VERACRUZ, VER. - Desde que Jonatán Hernández Salas ingresó al Centro de Educación e Integración Social Down (CEISD) comenzó a ser más independiente, asegura su madre. El joven de 13 años tiene síndrome de Down y al igual que sus otros compañeros, todos los días lucha para integrarse a la sociedad.
El CEISD es una organización y escuela donde enseñan a las personas con síndrome de Down no solo aspectos básicos de la educación, parte de sus objetivos es tratar de llevar las enseñanzas a ambientes reales de la sociedad.
Esmeralda Salas Ruiz, madre de Jonatán, cuenta que en agosto de este año conocieron la organización, por lo que no dudaron en inscribirlo, pues ya tenía tiempo que deseaba encontrar un espacio donde su hijo lograra independencia y disciplina, debido a que en muchas escuelas suelen tener un trato diferente al de los demás alumnos y en algunos casos subestimarlos.
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“Él siempre estuvo en escuelas normales y un año en un CAM (Centros de Atención Múltiple). En esas escuelas nunca tuvo problemas, yo estoy agradecida con las maestras, pero de cierta manera ellos se vuelven consentidos. Entonces llega una edad en la que yo necesitaba que tuviera más autosuficiencia. Él no estaba en esas escuelas por lo académico, solo por la integración”, agrega.
A pesar del poco tiempo que su hijo lleva en esta escuela, asevera que logró ver pequeños avances en su conducta y comportamiento, como, por ejemplo, seguir órdenes, tomar la iniciativa en tareas de la casa y ser más responsable en sus actividades cotidianas, algo que para muchos niños podrían parecer fácil, pero que para ellos representa un reto.
“Ya hace cosas en la casa que antes no hacía y me sorprende, por ejemplo, me quiere ayudar en la cocina, me dice que él es chef, si yo le digo que me busque algo ya no me rezonga y acata la orden. Son cambios pequeños que para otras mamás con niños típicos creen que no son gran cosa, pero para un niño con discapacidad son pequeños detalles que lo valoramos”, indica Esmeralda.
La madre asegura que con esto busca que su hijo desarrolle una mayor independencia y que pueda distinguir aspectos buenos y malos de las demás personas, para que en un futuro no dependa de ellos y tenga una vida como la de cualquier otro adulto.
Un espacio para todas las edades
La asociación nació en el 2017 en el municipio de Coatzacoalcos, como un espacio para ayudar a las personas con síndrome de Down a poder desenvolverse en las actividades diarias dentro de la sociedad.
Hace dos años se establecieron en la ciudad de Veracruz, en la avenida Primero de Mayo de la colonia Flores Magón, del puerto de Veracruz. Actualmente cuenta con 14 alumnos que van desde bebés hasta los 38 años y se dividen en turnos matutinos y vespertinos.
Aquí también son alumnos Abigaíl Pérez Carranza, de 25 años, y Ángel Caisero Solano de 21, ambos estuvieron desde pequeños en Centros de Atención Múltiple, pero al cumplir la mayoría de edad ya no podían ser aceptados. Sus padres decidieron continuar su estimulación dentro del CEISD, además de que aquí lograron aprender otras cosas relacionadas con la vida cotidiana y laboral.
“Siempre hemos querido que ella sea participativa, autosuficiente, que se mueva para donde ella quiera, que pida las cosas.
Nosotros, los padres, no somos eternos, yo ya tengo 62 años y está bien que ella pueda aprender diferentes cosas para que dado el momento pueda valerse sola”, comenta Rafaela Carranza, mamá de Abigaíl.
El padre de Ángel indica que le hubiera gustado conocer esta escuela desde antes, porque en los cinco meses que ha estado en el lugar lograron notar un avance en el comportamiento de su hijo con las demás personas y concertarse en sus actividades.
“Espero grandes cosas de mi hijo. Porque por cada pequeño avance que veo en él, me impulsa para seguir viniendo y que no falte”, indica José, padre de Ángel.
Una de las actividades donde les enseñan a ser autosuficientes y relacionarse con los demás son las salidas sociales juveniles como ir al cine, al museo, a restaurantes. Con la finalidad de desarrollar las habilidades sociales de los alumnos, este tipo de actividades le permite a la persona moldear su conducta.
“Hemos salido al supermercado trabajando los objetivos que tenemos que trabajar, eso es parte de las actividades que nosotros tenemos”, cuenta Ana Karen Rodríguez Uscanga, presidenta de la CEISD y psicóloga.
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Quitar los tabús
Ana Karen Rodríguez indica que es importante quitar los tabúes que pone la sociedad con las personas con síndrome de Down, como limitarlos a realizar actividades en casa o en el trabajo con la idea de que no están capacitados o catalogados siempre con el hecho de decirles “niños”, a pesar de que muchos ya se encuentren en la vida adulta.
“El pensar que ellos solo se van a quedar como niños eternamente, es como limitarlos a que puedan alcanzar ciertas habilidades que los puedan ayudar a desempeñarse a un grado laboral o artístico. Entonces, el que las personas los subestimen, que piensen que no van a poder, yo creo que es una de las más grandes limitantes que nos podemos encontrar allá afuera”, explica.
Estos tabúes son los retos a los que se enfrentan las personas con síndrome de Down al tratar de salir con otras personas, dice la especialista. Además de que dentro del círculo familiar también existe limitantes que los padres ponen a sus hijos, ya que muchos suelen sobreprotegerlos.
Por esta razón, es importante que reciban una estimulación temprana. Las y los profesores del CEISD cuentan con diferentes programas de acuerdo con la edad que el alumno tenga, no importa si es un bebé o un adulto mayor.
“Nosotros tratamos de trabajar de una forma integral, viendo desde lo que es la parte de estimulación temprana en los bebés hasta actividades de escritura, matemáticas, de lenguaje y comunicación. Vemos actividades de la vida práctica y de la vida independiente que son todas las actividades que hacemos día con día y también tenemos nuestro programa productivo, donde los chicos tienen un proyecto donde se dedican a pintar macetas, sembrar las plantas y cuando tenemos la oportunidad de llevarlos a una expo venta, vamos y ahí las vendemos”.
El dinero de la venta de estas macetas se les da a los alumnos como parte de su pago por el trabajo que realizan por sembrarlas y cuidarlas. En su página de Facebook e Instagram los encuentras como CEISD Veracruz, ahí están todas las actividades que realizan dentro del centro.
mb