VERACRUZ, VER. - Familiares, amigos y conocidos de Lizbeth Vargas Barrios dieron el último adiós a la joven de 25 años, luego de 4 días del haber sido hallada sin vida en un predio del municipio de Medellín de Bravo. El sepelio se llevó a cabo durante la mañana de este viernes 19 de mayo.
Fue cerca de las 9 de la mañana cuando el cortejo fúnebre salió desde su domicilio, ubicado en la comunidad de El Moralillo, en el municipio de Medellín. La carroza y los familiares arribaron a la iglesia del mismo municipio, en donde se realizaron los rezos para pedir por el descanso eterno de Lizbeth.
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Posteriormente, partieron con rumbo al panteón de esa misma localidad.
El cuerpo de Lizbeth fue colocado dentro de un féretro de color rosa, el cual fue subido a una carroza, tras la cual se movió el cortejo fúnebre integrado por la familia de la joven: su abuela y los dos hijos que dejó en la orfandad.
Asimismo, amigos y conocidos se unieron a la caravana, ya que Lizbeth era conocida por los habitantes de El Moralillo, ya que la joven era una popular emprendedora, quien se movía por toda la localidad vendiendo postres y otros alimentos, los cuales preparaba para ganarse la vida.
Tras el rezo, el féretro fue cargado hasta el panteón de El Moralillo, en donde fue colocado en una pequeña capilla, donde se realizó otra serie de oraciones.
Minutos después el ataúd rosa fue bajado dentro de la tumba abierta, la cual pertenece a uno de los tíos de la joven asesinada.
Durante el entierro, los asistentes lanzaron flores mojadas con agua bendita, mientras muchos de los conocidos de Lizbeth, así como su abuela e hijos lloraban por la pérdida.
Jacinta Álvarez Cabrera, de 85 años, abuela de la joven, tuvo que sentarse en una tumba contigua a donde fue enterrada Lizbeth, ya que por el calor extenuante y el pesar se quedó sin fuerzas para mantenerse en pie. Entre lágrimas, se le escuchó decir hacia el ataúd de su nieta "Qué voy a hacer ahora, mija?"
Luego de ser bajado en la tumba, los trabajadores del cementerio colocaron una losa de concreto y taparon el sepulcro con cemento, en donde los dos hijos pequeños de Liz grabaron con sus dedos el nombre de su madre. Posteriormente colocaron una pequeña cruz hecha con ramas y flores.
Además de tristeza, los asistentes del sepelio de Lizbeth expresaron repudio en contra de Leonardo "N", presunto feminicida de Lizbeth Vargas Barrios, quien luego de su detención habría confesado el crimen y señaló el lugar en donde dejó el cuerpo de quien fue su pareja.
Leonardo "N" un hombre de 54 años, más del doble que la edad de Lizbeth, es el principal sospechoso del crimen, ya que fue el último en ver con vida a la joven, el pasado 2 de mayo. De acuerdo con su familia, Leonardo "N" se ofreció a llevar a Liz hasta el centro de El Tejar, en donde ella compraba los ingredientes para sus postres.
Tras esto, nunca más la volvieron a ver con vida.
Fotos: Yahir Ceballos
mb