de 1989 en la que ganó el PAN

Disfrutaba no sólo de la verdad, la justicia, la política y la investigación, sino de las prendas tradicionales, de un maquillaje ligero y de unos aretes que colgaran. Cuando Azucena tenía controlado su padecimiento, la periodista usaba sus ratos libres para estudiar idiomas o retomar aspectos de la comunicación. Pero cuando fue diagnosticada, su vida cambió. 

Azucena en sus treinta años, antes del diagnóstico de esquizofrenia paranoide

De acuerdo con el último resumen clínico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), emitido en julio de 2023, Azucena tenía un buen pronóstico para la vida, pero malo para la función a largo plazo. 

A palabras de su hermana, Azucena era una mujer sana que no tomaba ningún medicamento además de los recetados para controlar su trastorno. Cuando entró a la clínica de Yanet “N”, el 27 de diciembre de 2024, la familia se encontraba desesperada. Tenía semanas que Azucena había dejado su medicación y su comportamiento era cada vez más irregular y violento. Por miedo a que lastimara a otras personas, y por desconfianza a otras instituciones médicas de Boca del Río, sus hermanos volvieron con Yanet “N”. Al final, ella había sido quien, en 2023, logró estabilizar a la periodista luego de un episodio similar. 

La única diferencia que recuerdan es que Yanet “N” ya no trabajaba más con el psiquiatra Antonio Ábrego, presidente del Colegio Veracruzano de Psiquiatras que expuso la verdad sobre la mujer que se decía médico y psiquiatra. 

Al preguntar las razones, Yanet “N” explicó que se debía a un desacuerdo personal, pero que ambos continuaban su relación de forma cordial. Además, Yanet "N" le dijo a la familia que ellos tendrían que contactar a un nuevo psiquiatra para atender a Azucena, ya que su clínica no trabajaba con ninguno. Ellos aceptaron y sin más, confiaron. 

En un principio, explica la familia, Azucena Valderrábano era paciente del médico Antonio Ábrego. Sin embargo, tras cerrar su clínica de salud mental ubicada en el fraccionamiento Reforma, acudieron a Yanet “N” que aún trabajaba con el psiquiatra de forma externa en la clínica del fraccionamiento Floresta. Aun así, ellos conocían a “la doctora” ya que, previo a la pandemia del COVID-19, ella se encargaba de informar a los familiares sobre el estado de Azucena.

"Nos la presentaron como tal, como la doctora Yanet", recuerda la hermana Valderrábano Cano.

¿Quién es Yanet “N”? 

Para diciembre de 2024, Yanet “N”, desertora de la Facultad de Medicina en la Universidad Veracruzana (UV), ya había trabajado en tres centros psiquiátricos. El primero fue en 2018, en la Clínica de Salud Mental manejada, en aquel tiempo, por un grupo de psiquiatras veracruzanos de la que formaba parte el médico Antonio Ábrego

Puesto que Yanet “N” llegó “recomendada” por otro psiquiatra, su título no fue solicitado. En cuanto a su cédula profesional, sólo recibían largas.  

Luego de que la clínica cerró, Yanet “N” trabajó desde 2020 hasta 2023 —aproximadamente— en la Clínica Integral de Salud Mental junto a su madre, Margarita, ubicada en el fraccionamiento Floresta; hoy sin operaciones. Ahí se internó por primera vez a Azucena Valderrábano bajo el cuidado total de Yanet “N”, en octubre de 2023 durante tres meses. 

Sin embargo, esa también cerró. Fue entonces que Yanet “N” decidió abrir su propia clínica en la ciudad de Boca del Río en 2024, pero a diferencia de las dos anteriores, esta no aparecía en Google Maps. Ahí, en esa casa que ya no es más un centro psiquiátrico, que fue abandonada por Yanet “N” varios días cuando se descubrió que no era médica ni psiquiatra y donde los vecinos no tenían idea de que fungía como una institución mental, fue donde murió Azucena Valderrábano Cano

Para el psiquiatra Antonio Ábrego, Yanet “N” padece del trastorno pseudología fantástica, coloquialmente conocido como mitomanía. Aquel que la padece, explica, es el mentiroso profesional que vive en la mitomanía y en una realidad distorsionada al creer sus propias mentiras. 

En busca de justicia

“Usted cree que si yo no tuviera en orden mis títulos y todo, ¿me hubieran otorgado el permiso para abrir esta clínica?”, respondió Yanet “N” a la hermana Valderrábano, cuando ella le preguntó por qué no tenía sus títulos de carrera y especialidad en su consultorio. “Apenas nos estamos instalando”, concluyó Yanet “N” antes de que Azucena estuviera a su cuidado.

Semanas después, ante un episodio de esquizofrenia de Azucena, los hermanos decidieron contactar a Yanet “N” para que sus enfermeros la llevaran a la clínica. Entre ellos estaba José Luis “N”, quien coordinó la intervención y la implementación de dos inyecciones a Azucena para sedarla y a quien se le depositó 4 mil pesos del traslado médico.

Azucena en la Clínica de Salud Integral de Yanet "N" en Floresta, durante su internamiento en 2023.

Durante las dos noches siguientes, Yanet “N” compartía avances del estado de Azucena con la familia Valderrábano Cano. “Ya se tomó sus pastillas”. “No quiso cenar porque está enojada”, les decía a través de mensajes de WhatsApp hasta que les comunicó que a la periodista, de 25 años de trayectoria, se le había bajado la presión. 

A pesar de haber iniciado una carpeta de investigación para esclarecer la muerte de Azucena Valderrábano Cano, la Fiscalía de Veracruz no ha mostrado avances. Son ya 7 meses en que los familiares esperan una respuesta ante la pregunta: ¿qué le pasó a Azucena

“A lo mejor para la Fiscalía es un caso más y sé que tienen miles y mucha carga de trabajo y que no se dan abasto, pero era mi hermana. Lo único que pido es que se haga justicia y que las investigaciones sigan avanzando", explica la hermana Valderrábano Cano.

La denuncia interpuesta en la Subunidad Integral de Procuración de Justicia de Boca del Río contra quien resulte responsable por los hechos cometidos en la institución, no avanza. De acuerdo con la familia, los análisis solicitados a la Fiscalía para conocer qué provocó el infarto de Azucena Valderrábano, aún no llegan.

“Ella no padecía ni de presión alta ni nada de nada. No tenía diabetes, no tenía nada”, insiste su hermana. Para el médico Antonio Ábrego, quien fue psiquiatra de la periodista durante algunos años, su muerte se debió a un mal suministro de medicamentos.

El 28 de noviembre de 2023, semanas previas a que Azucena saliera de la clínica del fraccionamiento Floresta, la Fiscalía de Veracruz emitió el primer citatorio a Yanet “N” como parte de la denuncia interpuesta por Marlen, hija de una de las pacientes que sufrió maltrato físico, a mediados del mismo año, en la Clínica de Salud Integral.

“No puede ser posible que haya este par de personas haciéndose pasar por médicos dañando a las personas, no se puede quedar así. Por lo que fui a denunciar (...) Mi mamá quedó bastante traumatizada, no quiere saber nada de ese lugar. No quiere mencionarlos. Yo tontamente no la quería meter a un anexo porque dije ‘no, ahí les pegan y los maltratan’, y por eso la metí a una supuesta clínica profesional”, contó Marlen a La Silla Rota en noviembre de 2024.

El citatorio se añadió a la carpeta de investigación 3200/2023 en la que se solicitaba a Yanet “N” a comparecer ante la Fiscalía Cuarta el próximo martes 12 de diciembre. Según explica Marlen, ella pagó 1,500 pesos por una consulta psiquiátrica que Yanet “N” nunca le dio a su madre.

Esta denuncia alcanzó también a Margarita, madre de Yanet, ya que fue ella quien atendió a la paciente. Sin embargo, ninguna de las dos compareció y la investigación, al igual que la iniciada tras la muerte de Azucena Valderrábano, continúa sin avances.

Para ellos, el fin de año de 2024 fue el más triste y doloroso. En lugar de cenar en familia, los Valderrábano Cano se dedicaron a sepultar a su hermana Azucena, a quien esperaban con ilusión.

Entre el dolor, la impotencia y el sentimiento de injusticia que la invade, la hermana se cuestiona por qué Yanet "N" no les dio una explicación del fallecimiento de Azucena

"Yo nunca tuve una llamada de ella diciéndome: necesito hablar contigo para explicarte qué fue lo que falló. Yo lo entendería, no somos perfectos. Pero, ¿qué pasó? ¿Qué oculta?".

"Se me hace muy injusto que una persona que no tenga una cédula profesional, un título profesional, pueda seguir ejerciendo y tenga la posibilidad de seguir como si no hubiera hecho nada”, dice entre lágrimas una de las hermanas Valderrábano Cano.

De acuerdo con la familia, Yanet “N” aun da consultas médicas. Ya no en la clínica de Boca del Río ubicada en la calle Bugambilias, sino en su domicilio y a través de videollamadas. “No se vale. Las personas que tienen familiares con este padecimiento deben saber que no, que ella no es doctora”, insiste.

lm