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Trabajar de noche: el castigo oculto para despachadores de gasolineras en Veracruz

En Veracruz, los despachadores de gasolina se enfrentan a castigos como turnos nocturnos y constantes riesgos de asalto

Trabajar de noche: el castigo oculto para despachadores de gasolineras en Veracruz
Trabajar de noche: el castigo oculto para despachadores de gasolineras en Veracruz
Escrito en VERACRUZ el

VERACRUZ, VER.- En Veracruz, los despachadores de gasolineras son castigados con laborar en el turno de la noche por varias razones. Las más injustas, dice el despachador que teme dar su nombre y rostro por miedo a quedarse sin empleo: un malestar físico que no pudo justificarse ante el IMSS o la enfermedad de algún miembro de la familia que impida dejarlo solo o sola en casa.

“Usted no es doctor”, le dijeron al hombre de 27 años cuando su esposa atravesó un aborto y avisó al trabajo que irían al hospital. “Tenemos que presentarnos sí o sí”, explica quien, a pesar de la emergencia médica, llegó tarde al trabajo. Así lo hace desde hace tres años en una de las 12 estaciones de servicio de BP en Veracruz; el tercer estado con más gasolineras en todo México.

De acuerdo con el Observatorio Ciudadano del Instituto para la Gestión, Administración y Vinculación Municipal (IGAVIM), hasta 2020 había 761 permisos de expendio de petrolíferos en estaciones de servicio y gasolineras en Veracruz. Esta cantidad pone a la entidad veracruzana sólo debajo del Estado de México, que tiene 1,143, y de Jalisco, que cuenta con 943 expendios.

En Google Maps se pueden identificar diversas gasolineras. PEMEX, Repsol, BP, Gasoil Tecnologías, Grupo Ferche y Valero son las más comunes en el puerto de Veracruz. Todas con algo en común –según afirma el despachador–: el turno de la noche es el castigo de las y los trabajadores.

Aunque este varía de estación a estación, en la suya el castigo se aplica durante un mes, a diferencia de otras gasolineras, donde dura apenas dos semanas o, además, les descuentan el día al doble.

“En algunas son peores; dicen que si no vas, te descuentan el doble de lo que ganas. Eso es ilegal, claro, pero la mayoría de empresas se excusan en que no les puedes hacer nada... bueno, no sé si eso les digan allá, pero la mayoría se excusa con eso”, explica.

En la gasolinera donde labora, el turno de la noche es cubierto por dos personas. Puede que una –o ambas– estén allí por castigo o por la rotación de turnos que distingue a las estaciones de servicio. Esto, dice, le da tranquilidad, ya que el miedo a ser asaltado a mano armada no se le ha ido en sus tres años de experiencia.

Despachador de gasolina: uno de los empleos más peligrosos en México

Tan sólo en el municipio de Veracruz, de acuerdo con datos de la Comisión Reguladora de Energía, hay 259 permisionarios en línea, en conformidad con la obligación establecida en el Acuerdo Número A/041/2018 de la misma comisión.

Según Google Maps, son 10 gasolineras las que se encuentran sobre la carretera federal VeracruzXalapa; zona que recibe asaltos a mano armada cada dos semanas, según dicen despachadores, por estar a las afueras de la ciudad.

Despachadores de PEMEX admitieron a La Silla Rota que los asaltos a mano armada ocurren durante la noche y madrugada, entre las 12:00 y 03:00 de la mañana. Motorizados con casco y un arma corta llegan, en promedio, cada dos semanas para intimidarlos y pedirles lo mucho o poco que tengan a la mano.

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Saben que deben estar alerta cuando alguna de sus gasolineras vecinas fue asaltada previamente. Según dijeron, a los asaltantes que llegan a retirarles –a veces– hasta 200 pesos y su teléfono, no les importa si hay o no clientes en la estación de servicio.

Algunos de los asaltos son frustrados por los mismos clientes, quienes se enfrentan a los delincuentes en lugares donde inunda la luz de los centros comerciales o de la misma gasolinera. En estos sitios trabajan, según el tamaño de la estación, de una a tres personas.

Durante el mes de febrero se registraron cinco asaltos a distintas gasolineras del puerto de Veracruz. Algunos ocurrieron en la colonia Amapolas, al poniente de la ciudad, y otros en la colonia 21 de Abril, cerca de la zona centro.

Lo que tuvieron en común, según constó en notas informativas, fue el asalto a mano armada. De acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, durante el 2024 se registraron 17,690 situaciones de riesgo en los empleos de ventas, despachadores y dependientes en comercios.

La mayoría de los afectados fueron hombres, quienes ocupan el 58.7 por ciento de la lista. En este año, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social registró la muerte de seis mujeres y tres hombres durante el horario laboral.

“Aquí somos más vulnerables porque, pues, estamos al aire libre. Sin un guardia ni nada con qué defenderse, y es dar el dinero o dar el dinero”, explica el despachador de BP.

Nunca lo han asaltado, pero conoce a quienes sí. Como ejemplo, su compañero de 18 años que lleva menos de seis meses en la estación de servicio. Cuenta que, hace menos de un mes, a la gasolinera que se encuentra a cinco minutos de distancia la asaltaron de forma violenta.

“La última vez hubo un asalto fuera de lo normal. Llegaron y ataron a los chavos. Dicen que llegaron en un coche, amarraron a los chavos, rompieron creo que la ventanilla de la caja y se llevaron toda la tómbola. O sea, todo el dinero en efectivo”, explica.

En la gasolinera donde trabajan nunca ha habido un asalto, pero el miedo está ahí. “En este caso, ojalá y no, pero si me roban, nomás tengo 120, pero luego también es malo porque luego hasta se enojan, y es donde te golpean, te pican o pasa algo”.

Otras formas de inseguridad

Para prevenir grandes pérdidas en las gasolineras, los administradores les tienen permitida una cantidad máxima de dinero en efectivo durante el turno de la noche a los despachadores.

En PEMEX, el máximo es de 700 pesos, mientras que en BP es de 1,000. “Si tienes una cantidad superior a eso, pues ya te piden el motivo del por qué la tenías”, explica. Sin embargo, si llegan a tener más de la cantidad de dinero permitida y los despachadores son asaltados, el restante deben cubrirlo de su salario.

En seis años de experiencia, el despachador de BP explica que nunca ha sido asaltado, pero sí robado. Esto se ha dado, según narra, cuando clientes llegan a cargar una cierta cantidad de gasolina y luego les dicen que no, que esa cantidad no fue la que pidieron.

“Es lo de todos los días. No a mí o no a él, pero a alguien de nosotros (que esté en el turno) le tiene que pasar, ya es gente que vive así. En ese tipo de situaciones tratamos de que el cliente te pague lo más que pueda, y ya si no, pues te lo van a cobrar a ti”.

LM