VERACRUZ, VER.- Jorge Juárez Trepo, quien es originario de Xico –uno de los 8 pueblos mágicos del estado de Veracruz–, viajó hasta Boca del Río para dar a conocer el trabajo que realiza desde hace 33 años: máscaras de madera.
En medio del salón Tajín 1, dentro del World Trade Center, se encuentra Jorge, sentado en medio de trozos de madera al fondo del stand dedicado al pueblo mágico de Xico. A su alrededor, hay otras 11 personas que fueron a Boca del Río a representar sus costumbres, sabores, colores y sonidos.
El olor de la madera se mezcla entre los toritos, los tamales y el famoso pan a la leña de dicho pueblo. Mientras todos están de pie, Jorge se encuentra casi de cuclillas tallando fuertemente una máscara de madera en forma de payaso.
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Con sus 59 años y una herida reciente causada por la lija que sostiene, Jorge Juárez explica que nadie le enseñó el oficio, pero que su amor a la danza desde sus 8 años y la falta de capital para comprar sus máscaras, él mismo aprendió a hacerlas hace 33 años.
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Estas máscaras, de acuerdo con el relato de Jorge, se utilizan en distintos bailables tradicionales de Xico, como son: la danza de santiagueros, la de toreros, la de topotines, la de la banda cruzada y, la más reciente de acuerdo con su explicación, la danza de los payasos, formada apenas hace 22 años.
“Cuando yo trabajaba de campesino, pues la máscara se hacía muy caro para mí pagarlo, entonces dije ‘pues me la voy a tener que hacer’, y así inicié, haciendo mis propias máscaras”, explica con una sonrisa. Además de trabajar sobre madera que, puntualiza, es donada por la propia tierra al no talar ningún árbol, también trabaja con cartonería.
Son de bendición: su taller en Xico
“Le puse así a mi taller porque, en la danza de Xico, hay sones que se tocan y se bailan. Hay son de mesa, son de altar, son de bendición, son de calle y así, entonces por amor a la danza, le puse así a mi taller”, explica con una sonrisa y los ojos cerrados.
Cuenta que este trabajo lo realiza solo, ya que a casi nadie le gusta por lo “accidentado” que es y por la paciencia que debe tenerse. Explica que, para hacer una máscara, se lleva un día entero en el tallado y otro en la lijada, pintada y secada; eso, sin contar los tres días previos en el preparado de la madera.
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A lo largo de su vida la necesidad lo ha llevado a trabajar de campesino, vaquero, panadero, albañil y como maestro de obra, aunque cuenta, desde hace 15 años se dedica a realizar artesanías de tiempo completo. “La gente ya me conoce. Hacemos máscaras de negro separado, toro, payaso, o a veces nos piden un trabajo en especial y lo tallamos a madera”.
Jorge trabaja en distintas maderas, principalmente el equimite, mejor conocida como colorín, una madera altamente valorada por su belleza y durabilidad. Además, utiliza madera típica de la región, como el aguacate, palosanto, achinini y el lele, aunque también realiza máscaras de cedro si se lo piden.
Los precios de las máscaras de Jorge varían entre los 950 pesos si es madera de equimite; 1,300 si es madera de aguacate y 1,500 si son de cedro. Cuenta que, sabiéndolas cuidar, estas máscaras pueden durar hasta 30 años.
Su amor por la danza de Xico
Con cierta tristeza, cuenta que intenta que a los niños y demás personas les interese las historias que hay detrás de las danzas y sus máscaras, pero que se topa con el desinterés continuo. “En una danza de Xico se muestra todo lo que, en aquellos tiempos a veces, no se podía dialogar. A través de los pasos de la danza se transmitía lo que queríamos decir”.
“Yo vine del aprendizaje del maestro Antonio López, maestro Pimenio, que fueron danzantes que respetaron y amaron toda esa parte; de los maestros músicos como Tomás Montemira, Don Andrés López, y otros grandes maestros en la danza, quienes me decían que, en la danza, lo más importante es la mímica y la mirada para transmitir lo que en otros tiempos no se podían hablar”.
“Muchas veces, a través de un paso de la danza, se hacen reverencia a los dioses prehispánicos, aunque lo estemos bailando en una Iglesia católica, detrás de eso hay un sincretismo muy profundo, es por eso que me gusta mucho esto y que trato de darle la importancia y explicarles a las personas”, añade.
Su participación en el Tianguis Nacional de Pueblos Mágicos y otros lugares
“Lo que hacemos en Xico son danzas, no comparsas no son carnavales. En Xico está prohibido que una danza se preste para eventos políticos”, concluye.
Aunque esta es su primera vez en el Tianguis Nacional de Pueblos Mágicos, este evento se realiza desde hace seis años debido a iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador, el cual varía de sede año tras año.
“Hace como 9 años estuve en Guadalajara en algo que..., quién sabe que era, pero fuimos con la danza, como Xico pueblo mágico. En ese tiempo nos tocó llevar la danza de los tocotines, ya que yo pertenecí en esa cuadrilla por 36 años”, recuerda con una sonrisa.
mb