La mancha al final de un sexenio
Cuitláhuac Garcia Jiménez, gobernador de Veracruz, está ante un escándalo mediático que podría manchar el final de su sexenio. La Fiscalía de Veracruz, organismo que el mandatario ha defendido a lo largo de su administración, sufrió un descalabro el pasado jueves, cuando se derrumbó la imputación contra el exgobernador Javier Duarte por el delito de desaparición forzada. Un juez local anuló dos pruebas fundamentales en dicho proceso penal: los testimonios de Gilberto Aguirre y Arturo Bermúdez, los cuales —se acreditó— fueron obtenidos a base de tortura. En consecuencia el caso fue sobreseído. Por si eso fuera poco, ahora existe la posibilidad de que el exmandatario priista obtenga su liberación anticipada tras casi cumplir su sentencia por dos delitos de corrupción. Se sabe que la federación trataría de contener este escándalo con un nuevo proceso a cargo de la FGR. Aunque esto pasara, nadie quitará este fracaso a la fiscalía de Verónica Hernández Giadáns. Y al gobernador, colectivos de familiares de desaparecidos le recordarán su compromiso incumplido de brindar justicia por cientos de crímenes de lesa humanidad cometidos en el gobierno de Duarte.
La piedra en el zapato
Héctor Yunes Landa, diputado local por el PRI, asumió su papel de opositor en el arranque de las comparecencias y se lanzó contra el secretario de Gobierno, Carlos Juárez Gil, cuestionando su patrimonio y hasta acusándolo de enriquecimiento ilícito, sin embargo, su talón de Aquiles fue y seguirá siendo, la cercanía que en algún momento tuvo con el exgobernador Javier Duarte, que cumple sentencia en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México justamente por meter la mano al cajón y ahí, no hubo cuestionamientos del tío Héctor.
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