VERACRUZ, VER. - Las luces de los autos que circulan sobre el bulevar Manuel Ávila Camacho, en la zona dorada de Boca del Río, iluminan el rostro cansado y con arrugas de Alfredo Hernández González, migrante hondureño que vive en Veracruz.
Junto a él está su único equipaje, una mochila y unas botellas llenas de agua con jabón espumoso que ocupa para limpiar los parabrisas de los carros que se detienen en la zona turística y comercial de esta ciudad.
VIDEO: Conoce la historia de Alfredo en esta entrevista
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En el 2020 salió de Tegucigalpa, la capital de Honduras, con un solo destino: llegar a los Estados Unidos para alcanzar el “sueño americano”.
Durante dos años vivió en el país del norte, su primer destino fue Houston, Texas, después Carolina del Sur, en ambos lugares trabajó como jornalero en los campos, pero fue deportado a Honduras en el 2022.
Con 66 años, tenía claro que no quería vivir en su lugar de origen por la pobreza, delincuencia y pocas oportunidades que acechan a los hondureños, por eso realizó un segundo intento de cruzar la frontera para regresar, pero no lo consiguió.
“Está muy difícil pasar a Estados Unidos. La primera vez que lo hice anduve pidiendo raid y anduve pidiendo ayuda en las casas, albergues. Me vine en la bestia (el tren) de Chiapas y de ahí brinqué para Tuxtepec, Oaxaca. Llegue a Medias Aguas, de ahí llegue a Tierra Blanca”, cuenta.
El segundo intento por cruzar
Después de ser deportado estuvo dos meses en Honduras, pero la crisis económica y violencia aún permanecían en el país como la primera vez que partió. Alfredo decidió salir de nuevo de su país para buscar una mejor vida.
En esta ocasión volvió a enfrentarse a las situaciones adversas que la mayoría de los migrantes centroamericanos padecen en su recorrido, las extorsiones y los peligros de perder la vida en su intentó por subirse a “La Bestia”, el tren que usan como medio de transporte para atravesar México.
“Muchos son arrollados por la Bestia, porque hay migrantes que vienen en juicio y otros bebiendo y eso no es bueno para quienes vienen viajando. El tren se jala y el movimiento es directo y no va a parar porque arrolle a alguien, pero viajas en el tren y no te van a cobrar un boleto, pero si suben pandillas te cobran el doble”, agrega.
Datos de la Unidad de Política Migratoria, Registro e Identidad de Personas (UPMRIP) indican que, de enero a febrero del 2023, hubo un incremento de personas de situación migratoria irregular en México en comparación de ese mismo periodo, pero del 2022.
Según las cifras fueron registrados 70 mil 526 eventos de personas en situación migratoria irregular en México, 54.6 por ciento más que en 2022. Las principales entidades federativas en donde se llevó a cabo la detección de personas extranjeras en situación migratoria irregular fueron Chiapas, Tabasco y Coahuila.
Alfredo no sabe de las noticias y de la más reciente crisis migratoria que padece México, donde miles de sus paisanos centroamericanos intentan cruzar todos los días la frontera con Estados Unidos, pero sí ha notado en este último mes más presencia de migrantes, quienes están de paso y piden ayuda en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.
Prefirió quedarse en Veracruz
En su segundo intento por cruzar y desafiar los peligros de ser migrante en México, Alfredo solo llegó a Sonora. Admite que desistió por su edad y porque ya no tenía las mismas fuerzas para trabajar en el campo como jornalero.
“Ya no se pudo, había mucho problema para cruzar. Yo me regresé, el principal motivo era el tipo de trabajo, ya no podía trabajar en el campo. Estuve en Hermosillo, Sonora, de ahí me regresé a Veracruz”, dice.
Estuvo un par de meses en Sonora y después decidió regresar a Veracruz, donde lleva viviendo más del año. Asegura que decidió instalarse en Tierra Blanca, donde paga un cuarto por 600 pesos, pero de vez en cuando viaja a la zona conurbada para trabajar y conseguir dinero.
Alfredo trabajaba en Honduras como electromecánico, pero lo que ganaba, unos 2 mil pesos mexicanos a la quincena, no le alcanzaban. Además, otro de los factores que lo llevó a salir de su país fue la inseguridad y robos que vivió.
“Nuestro presidente nos estaba robando mucho, se llama Juan Robando, Juan Orlando, que ahora lo tienen preso en Estados Unidos, como más de tres años detenido. Estaba empobreciendo el pueblo el señor”, dice en forma sarcástica.
Juan Orlando Hernández fue presidente de Honduras durante el periodo del 27 de enero de 2014-27 de enero de 2022, su administración estuvo plagada de irregularidades y crisis económicas, lo que causó que hondureños decidieran salirse del país, asegura Alfredo. En abril del 2022 fue extraditado a Estados Unidos, donde enfrenta un juicio acusado de narcotráfico y posesión de armas de fuego.
El informe titulado Evaluación de las Intervenciones en Materia de Migración en México, Guatemala, Honduras y El Salvador INFORME DE PAÍS: HONDURAS 2021 de la Unicef, dice que las principales razones por las que los hondureños salieron migraron se deben a la pobreza y falta de oportunidades laborales, así como a los altos niveles de inseguridad ciudadana, violencia y la necesidad de reunificación familiar; aunado a una profunda inestabilidad política y a altos niveles de corrupción.
“Para junio de 2019, el 59.3 por ciento de los hogares hondureños se encontraba en condiciones de pobreza y del total de hogares hondureños (2 millones 099 mil 089), un 26.8 por ciento se encontraba en pobreza extrema”, indica el documento.
No encuentra un trabajo formal por su edad
En Veracruz trabaja como limpiaparabrisas, afirma que pese a haber buscado un trabajo como electromecánico, no lo contratan por su edad, más que por su situación migratoria, por lo que prefiere vivir de lo que gane en los semáforos y de lo que la gente le done.
- ¿Se gana mejor en Veracruz?
- Pues no mejor, pero sí unos 50 o 100 pesitos para medio comer y para ir guardando para la renta, concluye.
mb