Acompáñeme el lector en un doloroso ejercicio intelectual y emocional.
Es usted el padre de Diego Lara, de 20 años; o el padre de Roberto Olmeda, de 20 años; o el padre de Uriel Galván, de 19 años; o la madre de Jaime Adolfo Martínez, de 21 años; o la madre de Dante Cedillo, de 22 años.
Usted vive en Lagos de Moreno, Jalisco, y hoy es viernes 11 de agosto de 2023. Su hijo, y sus 4 amigos asistirán juntos a la festividad de la ciudad llamada “feria Lagos 2023”. Usted se despide de su hijo sin saber que hoy es el último día en que podrá verlo y abrazarlo.
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La pesadilla comienza. Es la madrugada del sábado 12 de agosto y su hijo no vuelve a casa, ni contesta su celular. Usted reporta esto a las autoridades, mientras discurre el fin de semana más largo que ha vivido nunca.
Hoy es lunes 14 de agosto. No hay modo de prepararse para lo que viene para usted. También sin saberlo, está por vivir el peor día de su vida. A su teléfono celular llega una foto donde usted ve a su hijo, y a sus 4 amigos en un patio, sentados en cuclillas, amordazados con cinta, maniatados, y con el rostro ensangrentado.
Usted se tambalea, ve todo negro. Un nudo le estruja la garganta y por más que lo intenta, no logra respirar. Mientras acumula todas sus fuerzas para mantenerse apenas en pie, recibe ahora en su celular un video. En él, alcanza a ver a los amigos de su hijo siendo golpeados, apuñalados y degollados. Además, ve a uno de los jóvenes siendo obligado a matar a su hijo golpeándolo, apuñalándolo, degollándolo.
Hoy, que ha tenido que ver con sus propios ojos cómo le quitan la vida a su hijo, sabe que ha terminado también la suya.
¿Puede sobreponerse un padre, una madre, una familia entera, a un evento de esta naturaleza? ¿Qué piensa usted, lector(a)?
Por lo pronto, este miércoles 16 de agosto, los padres de Diego, Roberto, Uriel, Jaime y Dante han tenido que ver al Presidente López Obrador en su conferencia mañanera, mofándose, haciendo chistes, evadiendo la realidad, ante las preguntas de los periodistas sobre el caso de sus hijos.
Addendum.
Va un mensaje para Diego, Roberto, Uriel, Jaime y Dante:
Ojalá que, de haber otra vida, tengan la oportunidad de vivirla en un lugar que no se parezca a México. Que allí no se las arrebaten a la fuerza. Que no les quiten sus sueños y su futuro frente a los ojos ineptos e indolentes de quien debía protegerles y los dejó indefensos en medio de la barbarie.
Si existe el Cielo, intenten descansar allí en paz, considerando que en esta Tierra no se las hemos procurado.
Y para las familias de Diego, Roberto, Uriel, Jaime y Dante, va otro mensaje: aunque sé que no hay palabras que puedan paliar lo que están sintiendo en este momento, hay quienes sentimos la obligación moral de pronunciarlas, para que ustedes sepan que, a pesar de lo que parece, no están solos; que México es más grande y más limpio que el absurdo teatro montado cada mañana desde un palacio; que hay quienes recordaremos, sin conocerles, a sus hijos; pensándoles, escribiendo sobre ellos, exigiendo justicia, denunciando que este país es ya insoportable, intransitable, invivible.
Va el abrazo más largo a cada uno de ustedes.
*Acerca del autor: Raúl Carlín es artista, activista por los derechos humanos, abogado y analista político. Raúl cree firmemente en ocupar el Ágora alzando su voz y escuchando la de otros para co-construir el país que nos merecemos.