“Ya sabes por qué estamos aquí, ¡confiesa!”, decían policías ministeriales de Veracruz mientras sodomizaban con algo “como un palo de escoba” a Óscar Felipe, aplicando también choques eléctricos en los genitales minutos después de detenerlo en Banderilla.
La tortura al profesor e integrante de la comunidad LGBT fue tal que tuvo que ser hospitalizado de emergencia, mientras la Fiscalía General lo ligó públicamente al homicidio del chef Miguel Ángel Sulvarán Xolo, aunque procesándolo inicialmente por el delito de ultrajes a la autoridad que estuvo vigente en Veracruz de marzo de 2021 a febrero de 2022.
Estos hechos fueron acreditados por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), en la recomendación 091/2022 dirigida a la Fiscalía General del Estado (FGE).
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El informe oficial de los policías reporta que Óscar fue detenido por ofenderlos verbalmente mientras se encontraba afuera de una iglesia en Banderilla. De acuerdo con lo relatado por los elementos, el hombre estaba sentado con otra persona guardando en una mochila "bolsitas de plástico que parecían contener hierba verde”.
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En realidad, existen elementos probatorios de que los ministeriales iban directamente tras Óscar y que estaban al tanto de sus preferencias sexuales desde el día que lo detuvieron. Durante octubre de 2021 miembros de la comunidad LGBT presionaban al Gobierno estatal para esclarecer el crimen de Miguel Ángel Sulvarán Xolo, un chef gay que fue asesinado el día 13 de dicho mes en Xalapa al recibir una veintena de puñaladas en distintas partes del cuerpo y cuyo cadáver presentaba huellas de estrangulamiento.
El 2 de noviembre de ese 2021, a través de un comunicado, la Fiscalía confirmó la detención de Óscar por el delito de ultrajes a la autoridad, aunque añadió: “Se presume que podría estar involucrado en el homicidio de M.A.S.X. hechos suscitados en Xalapa el pasado 13 de octubre”.
La actuación de la Fiscalía fue elogiada dos días después, el 4 de noviembre, por el gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, quien en una conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno subrayó que “no habrá impunidad” para el caso de Miguel Ángel Sulvarán, aunque reconoció que el presunto responsable estaba sujeto a proceso por un presunto crimen diferente.
Sin embargo, Óscar tiene pruebas de haber padecido tácticas ilegales que han sido documentadas en otras aprehensiones cumplimentadas por parte de trabajadores de la Fiscalía bajo al mando de Verónica Hernández Giadáns, algunas de las cuales han quedado impunes pese a estar documentadas en expedientes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y su similar estatal.
Ministeriales han sido denunciados por personas detenidas, quienes señalan haber sido golpeadas con las palmas de la mano en los oídos hasta reventarlos o hacerlos sangrar previo a ser remitidas ante un juez de control, llegando ante la autoridad jurisdiccional con “confesiones firmadas” de algunos crímenes.
Los policías ministeriales también han sido acusados de abusar sexualmente de mujeres y hombres que son aprehendidos, a quienes penetran con objetos y torturan poniéndoles jergas empapadas en el rostro, tácticas que se pueden encontrar en diversas recomendaciones hechas a la Fiscalía por los organismos de derechos humanos.
En el caso de Óscar, después de su audiencia de legalización de la detención por ultrajes a la autoridad, delito que en 2022 fue invalidado del Código Penal de Veracruz por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), fue ingresado a prisión en el CERESO de Pacho Viejo, Coatepec, pero tuvo que ser canalizado de urgencia a cirugía general y coloproctología con diagnóstico de desgarro anal, quemaduras en región genital y traumatismo de uretra agudo, lo que consta en un reporte médico que agrega que tenía el oído izquierdo sangrando tras recibir golpes o traumatismos.
EMITEN RECOMENDACIÓN
Los hechos anteriores fueron acreditados en la recomendación 091/2022 de la CEDH, donde pide a la FGE, además de pagar la atención médica de la víctima, investigar y sancionar a sus elementos ministeriales participantes en las violaciones de derechos humanos e indemnizar a Óscar.
Y es que la CEDH documentó que mientras la Fiscalía afirmó de manera pública que Óscar y un acompañante fueron detenidos cuando guardaban bolsas con hierba verde mientras elementos ministeriales hacían actos de investigación en Banderilla, en realidad lo detuvieron sin mostrar orden de aprehensión alguna, la cual fabricaron para ejecutarla diez días después de detenerlo.
En la recomendación se establece una serie de violaciones al debido proceso consideradas graves. La CEDH determinó que la Fiscalía mintió en torno a la detención, pues hay pruebas que acreditaron que el primero de noviembre de 2021, Óscar y un acompañante sí se encontraban afuera de una iglesia en Banderilla, al filo de las 16:00 horas.
En el Informe Policial Homologado los ministeriales expusieron que el detenido y otra persona estaban sentados en la banqueta “guardando bolsitas de plástico, que parecían contener una hierba verde, en una mochila; y que al advertir que los elementos ministeriales los observaban, Óscar les gritó: ‘hijos de su chingada madre, perros malditos, qué madres nos ven’, al tiempo que tomó una piedra del suelo y la lanzó a la camioneta”.
La detención ocurrió de una forma totalmente distinta, según pruebas y testimonios del amigo de Óscar, quien también fue detenido y remitido a la Dirección General de la Policía Ministerial de Las Trancas, lo que consta en capturas de pantalla de una conversación que justifican el por qué se encontraban ahí. Esta persona, que también podría ser considerada víctima, prefirió no proceder en contra de los ministeriales, sin embargo, sus derechos están salvaguardados por la Comisión en caso de que cambie de opinión.
De acuerdo con la CEDH ambos habían acudido a dicho lugar a concretar una venta de muñecos de acción ofrecida en la red social Facebook, donde quedaron de verse con una tercera persona -la compradora- a las cuatro de la tarde afuera de dicha iglesia.
“La conversación inició el día lunes a las 12:22 pm. El día 01 de noviembre del 2021, fecha en que ocurrió la detención de V1. La presunta compradora citó a V1 (Óscar) a las 16:00 horas en la iglesia de Banderilla, Veracruz. Lugar dónde ocurrió la detención de acuerdo con el IPH remitido por la FGE.
“V1 indicó a la presunta compradora que iría vestido con un pantalón de mezclilla, unos tenis negros y un suéter gris. Esta vestimenta coincide con la que los elementos aprehensores señalaron que portaba V1 al momento de su detención”.
La CEDH determinó que tanto las narraciones del detenido, como de su amigo, así como la conversación aportada por su familia, acreditan que la detención de Óscar ocurrió alrededor de las 16:00 horas y no a las 18:00 como lo reportaron los ministeriales, lo que indica que, por lo menos, hay dos horas no justificadas en las que el joven fue retenido por la FGE de forma ilegal y llevada a sitios desconocidos.
En su narración y la acreditación de los hechos, el acusado indicó que los elementos ministeriales, al menos 10 que alcanzó a ver, se lo llevaron a un lugar que nunca pudo identificar. En el trayecto lo vendaron de los ojos, lo golpearon e intimidaron.
Una vez que llegaron fue ingresado a un cuarto donde le quitaron la venda de los ojos y lo desnudaron; en ese cuarto los sujetos que lo habían detenido comenzaron a pararse sobre él, darle toques en los genitales y le introdujeron algo que percibió como un palo de escoba en el recto: "Le gusta que se lo metan", habría dicho uno de los elementos. Asimismo, señaló que le colocaron trapos mojados en la cara y le dieron palmadas en las orejas, al punto tal que uno de sus oídos comenzó a sangrar y dejó de escuchar.
Pese a todo lo anterior y a que el hombre fue revisado hasta en tres ocasiones por personal médico, en ninguno de estos dictámenes se asentó la totalidad y gravedad de las lesiones, que en sí, requirieron que fuera ingresado de urgencia a un hospital al presentar desgarro anal y quemaduras en testículos.
El parte médico, por demás explícito de casi una decena de lesiones diferentes, indica que Óscar presentó dolor punzante, ardor en región anal, sangrado con manchado en ese momento, sin referir incontinencia, dolor en uretra agudo, con herida en la misma, hinchazón de pene y escroto, así como múltiples quemaduras en dicha región.
A ello se suma la acreditación de que el joven recibió el acto de tortura denominado “teléfono”, la cual consiste en un fuerte golpe con la palma de la mano sobre una o ambas orejas, lo que aumenta rápidamente la presión del canal auditivo y rompe el tímpano; en la visita hecha al detenido, personal de la Comisión pudo observar que uno de sus oídos aún tenía sangre seca.
IBAN POR ÉL
Si bien es cierto que inicialmente, y de acuerdo con la propia FGE, Óscar fue detenido por “agredir” a los elementos ministeriales, la CEDH acreditó que los policías ya sabían que iban por él y de qué pretendían acusarlo, pues al llevárselo le decían “ya sabes porqué estamos aquí, confiesa” y mientras lo golpeaban le mostraban fotografías de personas a quienes le pedían que identificara, preguntándole acerca de un teléfono celular.
Lo anterior porque el 10 de noviembre, cuando ya estaba vinculado a proceso por ultrajes a la autoridad, le fue ejecutada una orden de aprehensión por el delito de homicidio doloso calificado en contra del chef Sulvarán Xolo. Entre otros datos de prueba, la FGE presentó dos dictámenes en materia de informática de extracción de videograbaciones de cámaras de vigilancia y un análisis del registro de comunicaciones del número telefónico del chef.
Con base en dichos elementos de prueba, la FGE sustentó la acusación señalando que “las imágenes de los vídeos extraídos correspondientes al día de los hechos, en los que donde se aprecia la llegada de V1 al domicilio del ahora occiso VDD ingresando juntos y retirándose del mismo posterior a los hechos ocurridos”.
“Aunado a que el celular del ahora occiso ya no se encontraba en el lugar del hecho, registrando actividad sobre las inmediaciones de la zona de Banderilla, pero registrado dicho movimiento bajo el número de IMEI […] siendo el titular de la línea telefónica el ahora investigado”, con lo que resulta indubitable que los policías tenían pleno conocimiento de los elementos de prueba en los que, días después, la FGE iba a sustentar la acusación de homicidio en contra de Óscar.
Este caso se suma a otros donde se han documentado graves violaciones a derechos humanos, como el caso de July Raquel “N”, a quien la FGE acusó del feminicidio de quien en vida fuera la rectora de Universidad Valladolid, María Guadalupe “N”, crimen perpetrado en junio de 2020.
Sobre el caso, la CEDH acreditó que durante su detención la mujer fue golpeada, sufrió amenazas y padeció agresiones sexuales en su traslado a Veracruz desde la Ciudad de México. Mientras la fiscal confirmó que para los elementos se determinó el no ejercicio de la acción penal, July Raquel fue sentenciada a 60 años de prisión.
De acuerdo con datos emitidos durante la comparecencia de Verónica Hernández Giadáns, 13 elementos fueron dados de baja de la institución en 2022 por no cumplir “con el requisito de permanencia”, sin embargo, descartó cualquier tipo de acción penal o administrativa en contra de los elementos responsables de la detención de July Raquel, desestimando la investigación de la CNDH.
CASO INSOSTENIBLE
Del homicidio de Miguel Ángel Sulvarán Xolo la familia de la víctima ha insistido que es un caso prácticamente insostenible por la FGE, ello luego de que un juez federal concedió un amparo a Óscar Felipe, que a la fecha se encuentra en un Tribunal Colegiado en Materia Penal, además a diversas irregularidades cometidas por la autoridad procuradora de justicia.
Entre estas, destacan que la Fiscalía no les informó sobre la presentación del acusado ante el juez de control ni les proporcionaron el expediente para conocer cómo es que el profesor estaba relacionado al asesinato.
Cabe recordar que Miguel Ángel, originario de San Andrés Tuxtla, fue asesinado en su habitación en un domicilio ubicado en la calle Insurgentes, en la colonia centro. El cadáver tenía marcas de estrangulación y una veintena de puñaladas en el pecho, además de moretones y cortes en las muñecas.
Por los hechos, la Fiscalía General abrió la carpeta de investigación XAL/DXI/F1°/5351/2021 que derivó en la detención de Óscar Felipe, pues la prueba madre en el caso es que el chip del celular de Miguel Ángel fue hallado en el domicilio del ahora acusado.
“El asesino tenía el chip de mi hijo, en las cámaras se ve cuando entra y sale, a pocos metros durante tres fines de semana lo ubicaron cerca del domicilio de mi hijo. Cómo es posible que para la Fiscalía eso no sea una prueba”, ha cuestionado en reiteradas ocasiones María Esperanza Xolo García, madre del fallecido, quien sigue exigiendo justicia y apareciendo en eventos públicos ante los medios de comunicación.
mb