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Zona de mercados también es el centro de Veracruz y requiere ser rescatada: comerciantes

Comerciantes del centro de Veracruz, coinciden en que la zona de mercados luce con poca iluminación e incluso, en abandono, en donde se han reportado algunos hechos de inseguridad que preocupan a los locatarios

Escrito en VERACRUZ el

VERACRUZ, VER.- “El Centro Histórico también son estas calles de Gonzáles Pages, no solo Independencia”, dice Agustín Contreras, comerciante y habitante en esta zona del puerto jarocho desde el 2008, sobre el proyecto que busca rescatar al Centro Histórico de Veracruz

El 15 de enero de 2024, la alcaldesa Patricia Lobeira presentó el “Proyecto Integral del Centro Histórico”, el cual renovará el primer cuadro de la ciudad con una inversión de 91 millones de pesos. El proyecto consiste en la construcción de infraestructura y la rehabilitación peatonal, así como la sustitución de luminarias, del mejoramiento de la imagen urbana, de las redes hidráulicas, el drenaje sanitario y pluvial. Los trabajos que se realizarán a largo plazo y, mencionó, deberán ser continuados por las siguientes administraciones. 

En esta recuperación se tiene que considerar a la nueva Plaza al Heroísmo Veracruzano –proyecto de más de 136 millones de pesos de ASIPONA–, así como la obra visual más importante del ayuntamiento: la habilitación parcial de la avenida Independencia para el tránsito peatonal. 

El Centro Histórico de Veracruz, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), comprende mil 500 kilómetros cuadrados. Con calles bacheadas y llenas de aguas negras, la zona de mercados de la ciudad de Veracruz se ve completamente distinta a la avenida Independencia. 

Gonzáles Pages hasta su cruce con la avenida Miguel Hidalgo también son calles que corresponden a la zona de monumentos históricos en la Ciudad y Puerto de Veracruz, establecidas así por el INAH. Sin embargo, en comparación con la avenida Independencia, estas se encuentran en la zona de mercados y no cerca del Zócalo o de la Catedral Nuestra Señora de Asunción. 

Con establecimientos sobre las banquetas y falta de alumbrado público, la avenida de Gonzáles Pages, de acuerdo con Agustín, se encuentra estigmatizada como un lugar inseguro y abandonado por el ayuntamiento de Veracruz. Agustín, quien creció en el Estado de México y comenzó como productor de quesos, es comerciante de zapatos desde hace 15 años en el centro de Veracruz. Su primera sucursal, explica, estuvo en la calle Nicolás Bravo, entre Juan Soto y Carlos Cruz. 

“La Dama de Cristal”, zapatería de Agustín, cerró sus puertas en Bravo hace un mes. Con tristeza dice que esto se debió a la falta de ventas y a la falta de personal; razones que afectan a su negocio desde hace 3 o 4 años. 

La caída del centro de Veracruz 

Mientras el ayuntamiento de Veracruz y ASIPONA unen fuerzas para rescatar el primer cuadro de la ciudad, que comerciantes insisten, cada vez está menos transitado, las calles de la zona de mercados permanecen rezagadas. 

“En cuanto al alumbrado público..., no hay”, expresa entre risas Agustín. “Aquí en la zona de mercados no está bien alumbrado. O sea, comparado con Independencia, nada que ver”. 

Para Agustín, las calles con peor alumbrado público del centro de Veracruz son Úrsulo Galván; Bravo, que tiene 17 obras civiles de los siglos XVI al XIX; y Gonzáles Pages, que pertenece al perímetro B de la zona de monumentos históricos. Sobre esta última se encuentra la ahora única sucursal de La Dama de Cristal; establecimiento que resiste pese a que el 2024 significó “el peor año de ventas”. “Un año malo es salir a duras penas con los gastos de rentas, sin tener ganancias, básicamente. Para un comerciante, si no hay ganancias, de ahí vives, no tienes un ingreso extra aparte de eso”. 

Tras más de una década dedicada a la venta de zapatos, Agustín, que además vive arriba de su negocio, explica que ahora él, su esposa y sus cuatro hijos, viven al día. “Ahorita pensar en ahorrar, pensar en darte lujos, salidas, viajes, es imposible. No hay nada”. Otra de las cosas que nunca había experimentado en su negocio es la pérdida de inventario. Zapatos que en el 2017 salían a precios de rebaja, hoy ya no salen ni porque los remate a 50 pesos. 

“En los años anteriores al (sexenio de) Peña Nieto eran unos años de movimiento de ventas de todo. En esta calle si cucarachas vendías, cucarachas te compraban. Si piedritas pintadas vendías, piedritas pintadas te compraban. Aquí la verdad vendías todo, nada se te quedaba. Había mucho movimiento”. 

“Los zapatos ahora ni en remate salen, se te quedan líneas enteras, hasta seis o diez pares de cada zapato". 

Ya no existen las temporadas fuertes: de 20 posibles clientes a solo 2  

Para Agustín, el problema que empezó desde el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, se consolidó este 2024. Antes, cuenta que solía vender entre mil 500 y dos mil pesos diarios en calzado; cifras que duplicaba en fechas fuertes como lo eran el 16 de septiembre y 20 de noviembre, donde vendía muchos pares de tenis blancos. 

Con estas ventas y las de inicio de curso escolar, ahorraba para surtirse y aprovechar diciembre; mes que dejó de ser extraordinario hace muchos años. El del 2023, por ejemplo, lo recuerda como un mes “ni tan bueno ni tan malo”. El diciembre de 2024, por otra parte, lo describe como un mes que “no se percibe ni que sea diciembre”.

“Así, literal. Vendíamos más en un sábado de mayo, junio o julio de hace seis o siete años, que en estas fechas de hoy”. 

Incluso en fechas de la pandemia del COVID-19, explica Agustín, la gente acudía al centro a comprar con su cubrebocas puesto. Había hasta 20 personas al mismo tiempo en su local en busca de zapatos. Hoy, apenas y tiene 2 clientes en la tienda, quienes se paran unos segundos sobre los estantes y salen sin siquiera preguntar precios. 

“A veces ni comíamos de tanta gente, en serio”, dice incrédulo y entre risas, como si creyera que eso nunca se fuera a repetir. El abrazo de año nuevo, explica, se lo daban hasta la madrugada, ya que las ventas terminaban tarde y no les daba tiempo de celebrar en familia. 

Agustín, quien desconoce las razones exactas por las cuales la gente dejó de venir al centro de Veracruz, admite que los tránsitos y sus multas, el dinero y las prisas que ocasionan los parquímetros; los baches y los daños que ocasionan a los vehículos, podrían ser algunos de los motivos por los cuales la gente prefiere los centros comerciales

Para él, el miedo que expresan algunas personas sobre la “supuesta inseguridad” –como él la llama– en el centro, se quedó por la situación que Veracruz enfrentó en el gobierno de Javier Duarte, cuando las desapariciones, levantones y cuerpos tirados en diversos puntos de la ciudad, eran una realidad diaria. 

“Sí hay calles inseguras en el centro, pero obviamente no te vas a ir a meter donde están consumiendo droga (...) Caminar sobre Hidalgo a las 8 de la noche es seguro, sin duda”. 

En el 2008, Agustín explica que las tiendas en el centro de Veracruz abrían a las 6:00 de la mañana y cerraban hasta pasadas las 12:00 en el mes de diciembre. En 2024, las tiendas abren desde las 9:00 de la mañana y cierran a partir de las 7:00 de la noche. En aquel momento, cuenta, las calles se encontraban iluminadas y llenas de gente; la inseguridad en la población, no existía. 

Con tristeza y rodeado de zapatos que ya no tiene esperanza de vender, explica que, aunque quisiera creer lo contrario, él no ve que la situación del comercio en el centro de Veracruz mejore en el 2025. 

“La vida como tal, aquí, el comercio como tal, creo que se acabó. Se acabó como un negocio lucrativo, a lo mejor vamos a seguir dependiendo o viviendo de esto, pero ya como un modus vivendi, ya nada más para vivir. Prácticamente te vas a mantener: pagar tu renta, tus gastos y mantenerte sobre la inversión, pero ya como negocio, para decir ‘de aquí me voy a sacar una camioneta’, no. Al menos a como va pintando, no”. 

Centros comerciales: la cómoda forma de consumo 

Antes de Plaza Mocambo, Ricardo Cañas Montalvo, historiador de Veracruz, cuenta que los primeros dos centros comerciales de la zona conurbada se encontraron en el Centro Histórico de Veracruz; específicamente, sobre la avenida Independencia. Después, con la llegada de la primera plaza comercial moderna; es decir, de una edificación con aires acondicionados, variedad de comercio y con una arquitectura distinta en 1981, los negocios emigraron de Veracruz a Boca del Río, donde construyeron Plaza Mocambo. Con esto, explica Ricardo Cañas, habitantes del centro decidieron vivir en Costa de Oro, en Costa Verde o en el fraccionamiento Reforma. 

Sin embargo, de acuerdo con la página web del proyecto “Rescate del Centro Histórico Veracruz Puerta del Mar”, llevado a cabo en la administración del alcalde Ramón Poo Gil (2014 -2017), la decadencia del Centro Histórico data incluso desde antes de la construcción de la primera plaza comercial moderna. 

Tras la creación del Puerto Moderno en 1902, el Centro Histórico se había convertido en el lugar donde las familias se abastecían a diario de lo que necesitaran. Mercados, tiendas de toda clase, productos de ultramar, centro sociales, cámaras empresariales, escuelas y colegios, actividades de gobierno, celebraciones religiosas e incluso viviendas, tenían lugar allí. 

Con la creación de nuevas colonias en 1920, así como de nuevas áreas comerciales, la población que vivía en el centro se mudó a esas zonas que ofrecían mejores servicios. En 1950, la construcción de fraccionamientos modernos atrajo a más población del centro. Con el paso del tiempo, los edificios donde alguna vez habitaron familias enteras quedaron abandonados e incluso algunos fueron demolidos, lo que ocasionó la pérdida de identidad con el Centro Histórico de Veracruz

Por esta razón, para Agustín Contreras y su esposa, el plan B es abrir una taquería y al mismo tiempo, ser comerciantes a mayoreo de calzado. Ya no confían en que la afluencia de personas en el centro de Veracruz aumente a pesar de las obras del ayuntamiento, pero en lo que sí confían, es que la gente siempre tiene hambre.

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