XALAPA, VER. - Eliazer Cid Soriano, veracruzano de 79 años, afirma que no teme que la tortilla suba de precio y considera que si las familias compran el maíz en grano tampoco se preocuparían por el encarecimiento de este producto básico. El campesino ha pasado 60 años de su vida sembrando y cultivando, por eso opina que dicha situación se puede contrarrestar comprando a los productores locales.
“No nos debe de dar miedo que la tortilla suba o que la masa suba de precio (…). A quienes tenemos maicito lo tenemos todo”, dice, destacando que en la región de Xalapa hay productores dedicados al autoconsumo y que también surten al comercio local, así como a algunas familias que todavía realizan nixtamal para hacer la masa para tortillas.
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El adulto mayor reconoce que “los tiempos han cambiado”, pues antes los productores se dedicaban a vender el grano por tonelada, lo que dejó de ser redituable con ganancias de apenas 7 mil pesos.
Actualmente la mayoría de los campesinos optan por vender sus granos a 12 pesos por kilogramo, lo que mejora las ganancias y puede convertirse en un ahorro para quienes cultivan maíz y para quienes lo adquieren a menor escala.
Eliazer vive en Jalcomulco con su esposa, con quien tiene 53 años de casados y con su hijo, quien le ayuda a realizar las labores más arduas del campo, pues se está recuperando de dos cirugías en el estómago que se complicaron por una hernia.
En 2019, según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Información (INEGI), en Jalcomulco se sembró maíz en 683 hectáreas de suelo, cosechando 320 toneladas del grano. El entrevistado es de los pocos productores de la región.
De acuerdo con el Instituto, la mayor parte de la actividad agrícola que se lleva a cabo en aquel municipio es para autoconsumo y en menor medida, comercialización, pues Jalcomulco no figura entre los municipios con mayor aporte del grano en el estado de Veracruz.
LA EXPERIENCIA DE LOS AÑOS
El campesino de la tercera edad, considera que su experiencia le ha permitido cultivar maíz en Jalcomulco, municipio que no es tan propicio para este tipo de siembras. Gracias a su habilidad y a los apoyos del programa Procampo pudo sortear los inconvenientes del terreno, el tipo de clima y en sí, los factores que podrían representar una barrera para sus cosechas.
Y ahora, con la subida de precios que presentan todos los productos de la canasta básica, esa tradición de autoconsumo y la perseverancia por seguir sembrando en un terreno poco explotado para ello, representan para el hombre y su familia ahorros importantes.
Relata que antes sacaba sin mayor problema su producción, misma que comercializaba por toneladas, aunque a la fecha, esto ya no es conveniente. Además, destaca que a la carestía de productos básicos ha aumentado también la necesidad de los ahorros, que impactan en uno de los alimentos principales de los mexicanos como lo es la tortilla.
Así, el hombre ha visto que la compra de maíz en grano en ranchos y comunidades de su región cada vez es una actividad más recurrente. Destaca que el maíz que se siembra naturalmente, en su caso particular la variedad criolla, con la que resulta en más y mejor masa que la del grano transgénico, presente en algunas parcelas, aunque hay disposiciones gubernamentales que han prohibido su comercialización.
“Gracias a dios nos ha ido bien; cada año la cosecha está mejorando. Yo soy el único productor en mi pueblo debido a que se debe de buscar el mejor tiempo para sembrar y el mejor tiempo para cosechar”, explica.
Y es que Jalcomulco no es un municipio propicio para el cultivo del maíz, sin embargo, la gran ventaja que tiene Eliezer es que en 60 años trabajando el campo se ha hecho de sus “mañas” o técnicas.
Destaca que ha conseguido mejorar las cosechas de maíz criollo o mejor conocido como maíz nativo, que es la denominación correcta a las variedades autóctonas que se han desarrollado de manera “tradicional”.
“Por eso actualmente no me conviene vender por tonelada, porque se vende barato. Actualmente a la gente le estoy vendiendo el grano a 12 pesos por kilo y por tonelada a veces nos lo pagaban a 6 mil o 7 mil pesos (…), pero un kilo de maíz puede servir para ahorrar en la tortilla, aquí hay mujeres que hacen tortilla de maíz criollo porque rinde más”, sostiene.
TECNOLOGÍA NO SIEMPRE ES LA SOLUCIÓN
El campesino considera que el maíz criollo es todo lo opuesto a las variedades híbridas, alóctonas o cruzadas -transgénicas- mediante intervención tecnológica, las cuales no se adaptan a todos los terrenos y pueden terminar en una menor calidad.
Para su siembra y cultivo, deben adecuarse los lugares específicos, donde se han adaptado a un terreno y clima particulares, y son más comunes en áreas rurales del país. “Nosotros sembramos maíz desde hace muchos años, una vez quise sembrar híbrido y no se pudo”, agregó.
Sobre este punto, investigaciones científicas y académicas han encontrado que precisamente la biofertilización y su asociación con el rendimiento del grano de maíz puede ser una idea equivocada.
Encontraron que el rendimiento del maíz no aumentó sensiblemente pese a lo reportado en la literatura. Ello “debido a la falta de adaptación de las cepas inoculadas y a la fuerte competencia que desarrollan las cepas nativas”.
Eliezer ha podido así capitalizar su maíz criollo para la producción de tortillas en la zona, pero refiere que, si las familias compran la masa por kilos, ahorrarían y comerían mejor y saludable.
“En ocasiones traen maíz híbrido, que es un poco más barato, pero rinde menos. Además, en el molino no es lo mismo un kilo de ese maíz, que el del nixtamal con el maíz criollo. El mío es puro criollo, que se ha adaptado mejor; se pica menos el grano”.
El campesino asegura que tanto él como otros productores también intentaron cultivar el maíz híbrido, pero no resultó viable porque no pudo superar las plagas y enfermedades. Con esa experiencia, actualmente sus clientes van a comprarle directamente a su hogar, pues coinciden en que se trata de un producto superior.
“La tortilla está a 22 pesos el kilo, por eso si me compran un kilo y medio tienen un ahorro, con más tortilla y se come mejor con la tortilla de mano (…), lo más importante del maíz criollo es sembrarlo después de la canícula, para que cuando vengan las lluvias para septiembre ya esté el producto”, detalla.
PRODUCCIÓN EN VERACRUZ
Históricamente, Veracruz se ha mantenido entre el séptimo y octavo lugar entre los principales productores de maíz del país, donde también se encuentran Sinaloa, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Guanajuato, Chiapas y Guerrero.
En México, existen 64 razas de maíz y a partir de ellas se pueden obtener cientos y miles de variedades pues existe gran variabilidad climática y por tanto las plagas que hay que combatir y la productividad depende mucho de aspectos com: el calor, la lluvia y la humedad.
Una investigación académica estudió la producción de maíz en Veracruz desde el 2014 hasta el 2019 para encontrar cómo ha evolucionado el grano.
Se encontró que el campo veracruzano es uno de los motores que impulsa la economía estatal y las razas de maíz que se producen en Veracruz son: Tuxpeño, Celaya, Cónico, Cónico Norteño, Chalqueño, Elotes Cónicos, Elotes Occidentales, Olotillo, Bolita, Dzit-Bacal, Nal-Tel, Pepitilla, Mushito, Cacahuacintle, Palomero, Tepecintle, Arrocillo Amarillo, Olotón, Coscomatepec.
También se encontró que los principales productores de maíz no están en la zona centro ni montañosa de Veracruz, sino hacia el sur de la entidad.
En 2014, los principales productores de maíz en Veracruz fueron San Andrés Tuxtla, Papantla e Isla. Con respecto al año 2015, Papantla, Las Choapas y Minatitlán fueron los tres principales productores.
En lo que se refiere al año 2016, los principales productores fueron: Papantla, Soteapan y las Choapas; en tanto que para 2017, figuraron en estas posiciones Minatitlán, Soteapan y San Andrés.
En lo que respecta al año 2018, los principales productores de maíz fueron Papantla, Minatitlán y la Chopas y en 2019 Papantla, San Andrés y Minatitlán se colocaron a la cabeza en la producción del grano.
La investigación también encontró que la producción ha ido bajando al paso de los años.
Mientras que en 2014 la producción fue de un millón 238 mil 188.36 toneladas, para el 2019 se colocó en un millón 113 mil 138.53 toneladas con fluctuaciones año con año.
Se explica que el decremento en la producción de algunos años se debe a que se presentaron condiciones climatológicas desfavorables como sequías e inundaciones; así como escasez de apoyos gubernamentales para el subsidio de precios del maíz. Aunado que el 98 por ciento de los productores de maíz en Veracruz no utilizan tecnología tanto de paquetes tecnológicos como maquinaria para elevar la calidad del maíz y de esta manera el aumento de su valor.
mb