XALAPA, VER.- Regiones y comunidades del estado de Veracruz luchan día con día para preservar su cultura y sus tradiciones. Los adultos mayores son quienes se han encargado, principalmente, de transmitir de generación en generación aquellas prácticas culturales y saberes que nuestros ancestros nos dejaron para que no se pierdan.
Recientemente, el gobierno del estado de Veracruz, a través de la Secretaría de Cultura (SECVER) reconoció a 5 Tesoros Humanos Vivos (THV) de la entidad, quienes han dedicado gran parte de su vida a enseñar, preservar y conservar prácticas culturales que nuestros ancestros nos dejaron.
Te podría interesar
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), un Tesoro Humano vivo es una persona que posee un alto grado de conocimiento y las habilidades requeridas para actuar o recrear elementos concretos del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Para conmemorarlos, reconocerlos y apoyarlos, cada año, el gobierno del estado destaca a aquellas personas adultas mayores que son un pilar fundamental de nuestra identidad cultural. "Ellos custodian la sabiduría ancestral de nuestro estado y transmiten de forma activa sus saberes a las nuevas generaciones de sus comunidades", asegura la SECVER.
Te podría interesar
ÚNETE A NUESTRO CANAL DE WHATSAPP. EL PODER DE LA INFORMACIÓN EN LA PALMA DE TU MANO
Esta iniciativa promueve el reconocimiento a las y los portadores de las manifestaciones culturales que fortalecen la identidad de las comunidades veracruzanas a lo largo del territorio, además, de que fomentan la transmisión intergeneracional de los saberes, conocimientos y técnicas tradicionales que preservan el patrimonio cultural inmaterial de Veracruz.
¿Quiénes son los Tesoros Humanos Vivos de Veracruz 2024?
Adela Cazarín Gracia
Originaria de la comunidad La Gloria, perteneciente al municipio de Hueyapan de Ocampo, en el sur de Veracruz, es un Tesoro Humano Vivo. Desde los tres años comenzó su gusto por el fandango, tradición que aprendió desde pequeña gracias a sus padres, quienes eran partícipes activos en esta práctica cultural.
A lo largo de su vida, se ha dedicado a transmitir a múltiples generaciones su zapateado, fomentando y enriqueciendo este legado cultural en la región sur del estado de Veracruz. Doña Adela, como es conocida, es bailadora de fandango y reconocida como una de las primeras fundadoras de la Zona Sur del Estado y es un personaje emblemático en el Son Jarocho.
A pesar de su avanzada edad, sigue asistiendo a eventos donde demuestra su ánimo y disposición para zapatear al ritmo de la música, incluso compitiendo con los jóvenes.
Antonio Salazar Jiménez
Antonio Salazar fue reconocido como Tesoro Humano Vivo de Veracruz 2024 por su labor en la cultura totonaca. Es un danzante tradicional y casero de los danzantes "Tejoneros" de su localidad, La Chaca, perteneciente al municipio de Coyutla, al norte de la entidad.
Salazar Jiménez fue criado desde niño en las labores del campo y ha dedicado gran parte de su vida a enriquecer a la cultura totonaca y a promover el cuidado del medio ambiente. Además, es miembro activo del Concejo de Ancianos de la comunidad de Danzantes y Músicos del Totonacapan, lidera ceremonias rituales y promueve la protección de la naturaleza.
Matilde García Tentzohua
En Tlaquilpa, ubicado en la región centro del estado de Veracruz, se encuentra Matilde, quien desde pequeña aprendió el arte textil con lana de borrego y a los 20 años ya dominada las técnicas tradicionales del tejido artesanal, creando prendas como mangas y trajes típicos locales.
García Tentzohua también es reconocida por ser experta en el teñido textil con añil y cochinilla. Continúa activa en su taller, transmitiendo sus saberes a otras mujeres de la región e inspirando a nuevas generaciones a preservar este legado cultural.
Wenceslao Aldama Victoria
Pertenece a la comunidad de Amatlán, municipio de Naranjos Amatlán, Veracruz, Wenceslao es reconocido Tesoro Humano Vivo por ser portador de saberes ancestrales en el ámbito de las artes del espectáculo. De acuerdo con su trayectoria, desde que era pequeño aprendió las tradiciones musicales y dancísticas de su localidad.
Inició como bailador de la máscara blanca en la Danza de Negritos a los 11 años y más tarde se convirtió en músico tradicional. Desde entonces, ha dedicado su vida a formar a las nuevas generaciones inquietas en aprender más sobre esta tradición. A lo largo de su vida, también ha participado activamente en festivales regionales y nacionales.
Yolanda Patraca Hernández
Desde el sur de Veracruz, específicamente de Chacalapa, municipio de Chinameca, Yolanda inculca a las nuevas generaciones la técnica de elaboración de pan y hornearlo en horno de barro. Desde pequeña aprendió esta actividad y actualmente se le reconoce por lograr un producto reconocido por su durabilidad y variedad dentro y fuera de su comunidad. Busca preservar esta tradición a través de talleres con las nuevas generaciones en su localidad.
ch