XALAPA, VER.- Tras múltiples estudios y teorías sobre lo resbaloso que resultaba para los automovilistas, esta semana se dará marcha a la reparación del bulevar Xalapa-Coatepec sin una explicación contundente sobre las causas de los múltiples accidentes en esta vía que representa un gasto millonario en Veracruz.
Que el Gobierno de Miguel Ángel Yunes Linares utilizó acelerantes para el secado del asfalto, quitándole fricción; que había partículas de jabón provenientes de afluentes cercanos a zonas riesgosas; que los vehículos llevan llantas lisas o que faltaban reductores de velocidad, las teorías y los accidentes se fueron acumulando tras su inauguración en febrero de 2018 con una inversión de 135 millones de pesos supuestamente garantizada a 20 años.
Ni los estudios del ORFIS o la primera reparación que implementó el actual gobierno de Cuitláhuac García para evitar los percances impidieron que fuese necesaria la nueva reparación para poner asfalto sobre el concreto hidráulico.
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ESCURRIMIENTOS PELIGROSOS: ORFIS
La autopista Xalapa-Coatepec fue construida en la administración de Miguel Ángel Yunes Linares con una inversión de 135 millones de pesos de recursos estatales.
Fue ideada para ser reconstruida con una losa de concreto hidráulico de 23 centímetros concreto hidráulico, una base de 30 centímetros y una sub-base de 30 centímetros que inicialmente, garantizando un periodo de vida útil de pavimento hidráulico de 20 años.
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Por la carretera que conecta ambos municipios circulan más de 38 mil vehículos diarios. La vía fue anunciada como una de “muy altas especificaciones”, segura y con garantía de comunicación rápida.
Sin embargo, inmediatamente fue inaugurada, empezaron los niveles de accidentabilidad que, a la fecha, alcanzan hasta 28 en un mes según recuentos periodísticos.
Sobre dichos accidentes, el Informe de Resultados de la Cuenta Pública 2017 del Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS), concluyó que la carretera Xalapa-Coatepec sí es peligrosa.
“Sucede que la carretera tiene escurrimientos de agua naturales, que cruzan de lado a lado de la carretera, y no en todo lo largo de la carretera se cuenta con cunetas o elementos de desagüe que recolectan estos escurrimientos antes de que crucen por encima de la carpeta”, indicaba el informe.
Se agregó que estos escurrimientos crean efectos de “acuaplaneo” provocando una condición insegura y de peligro para los conductores; al aumentar la lluvia, aumentan los escurrimientos y aumenta el riesgo que aunado a la velocidad inmoderada y a la corta distancia entre autos dará como resultado más accidentes en la autopista.
El ORFIS no fue el primero que puso las alertas sobre la vialidad, antes ya lo había hecho la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP), aunque más bien entonces se indicó que era debido a la velocidad en la que los conductores tomaban al circular por la vía.
CULPA DE CONDUCTORES
Ante el informe del ORFIS, el actual senador Julen Rementería del Puerto, quien fuera el encargado de la SIOP cuando se construyó el bulevar, indicó que más bien el tema tenía que ver con una obra bien realizada.
Además, el exsecretario indicó que efectivamente, los accidentes se debían a la velocidad de los conductores, reduciendo a estos como los responsables.
“No es un problema técnico. El asunto tiene que ver con la forma de manejo en la que algunas personas lamentablemente por lo bien que quedó la carretera, por las condiciones más que óptimas de su superficie de rodamiento, hay quien excede los límites de velocidad.
“Lamentablemente se ocasionan accidentes que nadie quiere, pero no hay absolutamente ninguna responsabilidad, ni para la empresa que la realizó ni para la dependencia”, dijo en 2018.
MALA PLANEACIÓN
Para el Colegio de Ingenieros de Xalapa la obra como tal no está mal hecha, sino mal planeada.
En palabras de su entonces presidente -2019- Ariel Ramírez Martínez, esta fue la única obra importante del yunismo, pero fue una “ocurrencia”.
“La carretera del Bulevar Xalapa-Coatepec fue una obra de ocurrencia. Si esta iba a ser de alta velocidad, se hubiera diseñado para tal, lo único que se hizo en esta carretera fue cambiar la superficie de ordenamiento y si uno como usuario ve un camino bien hecho acelera, y como no están las curvas y los acotamientos como debe de ser en un camino de alta velocidad, pues ahí están las consecuencias, hay que extremar precauciones”, dijo.
Insistió que no fue mal construida, sino mal planeada, no como debieron haberla hecho.
ACELERANTE PELIGROSO
Los accidentes, que se cuentan por decenas, obligaron al gobierno estatal a actuar y a establecer sus propias teorías sobre lo que originaba no solo choques aislados, sino también carambolas de varios vehículos.
Antes de anunciar por primera vez que se realizarían nuevos trabajos para remediar la vialidad, el secretario de Gobierno, Patrocinio Cisneros Burgos, aseveró que la administración yunista, con el afán de poner a funcionar más rápido la vía, utilizó acelerante en exceso, lo que aunado a la velocidad de los conductores, termina por propiciar los accidentes.
“El exceso de velocidad es una de las causas de los accidentes, aunque este pavimento tiene algunos problemas técnicos, pues les pusieron demasiado acelerante para que pudiera ser usado en menor tiempo, que dejó un pavimento liso que provoca el accidente”, acusó.
Ya entonces, la administración actual trabajaba en la instalación a ras de suelo, de señalética para la velocidad, enfatizando que por dicha carretera no solo no se puede, sino que no se debe circular a más de 60 kilómetros por hora.
¿JABÓN?
El año pasado, una nueva teoría surgió en torno a la Xalapa-Coatepec. De acuerdo con Héctor Ceballos Melgarejo, ingeniero químico industrial de profesión, los accidentes tenían que ver con el jabón de las aguas negras de la zona.
El ingeniero propuso la teoría de que las burbujas salían “volando” y se depositaban en la carretera, provocando los accidentes en la mínima caída de lluvias o con el clima adverso.
Ceballos sustentaba su tesis en que la mayoría de los accidentes se focalizaron a la altura de dos puntos: el río Sordo y donde terminan-inician los moteles de paso.
“Eso quiere decir que en ese momento el suelo se pone resbaloso”, argumentó.
“He tratado de hablar con varias autoridades sobre ese problema, pero piensan que no es lo correcto”, admitió.
Pese a ello, el ingeniero insistió que era necesario obtener muestras y hacer análisis en la carretera, para verificar si hay sustancias activas al azul de metileno, que serían las sustancias propias de los detergentes y jabones. En la SIOP nadie le hizo caso.
LLANTAS LISAS
Al debate del por qué el nivel de accidentes en la carretera le entró también un talachero, Giovanni Córdoba, trabajador de la vulcanizadora “Naro”, con 14 años de experiencia en neumáticos.
“En primera, los clientes dejan muy olvidadas sus llantas, muy gastadas, lisas. A esto le sumas aparte el acabado de la carretera, que es resbaloso, por eso hay tanto accidente”, dijo quien atiende un día sí y al otro también, a conductores que llegan con las llantas destrozadas.
Y es que, de acuerdo con el talachero, las llantas están conectadas directamente con los sistemas de suspensión, frenos y dirección del automóvil, por eso no se recomienda usarlas por más de 40 mil o 50 mil kilómetros recorridos, pues ir con llantas lisas o de marcas de baja calidad en la Xalapa-Coatepec es un riesgo.
Además, al confirmar que la carretera sí tiene acelerador, indica que el acabado que le hicieron provoca muchos accidentes.
“Nos ha tocado que, aunque tengan llantas buenas, son de calidad baja, por eso se derrapan más fácil. Tampoco se debe andar muy rápido, cuando quieren frenar al momento pierden el control. Por eso deben dejar que el coche se vaya solo sin volantear y esperar que se vaya deteniendo”, insistió.
mb