Que nos quede claro: El Partido Morena es una cosa muy distinta a sus aliados, el Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista de México. Morena defiende un proyecto de nación y los aliados defienden una postura electoral.
Aclarado esto, me parece oportuno visualizar la urgente necesidad de blindar la esencia del Partido Morena para que no corra el riesgo de fragmentarse y convertirse en el nuevo PRD con sus tribus; en el entendido que la mayoría que inició el Movimiento con Andrés Manuel López Obrador eran perredistas. Y es que después del sano retiro de éste, el comportamiento político de los morenistas toma rumbos distintos: los que no respetan la austeridad republicana, los que incurren en corrupción, los que practican el nepotismo, por decir lo menos; aunque existen los que si están respetando a cabalidad los orígenes del Movimiento.
Pues bien, si la filosofía política de los morenistas se basa en el pensar y actuar diferente a los otros, es decir, distinto a los priistas, panistas y perredista, entonces ¿por qué aceptarlos entre sus filas?
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A través de distintas formas Morena justifica el ingreso de priistas y panistas íconos de malos gobiernos neoliberales; veamos, electoralmente los morenistas aplauden el ingreso de ciertos personajes como candidatos para ganar espacios. Dejan entrever que buscan el poder por el poder. “La historia los juzgará” argumentó falsamente una morenista cuando se le cuestionó al respecto.
El Movimiento de Regeneración Nacional, representa lo otro; aquello que se convirtió en la esperanza de los mexicanos. De ahí que el Morena ha sido beneficiado de esa clase política y social que luchó históricamente desde la oposición con un pensamiento de izquierda. Entonces no tiene derecho de contaminar, tal vez involuntariamente, el movimiento como tal.
Urge blindar al Partido Morena como un movimiento mexicano de izquierda y eso requiere de una educación, cultura y política que responde a principios democráticos, no a llegar al poder por el poder.
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El conocimiento y la crítica, según Michel Foucault son las herramientas para desmantelas las estructuras que nos limitan. Esto es, tener claro un pensamiento de izquierda blindará a Morena de sus infiltrados, esos que ven en el movimiento un negocio con el cual lucrar. La izquierda jamás defendería los intereses particulares de grandes empresarios que dejan de pagar impuestos, tampoco buscaría la privatización de la educación, no iría por la reducir al mínimo lo público, no rechazaría la crítica ni la autocrítica, y mucho menos trabajaría por el debilitamiento del Estado; tampoco se encargaría de denostar al pueblo.
Pero si Morena sigue aceptando en sus entrañas a políticos no gratos de la vieja política, enfermará de poder y caerá en las añejas prácticas politiqueras, lo que encontraría pronto el desencanto del ciudadano, con respeto a lo que se logró los primero 13 años de existencia del Partido.
Fortalecer el pensamiento de izquierda es lo único que puede blindar al Partido Morena. El trabajo de sus dirigentes a nivel nacional, estatal y local, será consolidar la labor del Movimiento para deslindarse a tiempo de los corruptos del pasado y no incurrir en sus viejas prácticas. De lo contrario su tiempo de fenecimiento empieza a correr. ¡Se tenía que decir, y se dijo!
mb