¿Alguna vez has ido manejando en la lluvia y sientes que la dirección del auto ya no responde y resbalas? Si es así y no tuviste un accidente, felicidades, sufriste el efecto “aquaplaning” y sobreviviste.
El aquaplaning es un fenómeno que sucede al momento de manejar en carretera, principalmente, en condiciones de lluvia o de pavimento mojado.
Sucede cuando la superficie de la llanta gira a tal velocidad sobre la superficie mojada, que una capa delgada de agua ingresa entre el caucho y el pavimento, generando una delgada película que separa el neumático del suelo.
Esto provoca que el vehículo “flote” sobre el agua entre el pavimento.
Un auto que afectado por este fenómeno, deja de tener control sobre su dirección, ya que las llantas literalmente ya no pueden tienen tracción, lo que ocasiona que el vehículo planee en la dirección donde lleva la mayor fuerza.
Esto es particularmente peligroso en curvas, ya que si un vehículo inicia el aquaplaning antes de la curva, el auto seguirá moviéndose en la dirección que llevaba en el momento que perdió contacto con el suelo, lo que podría llevar a volcaduras o en el menor de los casos, salirse del camino.
Sin embargo, algunas de las zonas donde puede ocurrir esto, debido a la presencia de lluvias o nieve, es en carreteras montañosas, donde no existe el costado del camino y los autos podrían caer desde un barranco.
Como evitar el aquaplaning
No se puede predecir el momento en que un auto planee sobre el agua del pavimento, sin embargo, se puede reducir la probabilidad que suceda siguiendo estos tips:
1.- Maneja dentro del límite de velocidad. Uno de los principales factores es las revoluciones por minuto de las ruedas, ya que si giran a una velocidad similar a la de un derrape en suelo seco, limitan su tracción y permite el ingreso de la capa de agua.
2.- No sobre inflar las llantas. Si las llantas de un vehículo tienen mayor presión de aire se vuelven más duras, por lo que al momento de rodar, una menor cantidad de caucho está en contacto con el suelo. Para esto, es preferible manejar a la presión recomendada e inclusive, a menor presión cuando sean condiciones de mucha lluvia.
3.- No usar neumáticos gastados. Todos los neumáticos están diseñados con canales que al momento de girar “exprimen” el agua hacia los costado, evitando que la capa de agua se filtre entre la goma y el pavimento.
Sin embargo, una llanta gastada ya no tiene dichos canales, por lo que, a pesar de tener más material en contacto con el suelo, es más fácil que planee sobre el agua por la imposibilidad de expulsar esta hacia los costados.
am