OPINIÓN

Con Claudia Sheinbaum, ¿se dará un cambio de régimen?

Desigualdades

Créditos: La Silla Rota Veracruz
Escrito en VERACRUZ el

“Sigue siendo un misterio por qué Claudia Sheinbaum, quien fue elegida para ser la presidenta de un país democrático, ha respaldado estas medidas escandalosas, implementadas por el presidente saliente. Cuando asuma el cargo el 1 de octubre, tendrá que decidir si ser la líder de una república democrática o simplemente el rostro impotente de una tiranía”. Ernesto Zedillo. The Economist. 29 09 2024.

Concluí mi columna anterior afirmando que para AMLO sería difícil entender que un rescate bancario es para evitar que la economía de un país colapse, con resultados catastróficos para la comunidad en general, especialmente para los pobres, por lo que su manejo de la información financiera es torpe e irresponsable, cayendo con frecuencia en politiquería.

AMLO estudió la Licenciatura de Ciencias Políticas y Administración Pública, en la UNAM. La carrera se cursaba en 4 años habiendo cursado materias entre 1973 y 1987, concluyendo con un promedio de 7.72 reprobando varias, destacadamente matemáticas, estadística, economía y economía política. Se tituló en octubre de 1987.

Por su parte, Ernesto Zedillo estudió economía en el Instituto Politécnico Nacional. Esta licenciatura se cursaba en cinco años, pero adelantó materias y acabó en tres. En 1981 había concluido su doctorado en Yale y continuó una brillante carrera en el Sector Público. Recuerdo que, durante su campaña para la presidencia en 1994, se publicó una nota que afirmaba que, a Zedillo, durante su carrera un profesor en el Politécnico le había otorgado una calificación de 9, misma que impugnó y le fue corregida, lo que significaría que su calificación general en la carrera fue de 10.    

Hoy el Presidente AMLO, de acuerdo con Sergio Negrete Cárdenas, (El Financiero), no se cansa de cuestionar y atacar a Zedillo, lo mismo que a la autoridad electoral, que quiere desaparecer. Zedillo es un destacado profesor en Yale; AMLO, asentado en Palacio Nacional, hasta hoy, quiere destruir la democracia que le permitió llegar al poder.

El domingo 15 de septiembre de 2024, Ernesto Zedillo dicto una conferencia magistral en la CDMX de la que me ocupé en mis dos últimas columnas. Ayer, 29 de septiembre de 2024, Zedillo publico una columna en The Economist de la que tomé el epígrafe, que contiene una síntesis de la conferencia del 15 de septiembre y que la relevancia del caso me ocupo de nuevo.

Casi 30 años después de las reformas implantadas por Zedillo, las instituciones que están en el centro de esas reformas están ahora amenazadas. Bajo el mandato de AMLO, la independencia y la capacidad institucional del Instituto Nacional Electoral (INE) han sido atacadas y socavadas implacablemente.

Se violaron, según Ernesto Zedillo, sistemáticamente las normas y procedimientos establecidos en la ley sobre lo que el gobierno no debía hacer antes y durante las campañas electorales, como desviar fondos públicos para las campañas y atacar a los candidatos de la oposición en los medios de comunicación controlados por el gobierno, para favorecer a los candidatos del partido gobernante.

AMLO ha sido aún más entusiasta en destruir la independencia y el profesionalismo del Poder Judicial y ha presentado un conjunto de enmiendas constitucionales para transformarlo en un servidor de los políticos.

El Congreso ya ha enmendado la Constitución para otorgar un poder sin precedentes a las fuerzas armadas, incluido el control permanente de la policía nacional y, lo que es aún más preocupante, la eliminación de la prohibición constitucional de la participación militar en tareas no militares.

La forma acelerada en que se modificó la constitución para lograr modificar el Poder Judicial y la militarización de la guardia nacional puede afirmarse que los primeros pasos para un cambio de régimen están dados.

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Sin embargo, hay aspectos pendientes de resolver que veremos de qué manera se enfrentan por la próxima Presidenta. Me refiero a:

  • La seguridad y el control territorial que el crimen organizado le ha arrebatado al Estado. 
  • La pobreza extrema. 
  • Salud y educación en cuyo tema el gobierno de AMLO ha quedado mucho a deber y sobre todo,
  • El combate a la corrupción, sobre todo en los altos niveles de gobierno que están llevado a la destrucción a las instituciones que garantizaban la transparencia.

El problema principal es el de la inseguridad y el crimen organizado. AMLO en una de sus últimas giras afirmo refiriéndose al asunto del Mayo Zambada lo siguiente en un vibrante discurso al parecer en Sinaloa: “Durante todo el gobierno no tuvimos ningún problema, fue en estos últimos meses por una decisión que tomaron, que no fue correcta y que se fraguó en el extranjero, por eso no aceptamos nosotros el injerencismo, no somos colonia, somos un país libre, independiente, soberano”. Obtenga el amable lector, sus propias conclusiones en relación a la posición del gobierno con el crimen organizado.

Está por verse, si Claudia Sheinbaum, cuando asuma el cargo el 1 de octubre, decidirá ser la líder de una república democrática o simplemente el rostro impotente de una vulgar tiranía.

mb